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Un acuerdo pone fin a cuatro años de guerra en la República Democrática del Congo

El pacto prevé la creación de un gobierno transitorio en el que el presidente Kabila continuará ejerciendo su cargo

La guerra en la República Democrática de Congo (RDC), que azota el país desde hace cuatro años y en la que han muerto 2,5 millones de personas, ha terminado, tras la firma la pasada noche en la capital de Sudáfrica, Pretoria, de un acuerdo entre las partes congoleñas enfrentadas.

El texto del acuerdo apela a la creación de un Gobierno de unidad nacional de carácter transitorio en el que el presidente del país, Joseph Kabila, continuará ejerciendo su cargo asistido por cuatro vicepresidentes, cuyos nombres no aparecen en la declaración, que representarán al Gobierno, a los dos grupos rebeldes de mayor importancia y a la oposición política no armada.

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Las primeras elecciones democráticas

Esta distribución de poder tendrá una vigencia de dos años y concluirá con la celebración de las primeras elecciones generales democráticas en el país desde que logró su independencia en 1960 del Congo Belga, entonces dependiente de Bélgica. En estos comicios participarán "sin exclusiones" todas las fuerzas políticas".

Los cuatro vicepresidentes se encargarán de encauzar los principales puntos de fricción durante las negociaciones: la configuración del Gobierno y las relaciones con los dos principales grupos rebeldes -Movimiento de Liberación del Congo (MLC, apoyado por Uganda) y Agrupación Congoleña por la Democracia (RCD, apoyada por Ruanda)-, con la oposición y con la sociedad. Estas partes estarán representadas en el Gobierno, que tendrá 36 carteras ministeriales y 25 viceministros.

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La transición política del vasto país de Africa Central será supervisada por la Misión Observadora de Naciones Unidas para el Congo (MONUC), con un contingente de 5.500 hombres. La guerra comenzó en agosto de 1998 con el levantamiento armado de los líderes militares tutsis congoleños o banyamulengues, que apoyados por Uganda y Ruanda, acusaron al Gobierno de Kinshasa de corrupción y mala administración.

"Un motivo de orgullo y satisfacción"

El portavoz de la RCD, Jean-Pierre Lola-Kisanga, ha declarado que el acuerdo de paz supone "un motivo de orgullo y satisfacción". "También supone el reconocimiento que nosotros expresamos por esta firma a todos nuestros compatriotas congoleños componentes del diálogo por las diferentes concesiones hechas por unos y otros, concesiones que han permitido la firma de este acuerdo de paz", ha añadido Lola-Kisanga.

Por su parte, el portavoz de la Presidencia del país ha señalado que aceptó la firma del acuerdo "para poner fin a la guerra" pero "con reservas", ya que consideran que "la actitud del MLC es un engaño".

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