Los bebés españoles reciben un 50% más de antibióticos que los alemanes
Los autores de un estudio internacional denuncian una "prescripción inadecuada" por parte de los médicos
Los bebés españoles reciben 1,55 tratamientos con antibióticos al año, lo que supone un 46% más que en EE UU, un 49% más que en Alemania y un 244% más que en Noruega, según acaba de destapar un estudio internacional. “Lo más probable es que estas diferencias se deban mayoritariamente a una prescripción inadecuada”, advierte uno de sus autores, Gabriel Sanfélix, de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana. Estudios previos en estos países han hallado tasas similares de infecciones bacterianas que requieren antibióticos, así que deberían existir pocas diferencias en las prescripciones, subraya Sanfélix.
El nuevo trabajo ha estudiado los antibióticos recetados a casi 11 millones de niños menores de tres años en España, Estados Unidos, Corea del Sur, Italia, Alemania y Noruega, entre 2008 y 2012. Los resultados muestran un uso excesivo en España, que se sitúa al nivel de Italia y solo es superada por Corea del Sur, donde los bebés reciben más del doble de tratamientos con antibióticos que los españoles.
Los niños españoles menores de tres años consumen más del triple de antibióticos que los noruegos
El estudio, publicado en la revista especializada The Journal of Pediatrics, recuerda que “el uso excesivo de antibióticos es uno de los principales problemas de salud pública” en el mundo. Este abuso de antimicrobianos está favoreciendo la aparición de superbacterias, resistentes a los fármacos conocidos. Un reciente informe elaborado para el Gobierno británico alerta de que, si no se toman medidas urgentes, en 2050 morirán en el planeta más personas por superbacterias (10 millones de fallecimientos cada año) que por cáncer (8,2 millones de muertes anuales). En la actualidad ya mueren 700.000 personas cada año por microbios resistentes a los antibióticos.
La investigación incluye datos de los casi 718.000 niños de la Comunitat Valenciana cubiertos por el sistema público en los años del estudio. Para Sanfélix, las conclusiones son “probablemente” extrapolables al resto de España, según lo apuntado por otros estudios similares realizados en otras regiones. Además, explica el investigador, España es de los países de la UE con más microbios resistentes a los antibióticos, junto a Rumanía, Croacia, Bulgaria y Eslovenia. “Es conocido que la resistencia a los antibióticos es paralela a su consumo, de forma que, a peor prescripción de antibióticos, más resistencias globales”, señala Sanfélix.
“Es necesaria una concienciación social sobre el uso de antibióticos. Y los pediatras de atención primaria deben ser los primeros en actuar, mediante el uso racional, que implica una disminución de su prescripción y la educación sanitaria”, añade el investigador. Estudios previos, hace más de una década, ya mostraron que el 50% de las prescripciones de antibióticos para niños eran innecesarias. El abuso, además de generar resistencias, también aumenta el riesgo de que los niños sufran obesidad, enfermedades atópicas (como dermatitis y asma) y enfermedades inflamatorias intestinales, según destaca el nuevo trabajo.
“No sólo prescribimos más, sino que prescribimos peor que los nórdicos, recurriendo mucho más a antibióticos de más amplio espectro”, advierte el médico Salvador Peiró
“No sólo prescribimos más, sino que prescribimos peor que los nórdicos, recurriendo mucho más a antibióticos de más amplio espectro”, advierte el médico Salvador Peiró, otro de los autores del estudio. “Llama la atención en la Comunitat Valenciana el uso masivo de la asociación de la amoxicilina con ácido clavulánico. El clavulánico tiene cierta toxicidad hepática que es remota (alrededor de un caso por cada 10.000 tratamientos) pero, claro, cuando das siete u ocho millones de tratamientos al año, que es lo que debemos usar en España, el efecto agregado debe de superar los 500 casos”, alerta Peiró, actualmente subdirector general de Investigación e Innovación de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública de la Generalitat Valenciana.
Hace una década, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios lanzó una alerta sobre el abuso en España del cóctel de amoxicilina con ácido clavulánico. Por entonces, el Sistema Nacional de Salud dispensaba más de 5,6 millones de tratamientos con este cóctel en adultos y otros 1,6 millones en niños. Suponía el 34% del consumo de antibióticos fuera de los hospitales, pese a estar indicado solo para infecciones causadas por bacterias con una resistencia muy concreta a la amoxicilina. “El patrón epidemiológico de infecciones susceptibles de ser tratadas con esta asociación no justifica en absoluto un uso tan elevado”, afirmaba la agencia.
De los más de 1,11 millones de tratamientos en niños menores de tres años analizados en España por el nuevo estudio, más de un tercio corresponden a amoxicilina con ácido clavulánico. En Noruega, solo es el 0,1%, porque esta combinación de antibióticos está muy regulada, según destaca la investigación, encabezada por el pediatra Ilan Youngster, del Hospital Infantil de Boston (EE UU).
En España existe un Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos, aprobado en 2014, en el que colaboran seis ministerios (Sanidad, Agricultura, Economía, Interior, Defensa y Educación) y todas las comunidades autónomas. Su objetivo es fomentar el uso adecuado de los antimicrobianos, tanto en sanidad humana como veterinaria. Peiró pide que, entre otros frentes, se incida en las familias: “Hay que acostumbrar a los padres no solo a que no pidan un antibiótico, sino a que pregunten por qué los médicos les quieren dar uno a sus hijos”.
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