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El Banco Mundial pide medidas a China contra la contaminación ambiental

El problema causa gastos de hasta 217.000 millones de euros al año por problemas sanitarios

El Estadio Nacional de Pekín difuminado por la contaminación aérea en 2008.
El Estadio Nacional de Pekín difuminado por la contaminación aérea en 2008. EFE

El Banco Mundial ha revelado hoy un amplio plan para ordenar la creciente urbanización en China y pide al país que afronte la degradación del medio ambiente, problema que causa gastos de hasta 217.000 millones de euros al año por problemas sanitarios y muertes prematuras a causa de la contaminación.

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El informepreparado conjuntamente con el Centro de Investigaciones para el Desarrollo, un think tank que pertenece al Consejo del Estadoel gabinete chino, también pide un mayor acceso a las ciudades para los agricultores del país, mejores servicios sociales de adaptación y protección de sus derechos sobre sus tierras, así como un mayor papel de las fuerzas del mercado para promover un crecimiento económico sostenible y reducir las tensiones sociales.

"A medida que China se prepara para la próxima ola de urbanización, enfrentarse a las limitaciones ambientales y de recursos será cada vez más urgente, porque gran parte de la contaminación de China se concentra en sus ciudades", dice el informe. El documento estima que los altos niveles de mortalidad y otros problemas de salud derivados de la notoria contaminación del aire chino costarán al país entre 72.000 millones y 217.000 millones de euros al año.

Muchas de las recomendaciones se hacen eco del marco político establecido en un informe publicado la semana pasada por el Consejo de Estado, en el que se prevé que unos 100 millones de personas se trasladen a las zonas urbanas de la nación para el año 2020. Esto significa que la población urbana representará el 60% del total, un aumento de casi ocho puntos porcentuales comparado con el 52,6% de finales de 2012. Asimismo, se intenta convertir la actual economía china, basada en inversión, crédito y exportación, en una estimulada por consumo doméstico.

Se espera que unos ingresos más elevados de los futuros habitantes de las urbes lleven a un mayor gasto e impulsen el papel del consumo como motor del crecimiento. El consumo representa en la actualidad alrededor del 35% del PIB del país y está creciendo en términos absolutos, pero su ritmo de crecimiento no sigue el de la economía nacional.

El Gobierno chino ya ha dicho que va a expandir sus redes de transporte e infraestructura urbana para impulsar la urbanización. También ha anunciado un mayor estudio de los problemas del medio ambiente, a medida que aumentan las quejas por los altos niveles tóxicos de contaminación del aire y el agua.

"China puede mantener buenos resultados en su desarrollo económico si el Gobierno hace los ajustes necesarios a las políticas", ha dicho Sri Mulyani Indrawati, directora gerente del Banco Mundial a periodistas, aprovechando la ocasión que ofrecía la conferencia internacional sobre la urbanización china, según la agencia Reuters. Los líderes chinos han dicho en repetidas ocasiones que aceptarán un crecimiento más lento de la economía.

La rápida urbanización china de las últimas tres décadas, una parte clave de su desarrollo, “ha evitado los males comunes de la urbanización, como la pobreza, el desempleo y los barrios marginales de gran escala,” ha dicho Indrawati, según la agencia estatal Xinhua. "Pero algunas cepas han comenzado a surgir como la desigualdad, la degradación ambiental y el agotamiento acelerado de los recursos naturales", dice el informe.

El documento también dice que la conversión de las tierras de cultivo a suelo urbano desarrollado ha contribuido al incremento de las desigualdades, debido a una actitud preferencial hacia la industria en la asignación de tierras y a una insuficiente compensación para los agricultores.

Muchos críticos dicen que hay demasiada dependencia en la construcción y la promoción inmobiliaria y que no se impulsan los ingresos agrícolas ni la prestación de servicios urbanos, como la salud, la educación o las pensiones.

Según el informe, durante las dos décadas previas al 2010, los gobiernos locales expropiaron tierras rurales a aproximadamente 2 billones de yuanes (233.000 millones de euros) por debajo del valor de mercado. Esos fondos podrían haber aumentado los ingresos agrícolas. "La urbanización ya no debe ser impulsada por la financiación de las oportunidades que surgen de la conversión de tierras", ha dicho Indrawati.

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