Población afrodescendiente / africana / “negra” en España (1): comunidad
La ONU señala la discriminación estructural y el racismo latente en la sociedad
Si no recuerdo mal fue un verano, lo intuyo porque en el acto de recordar veo a mi hermano en manga corta. Echaba una carrera junto a él por una calle aledaña a la Gran Vía madrileña, cuando de repente se cruzó en nuestro camino un coche del que bajaron cuatro hombres de paisano para preguntarnos dos cosas que nunca saldrán de mi cabeza: ¿Por qué corréis? ¿Acaso lleváis drogas? Teníamos 10 años.
Con el paso del tiempo me di cuenta de que esa fue una de las primeras veces que la sociedad en la que estaba creciendo me gritó “negro”, que por el color de mi piel tenía que mirar con ojos de cordero degollado e ir el más impoluto de entre mis amigos “blancos” para que el portero de la discoteca light me dejase pasar (situaciones que quedan en nada ante lo que me cuentan mis mayores de decidir entre correr o enfrentarse a los grupos de nazis; recordemos el asesinato de Lucrecia Pérez en 1992).
Siempre fui un chaval tímido así que no protestaba ante las situaciones racistas que me rodeaban, me amoldaba y si tenía que comportarme como marca el rap/hip-hop americano y ser el más malo, pues lo hacía, bueno lo intentaba; nunca me sentí del todo cómodo en ese papel, pero se supone que así debe comportarse un verdadero “negro”, ¿no?
La categorización racial “negro”, por ello lo entrecomillo*, no tiene base científica, es una construcción social e histórica (se desarrolló a lo largo del S.XVI después de la conquista de América, el genocidio de sus pueblos y el secuestro de millones de personas del continente africano, es decir, está directamente relacionada con el nacimiento del capitalismo moderno) que impregna el mundo entero, funcionando con menor o mayor violencia dependiendo del contexto territorial e histórico.
Y es que el racismo proviene de esta jerarquización racial del S.XVI, y no ha desaparecido, aunque ahora no utilicemos la palabra raza, y por ser más políticamente correcto, hablemos de etnia, que junto al “todas somos iguales” -ojalá fuera así- empapa de esa actitud liberal que prefiere no problematizar, ocultando situaciones y actos racistas, tanto en espacios conservadores como progresistas. Todas estas ideas las desarrollaré en un futuro artículo, pero es importante que vayan sonando.
Ahora ya no corro, camino por si acaso, viendo en las calles, en los colegios e institutos de las grandes y pequeñas ciudades, la diversidad étnica/racial que hay entre los niños que juegan en nuestras plazas, uno de ellos era yo no hace mucho tiempo. El crecer y empezar a militar en una asociación afrodescendiente/“negra”, me ha permitido darme cuenta de que muchos de los momentos racistas que había vivido, y vivo, no se reducían a actos individuales o simples hechos sin relación, sino que respondían a un racismo estructural.
No existe el racismo si no está mediado por una estructura de poder. Cuando ésta no existe, son prejuicios. Es decir, el racismo no es una decisión sentimental o individual, es el hecho de que el Tribunal Constitucional afirme que es normal que la policía pare a personas no “blancas” en la calle, prejuicio + poder/estructura= racismo.
Prosigo, la comunidad, compleja y heterogénea, a la que pertenezco (pero que no represento porque representar está ligado a la legitimidad y ésta tiene que provenir de las propias bases de la comunidad) es la africana/afrodescendiente/“negra” en España. Y por ser más concreto, soy afrocolombiano y afroespañol.
Sin profundizar en los aspectos históricos de la presencia “negra” en España (Juan Latino (S. XVI), Juan de Pareja (S.XVII), la hermandad de los “negritos” (S.XIV), las raíces africanas del flamenco, el pasado colonial de España en África, etc.), que darían para otros tantos artículos, quiero situarme en el presente y es a partir de los años 90, con el aumento de la migración que llega a España, cuando empieza a crecer en número la comunidad africana/afrodescendiente/“negra”. Es en estos mismos años cuando nace el movimiento panafricanista y otras organizaciones, que serán los primeros espacios de empoderamiento “negro” y bajo la luz/oscuridad de estos movimientos/organizaciones han ido naciendo más y más asociaciones por la geografía española hasta situarnos en 2017.
Antes de esta fecha, nuestros mayores movilizados consiguieron llegar al Parlamento el 17 de febrero de 2010 para impulsar dos proposiciones no de ley (PNL) tramitadas por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), al que pertenece el Grupo Afrosocialista. En el 2015, se celebró AfroMadrid, evento político organizado por Afrohispanos, en el marco del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024) declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, siendo este encuentro apoyado por dos PNL tramitadas en el Congreso en 2014.
Todos estos grandes y pequeños logros, junto a otros que no están presentes en este artículo, han sido apoyados por una sociedad civil que sí cree y defiende la diversidad étnica/racial que hay en nuestras calles; sin embargo, no es suficiente. Y por ello en 2011 el PSOE inició la tramitación del Proyecto de Ley integral para la igualdad de trato y no discriminación, no obstante, no llegó a cobrar vida en forma de ley debido a los impedimentos del PP.
Aunque parece que hay una especie de ánimo por parte de ambos partidos para luchar contra el racismo y reconocer a la comunidad africana y afrodescendiente, esta voluntad choca directamente con la existencia de los CIE, de las redadas racistas, con la violencia ejercida contra la población migrante “negra”/africana y, no sólo a ésta, en la Frontera Sur y demás etcéteras, que hacen que uno se plantee hasta qué punto hay un compromiso real. Sobre todo, cuando se lee en el informe del 2016 del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) de la ONU que apenas se han dedicado recursos para los organismos encargados de luchar contra el racismo y dudan de su independencia, más adelante abordaremos el informe del CERD.
Dada la pasividad, lentitud, y una actitud ambivalente de los partidos políticos ante las voces de las personas que conforman el tejido asociativo de la comunidad africana y afrodescendiente, veo un ánimo de empoderamiento por parte nuestra. No han dejado de proliferar ideas de emprendimiento social de diferente índole que buscan el reconocimiento de la realidad afro desde sus propias gentes, vecinos y vecinas de una España diversa étnica y racialmente.
Proyectos como United Minds en Valencia, Potopoto en Murcia, Black Barcelona en Cataluña, Festival y Espacio Afroconciencia, el Centro de Arte Internacional La Kupula, el Centro de Estudios Panafricanos Kituo Cha Wanafrika en Madrid; medios de comunicación como Afrokairos, Africanidad, Wanafrica, Radio África Magazine, Afro féminas, etc., el nacimiento de más asociaciones de carácter político y cultural como el Sindicato de Vendedores Ambulantes en Barcelona, la Asociación Afrodescendiente Universitaria Kwanzaa en Madrid, a la que pertenezco, Riwatta, Empoderamiento Femenino Afrodescendiente en España (EFAE), la Federación de Asociaciones Africanas y Afrodescendiente en España (FAAE), en fase de construcción, junto a otras organizaciones de más recorrido, Asociación de Inmigrantes Senegaleses en España (AISE), Asociación Cultural Bariobé (ASOCUBA), Afrohispanos, Federación de Asociaciones Africanas en Canarias, Comunidad Africana Residente en España (C.A.R.E) en Gijón etc., y las cientos de asociaciones y proyectos que, son las bases que cimientan la construcción de la identidad política de la comunidad africana/afrodescendiente/ “negra” en España.
Informe del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) de la ONU
En abril de 2016 este órgano realizó un examen al Estado español para evaluar el trabajo que se está realizando para la eliminación de la discriminación racial. En el informe se denuncian diferentes aspectos que afectan a la comunidad africana y afrodescendiente como: las redadas racistas, las devoluciones en caliente y la violencia en la Frontera Sur (hablando concretamente de la investigación, paralizada, por la muerte -asesinatos- de 15 personas en la playa de Tarajal en 2014), los CIE (cárceles racistas), los estereotipos negativos en los medios de comunicación y redes sociales, etc.
Por falta de espacio enunciaré, para desarrollar en otro artículo, cinco ideas importantes presentes en el informe:
- Se pide que se recaben datos demográficos sobre la composición de la población desglosados por comunidades territoriales, garantizándose la auto adscripción identitaria, y el anonimato, es decir, que existamos estadísticamente hablando. Actualmente no sabemos el número de las personas pertenecientes a la comunidad africana y afrodescendiente y las problemáticas específicas que nos afectan.
- Que se redoblen los esfuerzos para dar vida al Proyecto de Ley integral para la igualdad de trato y no discriminación parado desde 2011.
- Habla sobre un punto de gran relevancia, evidenciándolo gracias a la labor de las asociaciones y personas perteneciente a la comunidad que hicieron llegar diferentes informes a las mesas del trabajo del comité: la discriminación estructural que sufre la comunidad africana/afrodescendiente/ “negra” en España.
- Se insta al Estado a que en el marco del Decenio Internacional para los Afrodescendientes se implemente un programa adecuado de medidas y políticas públicas.
- Y, por último, todo lo planteado debe desarrollarse a través en un diálogo transparente y comprometido con el tejido asociativo de la sociedad civil de la comunidad africana/ afrodescendiente/ “negra” en España.
En conclusión, esta sección quiere ser un altavoz para todos estos proyectos, económicos, sociales y culturales, de larga y corta trayectoria, que se desarrollan en España. Este también será un lugar para aquellos referentes de la comunidad africana/afrodescendiente/ “negra”, un espacio para la expresión de la juventud afro, afroespañola como concepto de identidad política, que viene con mucha fuerza, un espacio de diálogo para el reconocimiento político de nosotras como comunidad africana y afrodescendiente, y de nosotras como sociedad española que defiende la riqueza de la diversidad étnico y racial de nuestras calles, plazas, colegios, institutos, y esperemos que poco a poco, cada vez más lo veamos en nuestras universidades y en nuestras cámaras de representación.
Una última reflexión y agradecimientos
Hoy camino con orgullo de pertenencia, tanto a la comunidad “negra” como a esa parte de España en la que me reconozco, sin olvidar mis raíces latinoamericanas. Con la alerta racista encendida asumiendo que en muchos momentos debo bajar la intensidad para guardar fuerzas y enfocarlas en los cimientos de la discriminación racial, las estructuras.
No quiero dejar de agradecer a aquellas personas de la comunidad, y fuera de ella, que han hecho posible que salga a la luz este primer artículo.
*El entrecomillado de la palabra “negro” es pertinente debido al debate que causa dentro la comunidad africana y afrodescendiente la utilización de esta conceptualización colonial. Aparte el entrecomillado también es pertinente debido al debate que causa dentro la comunidad la utilización de esta conceptualización colonial.
Yeison F. García López es Politólogo, miembro de la asociación afrodescendiente universitaria Kwanzaa y coordinador del Espacio Afroconciencia.
Rubén H. Bermúdez es un artista visual autor del proyecto artístico-investigación que se apropia del imaginario que construye el concepto de negro en occidente al que pertenecen todas las fotografías de este artículo.
El 11 de febrero a las 17:00 se realizará en Madrid una manifestación por el III aniversario de los 15 jóvenes africanos asesinados en Tarajal. El recorrido de la manifestación es el siguiente: Tirso de Molina - Atocha (Plaza Emperador Carlos V) - Cibeles - Sol. No al racismo institucional.
El blog Africa No es un país no se hace responsable ni comparte siempre las opiniones de los autores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.