Turquía apunta a Siria por los atentados que han causado 43 muertos
Varios coches bomba han explotado en la ciudad turca de Reyhanli, en la frontera
Dos fuertes explosiones en el centro de la localidad de Reyhanli, provocadas por dos coches bomba, han causado hoy la muerte de al menos 42 personas y han dejado más de 100 heridos, muchos de ellos en situación crítica, según las autoridades turcas.
El viceprimer ministro turco, Bulent Arinc, señaló que “Bachar el Asad y su mujabarat [los servicios de inteligencia] y grupos armados son los sospechosos habituales en cuanto a planear y realizar este tipo de ataques”. Ha añadido que “si se comprueba que El Asad es responsable, haremos lo que sea necesario”.
“Nadie debería poner a prueba la capacidad de Turquía. Nuestras fuerzas de seguridad tomarán todas las medidas necesarias”, ha advertido por su parte desde Berlín el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, de visita oficial en Alemania. Tras este incidente, el Ejército turco habría enviado tanques y otros vehículos militares a Reyhanli, según ciertas informaciones que no fueron confirmadas de forma oficial.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha pedido calma y ha asegurado que su Gobierno está investigando los incidentes. Erdogan ha dicho a los periodistas que los atentados podrían estar relacionados con el conflicto en Siria o bien ser obra de alguna parte interesada en que fracase el actual proceso de paz entre Turquía y la milicia kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo).
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha calificado los atentados de “despreciables” y ha señalado que Turquía, como país miembro, tiene el apoyo de la Alianza. Desde febrero, Turquía cuenta con seis baterías de misiles Patriot desplegadas por la OTAN en el sur de país para proteger su territorio frente a hipotéticos ataques con misiles balísticos desde Siria.
Reyhanli, en la provincia de Hatay, se encuentra a unos pocos cientos de metros del puesto fronterizo de Cilvegozu, que la conecta con la localidad de Bab al-Hawa en el lado sirio. Unos 25.000 sirios se han refugiado en Reyhanli, que sirve de lugar de tránsito de ayuda humanitaria y armas destinadas a los civiles y rebeldes sirios.
Las dos explosiones de hoy han ocurrido frente a un edificio de la municipalidad y otro del servicio de correos. Imágenes y vídeos tomados en las zonas afectadas muestran edificios totalmente destruidos, vehículos carbonizados y calles cubiertas de escombros. Residentes en la ciudad hablaban de cuatro y hasta cinco explosiones.
La situación es muy tensa en Reyhanli y, según ciertas informaciones recogidas por la prensa local, tras las explosiones un grupo de jóvenes de la ciudad habría atacado a refugiados y también coches con matrícula siria. Ya hace unos días hubo algunos enfrentamientos callejeros en Reyhanli entre grupos de jóvenes turcos y sirios.
En febrero, la explosión de una furgoneta bomba en tierra de nadie entre ambos lados del paso fronterizo provocó la muerte de al menos 14 personas, la mayoría de nacionalidad siria, e hirió a varias decenas. Los materiales usados en las explosiones de ayer serían similares a los encontrados tras el atentado de febrero, según ha informado una televisión turca. En su momento, las autoridades también vincularon aquel ataque con los servicios de inteligencia sirios.
Turquía y Siria comparten cerca de 900 kilómetros de frontera y, desde el inicio de la guerra en Siria en marzo de 2011, ha habido diversos incidentes en el territorio turco relacionados con el conflicto. Hasta ahora, el peor había ocurrido el pasado octubre, cuando cinco mujeres murieron por la explosión provocada por un proyectil de mortero lanzado desde el lado sirio. Entonces, el Ejército turco respondió con su propia artillería y desplegó tropas y varios tanques junto a la frontera.
El conflicto de Siria lleva meses amenazando con extenderse a los países de su alrededor. En las últimas semanas, la milicia y partido político chií libanés Hezbolá ha intervenido directamente en los enfrentamientos en Siria del lado del Gobierno, mientras que voluntarios mayoritariamente suníes de Líbano y otros países han acudido en apoyo de los rebeldes. Además, la semana pasada Israel realizó supuestamente varios ataques aéreos en territorio sirio, destinados a evitar que ciertas armas del arsenal del régimen llegaran a manos de Hezbolá, grupo enemigo de Israel.
La guerra en Siria, que enfrenta al régimen de El Asad con diversas milicias rebeldes y grupos islamistas, ha causado la muerte de más de 70.000 personas, la mayoría civiles, según cifras de la ONU.
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