Dirigentes enfrentados se alinean con Susana Díaz para defender el espacio del PSOE

En el acto de este domingo de Susana Díaz aparecerán juntos los dos presidentes de Gobierno socialistas y dos vicepresidentes, alejados entre sí desde hace muchos años y que no mantienen ahora ninguna relación. Felipe González, jefe del Gobierno español entre 1982 y 1996, estará junto al que fue su vicepresidente, Alfonso Guerra, cuya relación se rompió a principios de los años 90.

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José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno entre 2004 y 2011, acudirá al recinto ferial de Madrid junto al exvicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba para mostrar su apoyo a Díaz. Y con ellos otros dirigentes de ayer y de hoy que han decidido mostrar en público su preferencia por la presidenta de Andalucía para dirigir el PSOE frente a Pedro Sánchez y Patxi López, sobre todo frente al primero. Ese día habrá declaraciones del porqué de sus apoyos, aunque de manera oficiosa todos aluden a la defensa de su partido tal como lo han conocido y quieren que continúe, con los cambios y adaptaciones que sean necesarias.

Todos parten del reconocimiento, imposible de soslayar, de la crisis de apoyo social, agravada por dos severas derrotas con Pedro Sánchez como candidato. La fractura interna tampoco tiene precedentes desde hace muchos años. De todos los testimonios recogidos tras la pregunta de qué les une hay coincidencia en una frase: “Salvar al PSOE”. Esta es una expresión de la eurodiputada Elena Valenciano, ex vicesecretaria general durante la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba y con larga trayectoria en la vida de este partido.

¿Salvar al PSOE de qué? “La explicación de por qué hay tantos socialistas de procedencias tan diferentes apoyando a Susana Díaz es que hay que defender al PSOE de antes, de ahora y, sobre todo, del futuro. Es una unión en una situación de emergencia”, señala Valenciano, que también estará en el acto del domingo “junto a miles de militantes”, remacha. La gravedad de la situación viene dada por la pérdida electoral y por la fuerte crisis interna, que ha generado una división sin precedentes en la organización.

No todos los dirigentes consultados muestran un apoyo inquebrantable a la presidenta andaluza, a la que muchos de los que estarán el domingo en su acto en Madrid apenas han tratado. “Esta unidad trasciende a la persona de Susana Díaz”, señala un secretario general. “Nos une la idea de salvar un espacio político de la izquierda que aglutine a una mayoría social y que ha ocupado el PSOE desde la transición”, señala la diputada Soraya Rodríguez, exportavoz del grupo parlamentario socialista.

Disputa de liderazgo

Los dirigentes consultados recuerdan episodios de enfrentamiento muy duros, como el que protagonizaron Zapatero y José Bono o el de Alfredo Pérez Rubalcaba con Carmen Chacón. También la propia presidenta andaluza se vio inmersa en la pelea por la secretaría general por su apoyo a Sánchez, al declinar ser la candidata a la secretaría general frente a Eduardo Madina. Junto a ellos compitió José Antonio Pérez Tapias. Ahora Madina está con Díaz, y Tapias con Sánchez.

La división nunca fue por el proyecto, sino por la clásica disputa de liderazgo. Pero ahora atribuyen a Sánchez unos postulados ajenos al PSOE. Se fijan en su llamada a la “unidad de acción” de las fuerzas de la izquierda y las sindicales, como se lee en su documento de presentación de candidatura, y su cierto pesar por no haberse esforzado más en la negociación con Podemos tras las dos últimas elecciones generales. Tampoco se acepta como parte del ADN del PSOE la sustitución total de los órganos representativos por la consulta a la militancia para la toma de decisiones. En debates y en sus propios actos desgranará con más precisión sus postulados, señalan en su equipo.