El FBI muestra las imágenes de dos sospechosos del atentado de Boston
Se trata de dos jóvenes tocados con gorras de béisbol y con dos mochilas a la espalda
La investigación del atentado de Boston acaba de entrar en una nueva fase. Identificados por el FBI dos hombres portando sendas mochilas, la Agencia Federal de Investigación ha hecho públicas las fotos y el vídeo en el que se ve a las dos "personas de interés" mezcladas entre el público que asistía al maratón.
El FBI ha insistido en que estas son las únicas fotos a las que hay que prestar atención. Estas dos personas son las que buscan todas las fuerzas del orden del país. "Cualquiera con información que nos contacte", ha reclamado el agente Rick DesLauriers, del FBI.
En el vídeo, ambos hombres andan juntos en una dirección cargando con las mochilas para poco después desaparecer de la cámara. El llamado por el FBI "sospechoso número uno" lleva una gorra negra de béisbol con una rata blanca. El dos, una blanca puesta del revés. Ambos son jóvenes.
El FBI ha realizado un llamamiento a la opinión pública para que ayude a localizar a ambos, advirtiendo de que van armados y son "extremadamente peligrosos".
Desde primera hora de la mañana circuló una foto por Internet del sitio Reddit en la que aparecía un hombre llevando una mochila en las manos a un lugar y luego alejándose sin ella
Durante todo el día, la información sobre la identificación de un sospechoso e incluso su arresto ha sido una espiral de confirmaciones y desmentidos. A esto no ayudó que una rueda de prensa del FBI planificada para las cinco de la tarde fuera retrasada en dos ocasiones para, finalmente, ser cancelada por el FBI segundos después de que la policía de Boston anunciase que tendría lugar a las ocho de la tarde.
Desde primera hora de la mañana circuló una foto por Internet del sitio Reddit en la que aparecía un hombre llevando una mochila en las manos a un lugar y luego alejándose sin ella. Al lado de esa foto, la página web ofrecía otra instantánea de una mochila reventada por los efectos de una explosión similar a la que el hombre acarreaba.
La información anterior no fue confirmada y tanto el FBI como la policía de la ciudad insistieron en que no se había producido ninguna detención, a pesar de que varios medios de relevancia declaraban lo contrario.
Desde que el FBI reclamase el pasado martes ayuda ciudadana para dar caza y captura al individuo o individuos responsables de este crimen, las autoridades han recibido miles de imágenes y películas para revisar, que ahora parecerían haber dado resultado. Con un método similar fue con el que se atrapó a los responsables de los atentados de Londres en julio de 2005.
Todas las pruebas han sido ya enviadas a la sede del FBI en Quantico (Virginia), donde se espera reconstruir el arma criminal y lograr resultados que arrojen luz sobre un caso que sigue teniendo grandes incógnitas abiertas y ninguna respuesta
La Casa Blanca mantuvo, sin embargo, la prudencia y poco antes declaró en rueda de prensa que seguía sin saber si el ataque contra el maratón de Boston era la obra de “un individuo o de un grupo, de un terrorista extranjero o doméstico”.
Lo que sí se sabía cada vez con mayor certeza es que las bombas fueron construidas a partir de ollas exprés cargadas de metralla —clavos y bolas de acero— con la intención de mutilar al mayor número posible de gente. Los aparatos explosivos fueron colocados en el suelo, por lo que el mayor daño lo sufrieron las piernas de la gente que asistía al evento, lo que no deja de ser una cruel ironía al tratarse del más famoso maratón del mundo.
Por la mañana, las autoridades que investigan el ataque encontraron la tapa de una olla a presión en la azotea de un edificio cercano al sitio de una de las explosiones. También anunciaban haber encontrado restos retorcidos de una olla a presión de la marca Fagor junto a metralla, un detonador y cables de lo que se cree fue el primer aparato explosivo que estalló en la línea de meta de la carrera el lunes pasado, que costó la vida a tres personas y dejó heridas a casi 180.
Todas las pruebas han sido ya enviadas a la sede del FBI en Quantico (Virginia), donde se espera reconstruir el arma criminal y lograr resultados que arrojen luz sobre un caso que sigue teniendo grandes incógnitas abiertas y ninguna respuesta.
Las ollas de presión se han usado en artefactos explosivos por grupos extremistas en Afganistán, Irak, India y Nepal. Según un informe reciente del Consorcio Nacional para el Estudio del Terrorismo y las Respuestas al Terrorismo, estos artefactos improvisados fueron el arma más común empleada en más de 200 conspiraciones y ataques terroristas en EE UU desde 2001 a 2011.
En el atentado frustrado de Times Square de Nueva York en 2010, la policía se incautó de una olla a presión, entre otros materiales. Ese mismo año, terroristas usaban una olla de esas características en un ataque en Pakistán. En 2006, más de 130 personas morían en Bombay cuando varias ollas a presión repletas de explosivos estallaban en diferentes trenes.
El miércoles, el agente del FBI al cargo del caso, Richard DesLauriers, declaraba: “¿Alguien sabe quién ha hecho esto?”. En un apasionado llamamiento a la población reclamando información, el agente recordó que “la persona que hizo esto es el amigo de alguien, su vecino, su compañero de trabajo o su familiar” y abrió de par en par la puerta para que quien sepa algo diga algo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.