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Alanis Morissette no acepta las disculpas de su exmánager

Jonathan Todd Schwartz, que le robó a la cantante 4,8 millones de dólares, ha escrito una carta abierta explicando por qué lo hizo

Alanis Morissette, en un concierto tributo a Bob Dylan.
Alanis Morissette, en un concierto tributo a Bob Dylan.Cordon Press

En enero de este año, Jonathan Todd Schwartz, exmánager de Alanis Morissette, admitió haber robado a la cantante 4,8 millones de dólares entre 2010 y 2014. Aunque él y la intérprete canadiense llegaron a un acuerdo confidencial en 2016, la corte de Los Ángeles dictaminará el 3 de mayo cuál será la condena de Schwartz, quien confesó ser culpable de fraude electrónico y evasión fiscal y de haber sustraído otros 1,5 millones de euros pertenecientes a deportistas y celebridades, además de Morissette.

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En un intento por disminuir su posible condena, el exagente ha escrito una carta abierta en The Hollywood Reporter en la que pide perdón, algo que no acepta la cantante.“Yo tomé ‘prestado’ un poco de dinero de mis clientes con la esperanza de que se lo iba a devolver si llegaba a ganar en las apuestas. Esa bola de nieve creció conforme yo iba perdiendo, entonces seguía robando. Yo me decía a mí mismo que lo único que necesitaba era un poco de suerte para poder devolverles el dinero”, escribe Schwartz en la misiva publicada este martes. Sin embargo, ese golpe de suerte nunca le llegó y pronto se vio rebasado de deudas. “Cuando por fin me descubrieron, una pequeña luz brilló entre la oscuridad en mi deplorable conducta. No podía seguir escondiendo lo que pasaba. Toqué fondo y pedí ayuda”, continúa. En la que también explica que todo esto se debía a su adicción al juego y que tiene más de 300 días sobrio.

Morissette, sin embargo, no cree en sus palabras y tras hacerse pública la carta de disculpas le ha respondido por medio de un comunicado de prensa: “Soy escéptica a creer cualquier palabra que salga de la boca de Jonathan Schwartz”.

Durante su trabajo en la firma GSO Business Management, Schwartz se hizo con dinero de la artista canadiense a través de diferentes métodos como la falsificación de la firma de su clienta.

En una ocasión, Schwartz fue cuestionado por ciertos fondos perdidos y trató de encubrirlo asegurando que los había invertido, junto a otros empleados de la compañía GSO, en un negocio ilegal de marihuana.

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