Tres motivos
Rubias, perras, a fregar... Cada día hay razones para ser feminista
Un amigo nos preguntó hace días a un grupo de mujeres cómo explicaríamos el feminismo a “un cuñado de manual que cree que es lo contrario al machismo”.
Me hace feminista leer a una de las políticas más poderosas de España decir que, incluso a su nivel, persisten estereotipos de hombres que negocian con mujeres a las que les va mejor si se hacen un poco las tontas. Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid: “Cuando te reúnes con hombres y ‘te haces la rubia’, pero sin bajar la guardia, consigues muchísimo más”. Entendamos el tono —una entrevista distendida en S Moda—, sin ignorar el fondo.
También me hace feminista leer las amenazas de violación que ha recibido otra de las principales líderes políticas. Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, denunciará a quien le escribió en Twitter, bajo seudónimo: "Cállate puta catalana, no eres nadie para opinar perra. El día que te encuentre te voy a violar hija de puta". La amenaza iba acompañada de la foto de una pistola.
Y me hace feminista con mucha, mucha fuerza, leer a Andrea, que tiene 13 años y es futbolista de un equipo femenino que por muchas victorias que acumule no logra patrocinador. Contaba en estas páginas que en un partido un chaval la mandó a fregar. “Su madre, desde la grada, nos gritó guarras. No decimos nada, nos entra por un oído y nos sale por otro. Tiré, marqué gol y ganamos. Así les respondemos nosotras”.
Son solo tres, pero todos los días me encuentro con nuevos motivos que podrían servir a mi amigo.
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