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Teatro para bebés, adiós a los escepticismos

Madrid fue ciudad pionera en presentar en 2005 un programa estable de lo que se conoce como teatro para primera infancia

GETTY

Quien no haya asistido nunca a una función de teatro para bebés suele mostrar escepticismo, pero los que lo han hecho, repiten. La emoción que destilan estas obras (cuando son de calidad) tanto en el escenario como en el patio de butacas es de alta intensidad. En realidad, no es entre el patio de butacas sino entre el público porque en estricto sentido, patio de butacas no hay. Las obras para estos espectadores tan precoces observan algunos requisitos y uno de ellos es la proximidad entre escena y espectadores, lo que conlleva que el patio de butacas se transforme en una zona pegada al escenario con tatamis, cojines, pequeños bancos…en los que los niños pueden permanecer sentados con menos rigor y de una manera más acorde a su anatomía, al lado de sus padres.

El segundo requisito es la duración. Entre media hora y 40 minutos es el tiempo que la atención de un bebé puede fijarse.

El ciclo Rompiendo el Cascarón llega a su décima edición, que tendrá lugar en la sala pequeña (la Jardiel Poncela) del Teatro Fernán Gómez con un programa que abarca obras de 6 compañías invitadas. Entre marzo y hasta el 11 de junio, se representarán siete obras, todas para edades comprendidas entre los 0 y los 4 años.

El ciclo cumple 10 años habiéndose dejado por el camino su carácter internacional; todas las compañías programadas son españolas en contraposición a las ocho primeras ediciones en las que pasaron por el programa grandes formaciones que se dedican a este público. Sobre todo Dinamarca, Italia, Francia y Bélgica, países en los que el desarrollo de este teatro ha sido excepcional, tuvieron una notable representación.

En esta décima edición, las representaciones tendrán lugar en las mañanas de sábados y domingos, con doble o triple función, por lo que también quedan atrás las funciones en días lectivos para grupos de escuelas infantiles

Entre las compañía invitadas, se encuentran formaciones de la talla de Teatro Paraíso (Premio Nacional de Teatro para la Infancia en 2012), a la que se dedica especial atención programando dos de sus títulos dedicados al público más precoz, Kubik (que ya pasó por Rompiendo el Cascarón años atrás) y Nómadas.

La programación completa puede consultarse en la web del teatro. Este fin de semana se exhibe la obra Pinxit de Baychimo Teatro que muestra el proceso creativo de un artista partiendo del color, la materia y el sonido; una propuesta experimental que explora los límites entre la plástica, la tecnología digital y el arte escénico.

Madrid fue ciudad pionera en presentar en 2005 un programa estable de lo que se conoce como teatro para bebés, aunque los expertos cada vez más optan por denominarlo Teatro para primera infancia. Fue pionera y luego, en el año 2012 el Ayuntamiento de Ana Botella zanjó la que había sido una iniciativa envidiada en muchos países. El pasado año se retomó el ciclo aunque con mucha menos dotación.

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