El inventor del androide que preparará el camino a Marte
Sethu Vijayakumar ha participado en la creación de robots como Valkyrie, que explorará el planeta rojo, o el icónico ASIMO, primer bípedo inteligente
Sethu Vijayakumar se ha pasado la vida entre robots. Algunos reales, como los que él mismo ha fabricado durante toda su carrera, y otros muchos imaginarios, como ese arquetípico y soñado que afirma tener siempre en la cabeza. "Los robots, al fin, han salido de los laboratorios", dice Vijayakumar (Kerala, India, 1970), profesor de computación y codirector del Centro de Robótica de la Universidad de Edimburgo. El ingeniero es una especie de rey Midas en su campo: ha participado en los equipos creadores de varios androides que se han convertido en estrellas. Junto a sus colaboradores, dedica sus esfuerzos a que las máquinas, por medio de la programación y el machine learning, se comporten de la manera más humana posible.
"Las máquinas están entre nosotros y tienen un gran impacto en la vida cotidiana en casi todos los ámbitos: transporte, cirugía médica, salud pública o industria", explica a EL PAÍS durante la celebración de la Global Robot Expo de Madrid, a principios de febrero, donde acudió para hablar sobre autonomía compartida e interacción con robots. Mientras posa para las fotos de rigor con una mano biónica negra y amarilla (una de sus obras), un visitante de la feria le observa divertido. El profesor, ni corto ni perezoso, se quita su otra mano, se la engancha al curioso y le explica entusiasmado cómo funciona. "Centramos nuestros esfuerzos en el control de las reacciones de los robots, la manipulación diestra de objetos y la sensorización en tiempo real, de manera que los androides puedan abrir puertas, apartar cosas, saltar obstáculos... Siempre detectándolos y adaptándose al entorno, como pensamos para Valkyrie", detalla.
Precisamente Valkyrie es uno de los hitos que jalonan su carrera. Este humanoide, uno de los desarrollos más caros de la robótica, viajará a Marte al servicio de la NASA para preparar el camino de las expediciones humanas, previstas para 2030. Una flota Valkyrie se encargará de allanar el terreno donde se establecerán los futuros campamentos base de los astronautas. Poner a punto a estos exploradores para la misión constituye, según el indio, "un enorme reto".
Otro de los proyectos más tempranos en los que participó Vijayakumar fue en el desarrollo del icónico androide ASIMO, la primera máquina bípeda inteligente. Un robot blanquinegro que nació para facilitar labores terapéuticas y que, en sus sucesivas versiones, ha sido capacitado para andar, subir escaleras, correr a nueve kilómetros por hora, jugar al fútbol con Barack Obama, bailar y hasta dirigir una orquesta. Sus reproducciones están en tiendas de medio mundo, y en algunos parques de Disneyland hay un ASIMO real con el que se puede jugar e interactuar.
"Los datos son la nueva divisa"
Vijayakumar intenta que sus robots piensen en base a la experiencia acumulada. "Cuando compramos en una plataforma online nos ofrecen recomendaciones analizando nuestra huella digital. Nosotros intentamos usar esos datos de la misma manera para mejorar la inteligencia de los robots", explica. "Sería fantástico que compañías como Tesla o Google, que poseen enormes cantidades de información, la usaran para que el cerebro de sus vehículos autónomos, por ejemplo, tomara mejores decisiones".
El profesor señala el reverso de la recolección masiva de datos, un bien que se ha convertido en "la nueva divisa": "Sin darte cuenta tú estás dando buena parte de tu privacidad. Alexa, el asistente virtual de Amazon, puede escuchar tus conversaciones (cuando está conectado) y te ayudará en muchas cosas aprendiéndose al dedillo tus preferencias. Pero tienes que estar dispuesto a ceder una parte de tu vida", asegura. "La legislación y el debate ético en torno a la privacidad se está encaminando a encontrar una métrica que mida cuánto valen nuestros datos, nuestras preferencias".
Además de su investigación robótica, el equipo de Vijayakumar trabaja para el servicio de salud pública de Reino Unido. "Hacemos cosas como prótesis para amputados, exoesqueletos y rehabilitación con biónica", explica. "Lo que es único en este campo es que no basta con entender cómo se controla un robot. Es vital conocer el sistema motor humano para refinar los dispositivos". Un servicio sanitario que, señala, está cerca del colapso. "La tecnología puede aliviar el estrés del sistema trasladando algunos de los tratamientos a casa de los pacientes", argumenta. "Siempre de manera complementaria a la actividad médica".
El poder de la ficción
Acostumbrado a la divulgación, Vijayakumar es uno de los jueces de Robot Wars, un programa de la BBC donde los concursantes ponen a sus creaciones robóticas a despedazarse sobre un cuadrilátero. "Estoy muy a favor de cualquier cosa que ayude a difundir la ciencia entre la población. Es muy difícil decirle a un niño 'mira, esto es un código de programación, tienes que aprender a hacerlo'", reflexiona. "Si introduces estos conceptos de una manera entretenida la gente puede interesarse por sí misma". Seguidor de series televisivas como Westworld o la distópica Black Mirror, el profesor considera este tipo de divertimentos "una estupenda manera de cautivar la imaginación de las mentes más jóvenes".
¿Ficciones que esbozan de alguna manera el futuro? "Si lo ves desde una perspectiva histórica, los escritores o los directores de películas siempre han ido un paso por delante de la ciencia", reflexiona Vijayakumar, que cree que los libros de Asimov o la saga Star Wars han anticipado cosas más o menos reales. Para el profesor, la ficción siempre es un buen indicador de dónde se encuentra la sociedad y a qué aspira convertirse. "Nos muestra la punta del iceberg en términos de lo que es posible y lo que no", dice. Una frontera que él, con sus robots, ha conseguido estirar a su gusto.
Las criaturas de Vijayakumar
Valkyrie
El nombre del androide que pisará Marte antes que los humanes alude a las valquirias, deidades femeninas en la mitología nórdica. Mide casi dos metros, pesa 125 kilos y sus extremidades son intercambiables. Con autonomía de una hora, Valkyrie trabajará mano a mano con los astronautas que viajen al planeta rojo.
ASIMO
Un robot que es un símbolo estético. La versión original de ASIMO, el primer bípedo inteligente, data de 2000. Y en 2008 dirigió la apertura de un concierto de la Orquesta Sinfónica de Detroit en el que tocó el violonchelista Yo-Yo Ma. Su anuncios televisivos y sus vídeos tirando penaltis acumulan millones de visitas.
i-limb
La primera mano biónica comercial del mundo. Lanzada en 2007, la prótesis funciona mediante señales mioeléctricas y tiene movilidad individual en cada dedo. Puede agarrar, soltar y articular posiciones complejas. Obtuvo el puesto 14 en la lista de Time de las 50 mejores invenciones de 2008.
SARCOS
Capaz de equilibrarse por sí solo con un sistema hidráulico, SARCOS replica con extremada precisión y fluidez los movimientos que captura con sus cámaras. Su estabilidad impresiona: si recibe un empujón, el androide cambiará el paso como lo haría un humano para recuperar la verticalidad.
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