La Casa Blanca ya no habla español
La supresión de su versión en castellano añade tensión a la relación de Trump con los hispanos
Si el adolescente Keny Velásquez tuviera que levantar la voz para defender el bilingüismo en Estados Unidos, la batalla estaría difícil. Caminado por la mañana por una calle de Miami, portando una bolsa con maíz precocinado para hacer tortillas, se detiene a responder la pregunta muy tímido, apartando la mirada, diciendo poquísimas palabras y en un tono a duras penas audible.
–¿Qué te parece que Trump haya quitado la versión en español de la web de la Casa Blanca?
Su respuesta, musitada, sin embargo es clara: “Odia a los latinos”.
Hondureño de 17 años, llegado a Estados Unidos hace tres, dice: “Quiero quedarme a vivir aquí para siempre”. Ha aprendido inglés en la escuela. "Me gusta mucho". Cuando se le pregunta cuál es su palabra favorita en esta lengua, responde:
La Casa Blanca dice que no ha completado la actualización de su página web
Preguntado al respecto, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, sugirió este lunes que se recuperará la versión en español de la página web. Adujo que llevará "un poco más de tiempo" tener completada "pieza a pieza" la actualización del conjunto de la web presidencial.
“Hay mucho a hacer, hemos hecho mucho trabajo en la página web para garantizar que estábamos preparados para lograr lo más rápido posible el máximo número de información posible. Continuaremos construyendo la página web en el área de los asuntos y en esa área”, explicó, en referencia a la web en español, en una rueda de prensa.
–Hi –diminutivo en inglés de hola.
La supresión de la versión española añade otro gesto de fractura entre la nueva Administración y sus 57 millones de habitantes hispanos. "Es un detalle espantoso. Casi un 20% de la población es hispanoablante y de la mañana a la noche el español desaparece de la web. El mensaje es: no nos importa nada que seais bilingües, es vuestro problema”, opina Phillip M. Carter, catedrático de Lingüística en la Universidad Internacional de Florida (FIU).
La página había estado activa durante los ocho años de mandato de Barack Obama, traduciendo contenidos originales en inglés y generando otros en español sobre temas de interés de la comunidad hispana. Este lunes un portavoz de la Casa Blanca afirmó que la desaparición de la web en español, sin previo viso ni aclaración de ninguna clase, es temporal y su recuperación "tardará un poco".
Nadie debería sorprenderse de que haya borrado la web en español, como candidato no le hizo ningún caso a la comunidad de habla hispana de Estados Unidos
Ana Navarro, comentarista política republicana
“Nadie debería sorprenderse de que haya borrado la web en español”, responde la comentarista política republicana Ana Navarro, de origen nicaragüense y permanente azote de Trump. “Como candidato, con las excepciones de hacerle promesas a la comunidad cubana, atacar a los inmigrantes y prometer la construcción de un muro en la frontera pagado por México, no le hizo ningún caso a la comunidad de habla hispana de Estados Unidos. Y como presidente no ha nombrado a ningún hispano en su gabinete, algo que ocurre por primera vez en décadas”.
Durante la campaña, las únicas referencias de Trump al español se limitaron a definir como “bad hombres” a los delincuentes de origen hispano y a recomendar a otro candidato republicano, Jeb Bush, cuya esposa Columba nació en México, “dar ejemplo y hablar en inglés”.
“Que nos hayan borrado de la página no significa que nos borren como americanos”, dice la congresista demócrata de padres mexicanos Nanette Díaz Barragán, que con 40 años conquistó su escaño federal por California en las pasadas elecciones. “Exijo al equipo de la Casa Blanca que revise de inmediato este asunto. Somos americanos y estamos aquí para quedarnos”, afirma. El expresidente del Partido Republicano en Florida Al Cárdenas, cubanoamericano, contempla el asunto de la web en español en un contexto más amplio y lo intepreta como una decisión que aumenta su “grado de preocupación” por las relaciones de la nueva presidencia con América Latina.
Desde Orlando, el activista puertorriqueño Jimmy Torres juzga la eliminación de la web como “otro paso de Trump para ganarse al sector más recalcitrante de los racistas americanos". "Este señor sigue a lo suyo, tirándole carne a los lobos. Es un nuevo acto de desprecio a la comunidad latina”. Torres lo compara con un vídeo de diciembre pasado que se hizo viral en el que una mujer mayor le decía con agresividad en la fila de un supermercado de Kentucky a una latina joven: “Habla en inglés. Estás en América. Si no sabes hablarlo, lo aprendes”.
En California, la primera economía de Estados Unidos y el Estado con más hispanohablantes del país, es prácticamente implanteable no tener una vía institucional de comunicación en español. Desde los anuncios por megafonía del metro de Los Ángeles hasta la información electoral, hay una versión en español de casi todo. California tiene un 39% de población latina, la gran mayoría de México. El condado de Los Ángeles, el más poblado de Estados Unidos, tiene un 50%. En las escuelas públicas de esta ciudad, más del 70% de sus 600.000 alumnos son latinos. Cualquier rueda de prensa del alcalde, Eric Garcetti, es bilingüe, en inglés y español. En Florida, el condado de Miami Dade tiene un 65% de latinos, y una de sus ciudades, Hialleah, supera con holgura el 90%.
Es un ataque fundamental a nuestra democracia, una cosa que nos debe alarmar a todos
Steve Zimmer, presidente del Consejo Escolar de las escuelas de Los Ángeles
Steve Zimmer, presidente de la Junta Escolar del Distrito escolar de Los Ángeles, pone su administración como ejemplo de la relevancia del español. “Es de fundamental importancia que nuestros padres tengan acceso a la información sobre la educación de sus hijos en su propio idioma”, contesta en un correo electrónico. Su oficina está aumentando el personal bilingüe para dar servicio de traducción a varios idiomas. “El hecho de que la Casa Blanca haya abandonado el compromiso que tenía la Administración de Obama con dar servicio adecuado a todas nuestras comunidades forma parte de un ataque fundamental a nuestra democracia, cosa que nos debe alarmar a todos”, dice el presidente del segundo distrito escolar más grande de Estados Unidos.
La situación es parecida en todo el suroeste de Estados Unidos. En Arizona, entre Tucson y la frontera con México los carteles de la carretera dejan de estar en millas y la distancia se comunica en kilómetros. Texas, el segundo estado con más población hispana después de California, tiene un 48% de alumnos en sus escuelas de origen hispano, según datos de Pew Center. En cualquier administración de las grandes ciudades de Estados Unidos la opción de dar información en español saldría sin preguntar. Desde el viernes, no es así en la Casa Blanca.
La ausencia de la versión en español de la Casa Blanca de Trump, “espero que sea falta de preparación y no por menospreciar a nuestra comunidad”, dice Ben Monterroso, director de Mi Familia Vota. Su organización se dedica precisamente a conseguir que los latinos participen en política, y en ese trabajo es importante que la información esté en español. “Espero que sea algo que no se habían preparado y sea temporal. Si es permanente, es más serio”, dice Monterroso. “Pero aún así no deja de ser una indicación de la prioridad que somos para ellos. No hace falta hablar inglés para ser americano. Uno es americano por la forma en que contribuye a este país”.
Esa es la nueva realidad: el presidente no nos ve como parte de este país
David Huerta, presidente del sindicato SEIU en Los Ángeles
A la espera de ver si es que simplemente el equipo de Trump no había pensado esa posibilidad y lo arregla en el futuro, Monterroso cree que “lo más importante es el simbolismo”, independientemente de que una mayoría de latinos entienda inglés, porque se han educado en ese idioma. “Hemos luchado muchísimo para que se reconozca que somos parte de este país y que no nos ignoren y no nos traten diferente porque hablamos español. Eliminar abruptamente se espacio en el website puede mandar mensajes que no son necesarios y regresar a otros tiempos”.
David Huerta es el presidente en Los Ángeles de SEIU, el sindicato de trabajadores de servicios más grande de Estados Unidos. Muchos de sus afiliados son inmigrantes latinos y parte no hablan inglés. Eliminar el español de las administraciones “no se debería permitir”, opina. “La transparencia del Gobierno es un derecho básico que tenemos todos” y que se está violando si no se facilita en otros idiomas. “Es una discriminación. ¿Cómo se comunica con su Gobierno alguien que no habla inglés? No solo hispanos, sino chinos o árabes. El inglés no es el único idioma de Estados Unidos”. “Es obvio que esto es un mensaje de que este presidente, cuando dice América primero, no incluye a los hispanos, que somos la primera minoría de este país y la mayoría en muchas partes del suroeste”, opina Huerta. “Esa es la nueva realidad: el presidente no nos ve como parte de este país”.
"Apostar por el monolonguismo en un país de gran diversidad cultural y social como lo es Estados Unidos no es un asunto menor", opina Cristina Rivera Garza, escritora mexicana y profesora de Estudios Hispánicos y Escritura Creativa en la Universidad de Houston. "Los cambios demográficos que convirtieron al español en una lengua necesaria y viva no se revertirán de la noche a la mañana. Hablemos español en las calles y en las escuelas, en los centros comerciales, en el transporte público, en las plazas. Continuemos escribiendo en español desde Estados Unidos. Esa también será nuestra resistencia ante Trump".
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