El Gobierno argentino paraliza todas las decisiones judiciales contra el 'corralito'

El Gobierno argentino ha suspendido hoy por decreto, durante seis meses, las resoluciones judiciales contra el llamado corralito financiero que impide parcialmente a los argentinos disponer de los ahorros que tienen depositados en los bancos, según informa el diario Clarín en su edición digital. La medida imposibilita que se produzcan decisiones judiciales como la del viernes, en la que la Corte Suprema declaró inconstitucional el corralito, abriendo la posibilidad de que los ciudadanos dispongan libremente del dinero que tienen en sus cuentas, lo que podría derivar en una masiva fuga de capital y en el colapso del sistema bancario.

Por espacio de seis meses, "la tramitación de todos los procesos judiciales, medidas cautelares y ejecutorias" contra el corralito bancario y la pesificación forzosa de los ahorros y las deudas han quedado suspendidas. Se calcula que la justicia argentina tramita en estos momentos más de un millar de recursos interpuestos por los ciudadanos y se esperaba que hoy aumentara esa cifra, debido a la sentencia del viernes de la Corte Suprema.

A través del decreto número 214/2002, publicado esta mañana en el Boletín Oficial del Estado con su firma y la de los ministros del Gabinete, el presidente Eduardo Duhalde dispuso paralizar "por 180 días" todas las acciones judiciales en curso.

Nuevo plan económico

Por otra parte, el Gobierno argentino, a través de su ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, ha anunciado esta misma noche su nuevo plan económico. La rueda de prensa del ministro se retrasó 24 horas por el sorprendente fallo de la Corte Suprema de Justicia.

La sentencia de la Corte Suprema ha forzado al Gobierno a levantar algunas de las restricciones a la extracción de dinero de los bancos. Por tanto, a partir del miércoles, los argentinos podrán ir al banco para retirar de golpe sus salarios, así como las indemnizaciones por despido y las jubilaciones. El resto de los depósitos que permanecen en los bancos seguirán atrapados en el llamado corralito.

De todos modos, Jorge Remes Lenicov ha dejado claro que el Gobierno al que representa no acepta de buen grado la sentencia de la Corte Suprema que obliga a suspender las restricciones. "Ese fallo puso en tela de juicio la seguridad de los ahorristas y del sistema productivo y financiero", ha asegurado el ministro.

El nuevo plan prevé que se pesifiquen a un cambio de 1,4 todos los depósitos en dólares. El capital de los ahorristas se actualizará en base al índice de precios al consumo y será posible renegociar los intereses. Además, aquellos que tengan depósitos inferiores a los 30.000 dólares podrán cambiar su capital por un título del Gobierno canjeable a largo plazo.

Los préstamos bancarios se pesificarán a un cambio de uno a uno, por lo que, según el ministro, "si una persona debía antes un dólar, ahora debe un peso". Estos préstamos también mantendrán su cuota de pago durante seis meses y después se renegociarán. Los contratos privados también se van a pesificar con un cambio de uno a uno.

Para financiar todos estos cambios, la Administración emitirá moneda hasta un tope de 3.500 millones de pesos durante 2002, de los cuales 1.000 millones serán adelantos del Tesoro Nacional. Pero para eso el Congreso tendrá que aprobar el martes el nuevo Presupuesto oficial.

Con el fin de pesificar por fin toda la economía argentina, "va a haber un solo mercado de cambios" en el cual el peso fluctuará libremente con respecto al dólar.

Nuevo presupuesto

El ministro ha anunciado, además, que el proyecto de Presupuesto para 2002 que presentará este martes ante el Congreso incluirá un déficit de 3.000 millones de pesos (unos 1.500 millones de dólares), frente a los 10.000 millones del año pasado.

La máxima que regirá el gasto público en Argentina durante el presente ejercicio será, ségún Remes Lenicov, "no gastar lo que no se puede financiar genuinamente".

La Ley de Presupuestos incluirá "fuertes ajustes, excepto en el gasto social" e incluirá una partida de 1.000 millones de pesos para crear un subsidio para desempleados, otros 340 millones de pesos para un plan alimentario y un plan de medicamentos para surtir a todos los hospitales públicos.

Según Lenicov, Argentina, en la actualidad, tiene una deuda equivalente al producto interior bruto del país en un año. Para evitar que esa deuda crezca el Gobierno reformará el sistema fiscal con el fin de buscar la igualdad entre ingresos y gastos.