Los socialistas, a favor de sancionar a los clientes de la prostitución
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
El portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig, propuso ayer reactivar la redacción de una ordenanza que regule la prostitución en la ciudad y consideró que el capítulo de sanciones debe centrarse en los clientes. En una comparecencia de prensa para valorar la situación política durante el verano, Calabuig incidió en que la prostitución callejera no puede estar más tiempo sin regulación. Las sanciones, según Calabuig, deben recaer en "la parte fuerte, o sea los clientes, y no en la débil", de forma que se "ataque la demanda, que es la que genera el problema".
"Estamos dispuestos a reactivar la cuestión que lleva paralizada mucho tiempo y llegar a acuerdos con el gobierno para ponerla en marcha", agregó el socialista, que considera "inaceptable" el ejercicio de la prostitución callejera en cualquier punto de la ciudad.
A su juicio, es "evidente" que "no hay que intervenir únicamente desde el punto de vista represivo sino también desde punto vista social y urbanístico" porque, como denuncian los vecinos de Velluters -uno de los barrios más afectados por esta práctica-, "se usan viviendas y locales de manera ilegal y sin licencia para ejercer la prostitución".
Falta de sensibilidad
Calabuig comentó la falta de sensibilidad del gobierno local en la creación de empleo y puso de ejemplo la paralización del plan de rehabilitación de El Cabanyal, estancado desde 2007 por la Generalitat y el Ayuntamiento y que permitiría remozar más de 350 viviendas en el barrio marinero.
El portavoz socialista exigió explicaciones al gobierno de la popular Rita Barberá sobre el freno a las obras de la Línea 2 de Ferrocarrils de la Generalitat por falta de financiación. O la ausencia de Barberá este verano durante el debate sobre la defensa del corredor mediterráneo.
El concejal delegado de Relaciones con los medios, Miquel Domínguez, replicó a Calabuig. De la ausencia de la alcaldesa del debate estival en torno al corredor, Domínguez dijo que la regidora ya ha dicho "por activa y pasiva que es una infraestructura prioritaria y vital". De la ordenanza sobre prostitución callejera, Domínguez recordó que el gobierno municipal trató de impulsarla pero no contó con el apoyo del PSOE, y del plan de rehabilitación del Cabanyal dijo que está parado por la orden del Ministerio de Cultura. El plan lleva sin cumplirse desde su firma en 2007 y la orden ministerial es de final de 2009.
