Londres dice que crecen las pruebas del uso de armas químicas en Siria
El primer ministro británico se suma a la denuncia planteada ayer por EE UU Cameron llama a "elevar la presión" sobre el régimen de El Asad pero descarta una intervención
El primer ministro británico, David Cameron, se ha sumado este viernes a la denuncia estadounidense sobre el uso de armas químicas por el régimen sirio al confirmar en declaraciones al programa BBC Breakfast que hay “crecientes evidencias” sobre ello y exigir que se redoble la presión internacional a Siria. Cameron, sin embargo, consideró “improbable” el despliegue de tropas británicas en la región. Según los medios británicos, el uso de gas sarín ha sido probado en dos casos diferentes, en lugares distintos y fechas distintos. Una de las muestras ha sido analizada por las autoridades estadounidenses y la otra por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de la Defensa británico en Porton Down, en la región de Wiltshire.
“Lo que estamos viendo es muy alarmante. Son pruebas limitadas pero crecientes que nosotros también hemos visto sobre el uso de armas químicas, probablemente por parte del régimen. Esto es muy serio, es un crimen de guerra, y deberíamos tomárnoslo muy en serio”, ha asegurado el primer ministro.
“Creo que el presidente Obama tenía toda la razón cuando se refirió a las líneas rojas. Esto debería constituir una línea roja para la comunidad que debería obligarnos a hacer más cosas”, añadió. “Siempre he sido partidario de que hagamos algo más. Estamos trabajando con la oposición, queremos que nuestros aliados y socios hagan más cosas con nosotros para dar forma a la oposición y asegurarnos de que estamos apoyando a la gente que tiene buenas intenciones y que quiere que esto acabe bien y que se ponga fin al régimen”, explicó Cameron.
Preguntado sobre si eso significa que hay posibilidades de que se desplieguen tropas británicas en Siria, el primer ministro dijo: “No me gustaría ver eso y no creo que sea probable que ocurra, pero podemos aumentar la presión al régimen, trabajar con nuestros aliados, trabajar con la oposición para conseguir que esto acabe bien. Tememos que reunir pruebas y además mandar una advertencia muy clara al régimen sirio sobre estas acciones vergonzosas”.
El uso de armas químicas en Siria fue apuntado por el director de la Oficina de Asuntos Legislativos de la Casa Blanca, Miguel Rodríguez, en una carta al Congreso en la que sostiene que hay “ciertas garantías” del uso de armas químicas por el régimen sirio. Sin embargo, aclaró que esas pruebas señalan un uso a pequeña escala de esas armas y admitió que las pruebas de inteligencia lo prueban “con variable certeza”, una expresión que se suele utilizar cuando hay división de opiniones sobre la cuestión.
Un portavoz del Foreign Office ha confirmado en Londres que “material procedente del interior de Siria ha dado resultado positivo en los análisis sobre la presencia de sarín”. Un reportero del Times citado por la BBC y que ha accedido a pruebas documentales de esos análisis ha señalado que un vídeo médico tomado a principios de este mes muestra que pacientes procedentes de la zona del norte de Aleppo parecen haber sido alcanzados por metralla pero tienen la boca espumosa, las pupilas dilatadas y otros síntomas que tienden a confirmar el uso de armas químicas.
Sin embargo, un alto cargo británico citado por el Financial Times, aunque confirma que hay “crecientes pruebas” sobre el uso de armas químicas, matiza: “Lo que las pruebas no nos dicen son cosas como la escala de ese uso, el lugar preciso y si el gas sarín ha sido utilizado como arma de guerra. Aún no tenemos la información incontestable que nos permita hacer una afirmación categórica que no podría ser desmontada ante el tribunal de la opinión pública internacional”.
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