“Nunca soñamos con estar en el Gobierno”
Uno de los fundadores de HIJOS asegura que "la sociedad no va a permitir que otro gobierno acabe con esta política de derechos humanos"
Eduardo de Pedro, Wado, nació hace 38 años en Mercedes (Buenos Aires). Es hijo de desaparecidos. Hace 20 años estuvo en la fundación de HIJOS y fue uno de sus miembros más activo. Ahora es uno de los más cercanos consejeros de la presidenta.
Pregunta. Cuando empezaron en los 90 con los escraches contra Videla, Galtieri, Astiz y otros, ¿se imaginaba que podría llegar a ser secretario general de la presidencia?
Respuesta. En ese momento la Argentina se estaba desintegrando económica, social y políticamente. Militábamos por valores tan fundamentales y tan importantes como la democracia, la participación, la inclusión, la justicia. Sabíamos que todo eso que nos estaba pasando tenía que cambiar. En esa primera época de militancia veíamos al Estado como el responsable de esos problemas y como la herramienta de los poderes concentrados para excluir a mayoría de la sociedad. Así que no había forma de que entre nuestros sueños figurara la posibilidad de formar parte de un gobierno. Esa posibilidad fue surgiendo a medida que Néstor y Cristina nos demostraron que el Estado también servía para poner de pie a la sociedad, para defender a los sectores más débiles del pueblo.
P. ¿Cómo vivió este proceso político?
La Argentina que vivimos hoy ha comenzado a revertir las injusticas con un proceso de reindustrialización
R. En un primer momento lo vivimos con mucha expectativa y gran entusiasmo. Que después de la debacle del país en 2001 viniera un presidente a reivindicar la política, a hablarle a la gente de sus problemas de manera simple y fácil, nos generó muchísima expectativa. Inmediatamente Néstor y Cristina convocaron a los jóvenes a participar y a militar. Fuimos creciendo, fuimos madurando y de a poco nos vinculamos también a la gestión.
P. ¿Cómo se pasó de una Argentina en la que el movimiento era minoritario a la que les coloca en el poder?
Creo que el pueblo va a elegir la continuidad de este proyecto político
R. Aquella era una Argentina para pocos, en la que millones no tenían trabajo, no contaban con una jubilación y caían irremediablemente en la pobreza y la indigencia, y esta Argentina que vivimos hoy ha comenzado a revertir esas injusticas con un proceso de reindustrialización que creó 200 mil nuevas empresas, 6 millones de empleos, 3 millones de nuevos jubilados y 4 millones de asignaciones universales para nuestros chicos. Aquel era un país sometido al sistema financiero que dilapidó los recursos de todos los argentinos: su petróleo, su línea aérea de bandera, su agua, sus trenes, los recursos de los trabajadores; y hoy somos un país que se valora a sí mismo, que ha recuperado la autoestima, y que defiende su soberanía y sus recursos.
P. Hay varias personas de HIJOS y de la anterior generación, de los que estuvieron en el exilio, que ahora tienen cargos de responsabilidad. ¿Hay un plus político, de legitimidad, por el hecho de estar marcado por una historia tan dura?
R. He militado en HIJOS, que es una red por la cual han pasado miles de jóvenes y la verdad que son muy pocos los que hoy están con alguna responsabilidad en la gestión pública. Lo que sí está claro es que el haber militado de joven en una experiencia política que tenía que ver con la búsqueda de justicia despertó en mí y en muchos jóvenes las inquietudes necesarias para después convertirse en dirigentes políticos. Cada uno de nosotros que asumió un cargo de responsabilidad lo ha hecho en representación de muchos otros compañeros. Esa es la legitimidad que hemos forjado.
P. ¿Cuando cambie el Gobierno cambiará esta política?
R. En primer lugar creo que el pueblo va a elegir la continuidad de este proyecto político que ha generado felicidad en millones de compatriotas, y por lo tanto la política de derechos humanos no sólo va a continuar si no que se va a profundizar. Todavía quedan juicios pendientes, 400 nietos robados por la dictadura por recuperar y resta avanzar en el esclarecimiento del rol que le cupo a la pata civil de la dictadura. Me refiero a empresarios, corporaciones y medios de comunicación, entre otros. Creo que hay un sector de la oposición que pretende clausurar esta política. Ya lo han dicho públicamente. Pero la sociedad ya está madura y es muy inteligente y no lo va a permitir.
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