Intervenidos 1.629 kilos de hachís ocultos entre botes de conserva
La droga, valorada en 10 millones, era transportada en un camión para abastecer al norte de España
La droga estaba oculta entre botes de conserva. La Guardia Civil ha intervenido 1.629 kilos de hachís que eran transportados en un camión desde Málaga al País Vasco para su distribución por el norte de España. El alijo decomisado en la bautizada como Operación Parralazo, en la que han sido detenidas tres personas, una de ellas un transportista, está valorado en cerca de 10 millones de euros.
La investigación se inició a raíz de la documentación incautada en otros golpes contra bandas criminales dedicadas al tráfico de estupefacientes. Esta pista condujo hasta un camionero de Logroño que aportaba a una organización vasca su vehículo y su conocimiento sobre las rutas más seguras para mover la droga. Presuntamente, cobraba más de 30.000 euros por cada viaje entre el sur el norte de la península.
El transportista riojano fue vigilado durante varios meses por la Guardia Civil, pesquisas que permitieron identificar a dos narcotraficantes asentados en Azcoitia (Gipuzkoa) y Durango (Bizkaia) que adquirían el hachís a través de un grupo criminal de Marruecos. Una vez cerrado el trato, la droga era enviada a Málaga a través de planeadoras y se ocultaba en un almacén de un polígono industrial de la capital de la Costa del Sol hasta su posterior envío al País Vasco.
El grupo mantenía reuniones en cafeterías y centros comerciales de Málaga para cerrar los flecos sobre el traslado de las sustancias estupefacientes. Durante estas citas, personal de confianza de la organización se encargaba de las labores de vigilancia y seguridad de la zona para controlar la posible presencia de la policía. La Operación Parralazo se precipitó tras comprobar que el camionero había adquirido miles de botes de conserva, acción que hizo sospechar que la banda se disponía a mover un importante alijo al almacén que tenía en el municipio de Amorebieta.
El camión, acompañado por dos vehículos lanzadera, fue interceptado en la AP-1, a la altura de la localidad burgalesa de Quintanapalla, y en su interior se localizaron 1.629 kilos de hachís distribuidos en 50 fardos. La Guardia Civil ha practicado varios registros y, además del vehículo pesado, ha intervenido tres coches de alta gama, todos ellos valorados en más de 200.000 euros.
En la operación han participado agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de La Rioja, apoyados por efectivos del Grupo de Acción Rápida (GAR) y del Servicio Cinológico, con perros especializados en la búsqueda de droga.
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