Vivir aquí y ahora: cómo Camper ha encontrado el secreto de la eterna juventud
La firma mallorquina lleva cuatro décadas seduciendo a la vanguardia de cada momento y ahora ha conquistado al público más esquivo: los miembros más influyentes de la comunidad creativa 'millennial'
Un zapato, además de cómodo, puede ser muchas más cosas, y en Camper hace tiempo que son conscientes de ello. La firma mallorquina lleva décadas combinando hormas ergonómicas con diseños reconocibles a kilómetros de distancia, tal y como pueden testimoniar las generaciones que han llevado sus legendarios Pelotas de 1995 o sus pares “desparejados” Twins. Ser así de reconocible, de entrada, es ya mucho más de lo que cualquier firma puede esperar. Y, sin embargo, cuando ya estaba establecida en su éxito (quizás por eso) en 2014 la firma decidió dar un salto adelante. Contrató a un director creativo, Romain Kremer, y desde entonces Camper avanza en una dirección tan interesante como estéticamente arriesgada sólo comprometida con una cosa: el futuro.
Asomarse a las colecciones y proyectos de la casa fundada por la familia Fluxà en 1975 es asomarse al presente más radical. Su colección de hombre para esta próxima primavera, por ejemplo, plasma el colorido de las obras de Piet Mondrian en zapatos robustos con grandes suelas de inspiración montañera o, directamente, futurista. Uno de sus proyectos más recientes, una colección cápsula diseñada en colaboración con la firma neoyorquina Eckhaus Latta, muestra a la modelo transgénero Hari Nef vistiendo prendas extremas en espacios cotidianos de Mallorca. Sus secuencias en campo y ciudad, aparentemente descontextualizados, son todo un homenaje al surrealismo mediterráneo, pero también reflejan como pocos la estética fragmentaria y humorística de la era de Instagram Stories.
De un modo inesperado, reivindicando un paisaje rural desmitificado mediante filtros digitales, Camper se ha ubicado de golpe y porrazo en la vanguardia visual de la nueva moda global. Si quisiéramos encontrar algo similar en términos visuales, la industria del calzado o de la moda española se nos quedarían muy cortos. Las referencias que hoy maneja Camper no son nacionales, sino globales, así que tendríamos que acudir a los lugares donde se está gestando la vanguardia visual de la generación millennial: las redes sociales, la imagen digital emancipada, la moda independiente y el coqueteo sin miedo con el diseño, el arte y (más difícil todavía) la diversión.
No es extraño que precisamente estas sean las coordenadas estilísticas que definen la trayectoria de del director creativo de la casa, el primero en su historia. Kremer es un diseñador curtido en la moda experimental (su propia marca y diseñando la ropa de hombre de Thierry Mugler) y experto en algo tan difícil de impostar como la combinación de opuestos. Sus colecciones de Camper no sólo cuentan con campañas cada vez más llamativas y vanguardistas, sino también con diseños que se ven en las calles y se identifican, en la tradición de los Twins o los Pelotas, sin necesidad de etiquetas. “Camper siempre ha tenido un diseño muy reconocible, con hormas ergonómicas de formas redondeadas, pero ahora han conseguido unir esa característica a un diseño enormemente cool”, explica la diseñadora de moda Pepa Salazar, una de las creadoras españolas que mejor representan el espíritu de los nuevos tiempos en la moda patria. “Sin perder de vista su identidad de siempre, están planteando un discurso que les va como anillo al dedo. Sólo hay que ver esas suelas, sus plataformas, sus sandalias, sus detalles inspirados en las botas de montaña… es todo muy joven, muy moderno, muy de ahora”.
El editor de moda y director de arte David Herráez coincide a la hora de señalar ese nuevo rumbo. “No sé si existe algo que se llame fun fashion, pero si existe, eso es lo que Camper representa para mí”, explica. “Sus zapatos, con piezas obtenidas a partir de un único molde, Formas voluptuosas, brutales combinadas con materiales ligeros, suelas imposibles y divertidas tienen mucho humor y mucho diseño. Para mí, Romain Kremer le ha dado un aire futurista y un tanto psicodélico a Camper, lo que hace que encaje perfectamente aquí y ahora”.
Aquí y ahora. Las palabras mágicas. Las que hacen que los game changers de la estética milennial se hayan convertido en aliados de Camper generando imágenes poderosas y mensajes rotundos, eficaces, originalísimos. Eckhaus Latta, por ejemplo, no es una marca independiente cualquiera ni una invención moderna sin más, sino la firma alternativa más observada por la industria, la que mejor ha sabido reflejar los nuevos aires de la escena neoyorquina sin perder ni un solo cliente por el camino. Su cápsula para Camper Together, el programa de colaboraciones de la firma mallorquina, es fiel tanto a su filosofía como a la de Camper.
Lo mismo sucede con colaboradores ocasionales como la performer Pandemonia o la artista Isamaya Ffrench, posiblemente la maquilladora más influyente y puntera de la última década. O con Solange Knowles, la hermana indie de Beyoncé y musa del r&b underground, que publicó en su cuenta de Instagram una fotografía donde se la veía vistiendo unas sandalias futuristas de Camper a las que calificaba como “dream shoes”. Lo interesante es que lo hizo por iniciativa propia. Y esas cosas no suceden por casualidad.
Camper ha logrado conservar su intuición innata a la hora de conectar con las nuevas generaciones. Sobre todo teniendo en cuenta que la actual es bastante reacia al lenguaje de las firmas globales, que tienden a percibir como establishment. Por eso, por ejemplo, la fiesta que Camper ofreció en Madrid el pasado mes de noviembre para presentar su colección de Primavera / Verano 2017, con la presencia de Kremer como anfitrión, fue un who’s who de la nueva ola madrileña. La estilista Alicia Padrón, el dj Marco Llorente, el diseñador Miguel Becer (ManéMané) o los ya citados Pepa Salazar y David Herráez acudieron para participar en la celebración de un momento clave en la historia de Camper: ése en el que una firma adquiere la rarísima habilidad de hablar en el lenguaje de su época. Y, por lo tanto, de marcar el rumbo a lo que vendrá después.
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