Kárpov, el alcalde y un envejecimiento saludable

Hay consenso entre los neurólogos: la actividad mental constante a lo largo de la vida retrasa el envejecimiento cerebral y el alzhéimer; sobre todo, si se combina con el ejercicio físico, la alimentación saludable, la vida social y el control del estrés. El excampeón de ajedrez Anatoli Kárpov, de 70 años, y el alcalde Abel Caballero, de 75, son dos ejemplos llamativos, y lo han escenificado hoy con una partida de exhibición en una plaza de Vigo.

La tremenda actividad de Kárpov a su edad sería impensable para muchos jóvenes: diputado del Parlamento ruso, embajador de Unicef, presidente de la Fundación Soviética para la Paz y viajero incesante por medio mundo para inaugurar escuelas de ajedrez y dar conferencias o exhibiciones como la de Vigo. Más allá de que sus genes puedan ser especiales, él tiene una explicación clara de cuál es su motor: “Mi padre me inculcó que mantenerse activo es lo mejor para una vejez saludable”.

Lo cumple a rajatabla: “A pesar de que tengo derecho, ni siquiera he gestionado el papeleo para jubilarme, aunque lo voy a hacer ahora porque mi esposa me insiste mucho sobre ello”. Y lo razona: “Mucha gente, cuando se jubila, cambia completamente de vida y se desactiva. Tengo la impresión de que eso favorece el alzhéimer u otras demencias seniles. A mí me gusta todo lo que hago, y trabajo todos los días, incluidos sábados y domingos”.

Este sábado también ha trabajado, y bastante duro, en el centro comercial Travesía de Vigo. Por la mañana, contestando preguntas con el alcalde en una sesión de hora y media en el cine Yelmo, donde también estuvieron dos ajedrecistas excepcionales por distintos motivos: Inés Prado, de 24 años, campeona absoluta de Galicia en 2017, es una de las poquísimas mujeres que han ganado torneos donde casi todos los participantes eran hombres. Y Rubén Fernández, de 16, ganó el bronce en el Mundial relámpago sub 14 de 2019. Ambos ven una gran utilidad del ajedrez en las otras facetas de sus vidas. Prado, ingeniera química, investiga ahora en biología ambiental: “Lo que mi trabajo exige en cuanto a paciencia, planificación disciplina y concentración, por ejemplo, se desarrolla mucho con el ajedrez. Fernández destaca también la concentración “y el proceso de tomar decisiones”.

El trabajo de Kárpov siguió por la tarde con varias partidas de exhibición en la plaza adyacente al centro comercial. Primero hizo tablas en dos partidas de 15 minutos por bando frente a equipos de cinco jugadores de nivel medio-alto (los clasificados en los puestos 2 al 11 del torneo Travesía Vigo Master Chess, con más de mil participantes) que decidían en consulta. Luego otra frente al gran maestro serbio Aleksa Stríkovic, de 60 años, que ganó Kárpov. Ambos acompañados por sendos niños (Mario Montes y Xian Calvar) que realizaban los movimientos pares sin derecho a consulta. Y con una dificultad añadida, para ilustrar lo de mente sana en cuerpo sano: jugaron en un tablero megagigante de la empresa leonesa RMD, con piezas de caucho reciclado de hasta 200 kilos de peso y 1,80 metros de altura (movidas con ruedas).

Y entonces llegó el alcalde. Doctor en Económicas por las universidades de Santiago de Compostela y Cambridge, fue ministro, parlamentario y profesor de universidad, entre otras funciones, antes de convertirse en primer edil, en 2007. Caballero jugó al ajedrez en su infancia, se declara muy convencido de su gran utilidad educativa y se ha comprometido reiteradamente estos días a que su apoyo no terminará cuando se disipe el hume de sus fotos con Kárpov.

Dado que lo importante era llamar la atención y difundir el ajedrez, Kárpov aceptó que escenificaran una de sus partidas de los famosos duelos frente al disidente soviético Víktor Korchnói; concretamente, la 26ª del Mundial de Baguio (Filipinas) de 1978. El alcalde no ocultó que habían hecho teatro: “No tendría sentido alguno que yo jugase una partida normal con Kárpov, por razones obvias. De modo que el empate se acordó tras 27 lances.

En una conversación posterior con EL PAÍS, el alcalde insistió en su compromiso: “El ajedrez es una actividad fantástica como gimnasio mental para gentes de todas las edades. Pero resulta especialmente importante involucrar a niños y jóvenes. Y ya estoy planeando más actividades de ajedrez en Vigo. Tener aquí a Kárpov, para mí el mejor jugador de la historia, ha sido un enorme privilegio, pero no será lo único que hagamos para fomentar algo tan valioso y útil para la sociedad como el ajedrez”.

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