Las presiones políticas complican el futuro de Ruz al frente de Gürtel
El PP y el PSOE se movilizan para influir en la comisión del Consejo del Poder Judicial El organismo decide este martes si facilita la continuidad del magistrado en el proceso
La comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial, integrada por cinco miembros —el presidente y dos vocales elegidos a propuesta del PP; y otros dos miembros apoyados por el PSOE— resuelve hoy el futuro del juez Pablo Ruz en la Audiencia Nacional entre fortísimas presiones políticas. El acuerdo previo alcanzado el pasado viernes entre vocales de las dos sensibilidades, que permitía a Ruz continuar al frente del caso Gürtel si pedía quedarse como refuerzo del nuevo titular que gane la plaza, puede saltar por los aires.
El PSOE rechaza avalar un acuerdo del que desconfían porque creen que no garantiza la continuidad de Ruz y por eso presionó durante todo el día de ayer a los vocales de su sensibilidad en la comisión permanente, Álvaro Cuesta y Mar Cabrejas, para que voten en contra. Algo parecido hizo el PP previamente con el sector conservador del Consejo del Poder Judicial para que el juez Ruz no continúe al frente de un sumario que destroza sus intereses electorales.
En sus últimos autos judiciales, este magistrado implicó al PP y a la ex ministra Ana Mato como “partícipes a título lucrativo” de los delitos cometidos por dirigentes populares en el caso Gürtel. El PP critica estas resoluciones y considera que la continuidad de Ruz al frente del juzgado podría perjudicar mucho sus intereses en un año con dos citas clave: las elecciones autonómicas y municipales de mayo y las elecciones generales de final de año. Algunos de sus candidatos podrían verse salpicados por nuevas resoluciones del juez Ruz.
Tres alternativas en el juzgado 5
El Consejo General del Poder Judicial está dominado con mayoría absoluta por los vocales nombrados a propuesta del PP (11 de 20), por lo pueden imponer su criterio en las decisiones que adopten los órganos de Gobierno. En relación con la plaza del juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que ahora ocupa en comisión de servicios Pablo Ruz, caben tres posibilidades.
Continuidad hasta marzo de 2015. El Consejo General del Poder Judicial saca a concurso la plaza del Juzgado de Instrucción número 5. La antigüedad en la carrera judicial marcará quién gana el puesto entre los jueces que opten a la plaza. El concurso se resuelve en febrero y el nuevo titular toma posesión en marzo. Ruz tiene que dejar el juzgado y volver a la plaza que tiene reservada en Móstoles. El caso Gürtel y el caso Bárcenas que instruye ahora el magistrado, junto a otros procedimientos, pasará a manos de un nuevo juez.
Continuidad hasta junio de 2015. El Consejo General del Poder Judicial podría prorrogar seis meses más —lo permite la Ley— la comisión de servicios del juez Pablo Ruz. Esa circunstancia obligaría al Consejo a tomar idéntica posición respecto a otros 42 juzgados que se encuentran en idéntica situación en toda España. Esta es la opción que defiende el PSOE.
Prórroga hasta el fin de la instrucción (sin fecha). La comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial tiene la intención de prorrogar automáticamente la comisión de servicios de Pablo Ruz hasta marzo de 2015, cuando el nuevo titular tome posesión de la plaza que gane en concurso. La permanente abre la posibilidad de que, en función de la complejidad y relevancia de determinadas causas abiertas en el juzgado, el actual instructor, Pablo Ruz, pueda solicitar quedarse como juez de refuerzo hasta la finalización de los procedimientos.
Una plaza con dueño. La plaza del juzgado 5 de la Audiencia pertenece al magistrado Antonio Carmona, ex vocal del Poder Judicial a propuesta del PSOE. Pero nunca llegó a ocuparla porque el Gobierno del PP le buscó antes un acomodo como juez de enlace para el Reino Unido, donde aún continúa.
Los intereses del PP y del PSOE en esta partida por el control del poder judicial amenazan la estabilidad del Consejo. Carlos Lesmes, presidente del Gobierno de los jueces, y varios vocales de la Comisión Permanente habían negociado durante las últimas semanas una fórmula que evitara el escándalo que supondría apartar al juez que instruye la causa sobre la corrupción en el partido que gobierna en España.
La convocatoria de plazas que hoy tenía previsto aprobar la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial establecía la siguiente salvedad: “Los magistrados que se ocupen de causas de especial relevancia o complejidad pueden solicitar continuar en sus destinos como jueces de refuerzo hasta finalizar estos procedimientos, para lo que se les concedería una nueva comisión de servicio”. Éra una formulación pensada como traje a medida del juez Ruz para posibilitar su continuidad al frente de las causas de corrupción que salpican al PP.
Esa fórmula intermedia acordada el pasado viernes puede variar hoy si en la comisión permanente se produce una fractura del voto como consecuencia de las presiones políticas de unos y de otros.
Ruz instruye el caso Gürtel desde junio de 2010, fecha en la que se hizo cargo del juzgado en comisión de servicios tras la suspensión del magistrado Baltasar Garzón. La red Gürtel es la mas extensa trama de corrupción conocida en democracia vinculada al PP. El magistrado abrió en marzo de 2013 una pieza separada de la causa, el denominado caso Bárcenas, donde investiga la financiación ilegal del PP durante casi 20 años (entre 1990 y 2009) a través de una caja b oculta al fisco.
El mandato de Ruz en comisión de servicios podría continuar hasta junio de 2015 si solicita la cuarta prórroga, pero el Consejo del Poder Judicial ha decidido sacar ahora esa plaza a concurso, entre otras 42 de parecidas características.
Por otra parte, siete de los 20 vocales del consejo, propuestos por PSOE, IU y PNV, han firmado una petición para que el futuro del juez del caso Gürtel se decida en pleno, donde se pondría de manifiesto una división aún mayor que la que se puede registrar en la Comisión Permanente.
Si el magistrado Pablo Ruz no puede continuar en el juzgado 5 de la Audiencia Nacional la causa se ralentizará porque el nuevo titular tendrá que asumir el estudio de un procedimiento con más de 200 comisiones rogatorias, un centenar de imputados, cientos de miles de folios de sumario, y más de una decena de vías alternativas de investigación abiertas tanto en el caso Gürtel como en el caso Bárcenas.
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