El PSOE exigirá por ley que los partidos hagan primarias
El programa socialista obliga a celebrar debates electorales y autoriza encuestas hasta el último momento
Los partidos políticos tendrán que hacer elecciones primarias entre sus militantes para designar a sus candidatos a la presidencia del Gobierno y de las comunidades autónomas, así como a las alcaldías. Estarán obligados por ley, por lo que no será, como ahora, una decisión al libre albedrío de las formaciones. Así figura en el borrador del programa electoral del PSOE, que orienta su reforma a dar mayor capacidad de decisión a los militantes. El cambio legal llevará también a que los debates entre candidatos sean obligatorios, y se suprimirá la prohibición de publicar sondeos los cinco días anteriores a los comicios.
Aunque la mayoría de los partidos políticos incluyen en sus estatutos la celebración de elecciones primarias para elegir a sus candidatos el objetivo del PSOE si gobierna es que sea obligatorio. Hasta ahora el PP es el único partido de gran entidad que no utiliza este procedimiento deselección. Los socialistas en el borrador de su programa proponen "refundir la ley de partidos políticos y la ley sobre financiación de los partidos en una sola norma", que se llamaría Ley de Partidos. En la misma habría novedades relevantes respecto a la actual legislación. En el apartado de "Democracia interna y derechos de los afiliados" se dice: "Regular la selección de los candidatos a la presidencia de los Gobiernos nacional y autonómicos y a las corporaciones locales (a partir de determinada población) mediante sufragio directo y secreto de los afiliados de ámbito territorial correspondiente. Los estatutos de los partidos establecerán el procedimiento, pudiendo abrir la participación a los no afiliados".
La obligación de elegir a los candidatos por primarias no lo es para elegir a sus cargos públicos, aunque sí se dice que hay que "dotar de mayor capacidad de participación a los afiliados mediante la elección directa de determinados cargos orgánicos".
También será por ley —y no por la voluntad de los partidos— la celebración de debates electorales. "Debatiré con todos, sobre todo y sin cortapisas", dijo la semana pasada el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, respecto a su voluntad de mantener debates electorales con sus adversarios políticos. Y así figurará en el programa electoral aunque tendrá que ser ya para la próxima legislatura.
Regular los debates
Dentro de un amplio apartado sobre reformas en el sistema electoral los redactores del borrador del programa socialista pretenden "Modificar la Constitución y la Ley Orgánica de Régimen Electoral General desde el consenso" con varios objetivos. "Regular la celebración de debates electorales con la creación de una Comisión Independiente de Organización de Debates formada por profesionales del periodismo de reconocido prestigio", es uno de ellos.
Si el PSOE llega al Gobierno, la Ley Electoral sufrirá una fuerte transformación. Aunque no llega tan lejos como proponer listas abiertas, sí aboga por un sistema de listas desbloqueadas. Este modelo se conoce como "listas desbloqueadas y modelo preferencial". Los partidos se reservarían como hasta ahora la potestad de elaborar su candidatura, pero se dejaría a los electores la posibilidad de cambiar el orden de los candidatos. Eso supone que si hay un porcentaje alto de electores que apuestan por que un candidato vaya en el número 1 de la lista, en vez del número dos, eso le puede torcer la mano al partido.
El texto de los socialistas lo explica así: "Permitir a los electores una mayor influencia sobre la designación finalmente de sus representantes e incentive una rendición de cuentas más personalizada entre la ciudadanía y sus representantes parlamentarios".
Una medida siempre cuestionada desaparecerá si sale a flote esta reforma. "Se suprime la prohibición de publicar sondeos durante el período de los cinco días anteriores a la celebración de los comicios". La influencia de los sondeos en la opinión pública ha sido la razón esgrimida para alejar casi una semana la publicación última de un sondeo del día de las elecciones.
Por último, el programa del PSOE no dice cómo pero propone "posibilitar de forma efectiva el ejercicio del voto a las personas con discapacidad que hoy no pueden" (por estar incapacitados judicialmente, por ejemplo).
La herencia de Rubalcaba
El equipo anterior a Pedro Sánchez, comandado por el entonces candidato Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostraba especialmente orgulloso por el programa electoral que presentaron en 2011. El PSOE recibió un varapalo electoral, pero quedó todo lo debatido entonces. Así lo reconoce la coordinadora del programa electoral Meritxell Batet al señalar que "no se parte de cero".
Muchas de las propuestas del borrador del programa tienen gran similitud con el anterior aunque ahora nuevos equipos las hayan trabajado. Antes y ahora los socialistas proponen "las listas cremallera", es decir, hombre y mujer alternativamente. El armazón del programa lo explicaron ayer Batet y el responsable de Acción Política, Patxi López, que con cierta solemnidad señalaron que el PSOE no presenta "un programa, sino un proyecto de país" con reformas radicales y que va más allá de los cuatro años de una legislatura. La modificación de la Constitución -cuyas líneas presentarán en un texto diferente- y la derogación "de algunos aspectos" -no el de la indemnización por despido- de la reforma laboral, enmarca otros objetivos de alcance como "ampliar el índice de escolarización desde los cero a los 18 años". La LOMCE como ya se había anunciado será derogada para sustituirla por una ley de educación consensuada.
Entre otras medidas, el PSOE quiere limitar el aforamiento al ejercicio de la actividad política, de tal manera que no afecte a cuestiones privadas. "Habrá obligación de cese de altos cargos a los procesados/imputados una vez abierto juicio oral por algún delito contra las administraciones públicas, que afectará también a los parlamentarios".
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