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Votar con la huella (ecológica) contra el cambio climático

#EarthtoMarrakech reúne virtualmente a 90 millones de personas de cien países para hablar de soluciones para el planeta

Asistentes a la COP222 juegan con un globo gigante que representa al planeta Tierra en Marrakech.
Asistentes a la COP222 juegan con un globo gigante que representa al planeta Tierra en Marrakech.FADEL SENNA (AFP)
Analía Iglesias
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Soluciones de último minuto se llamaron las últimas convocatorias de #EarthtoMarrakech sobre el filo de la declaración final de la COP 22, primera Conferencia de las Partes del Acuerdo de París, en Marrakech (Marruecos). Acudieron a estas ofertas de último minuto los ecoemprendedores más activos y los líderes más jóvenes de sus comunidades, convencidos de que hay que reducir la huella ecológica.

La llamada provenía nada menos que de la Fundación de Naciones Unidas (UN Foundation), que ha repetido evento después del éxito de #EarthtoParis, de la mano de un equipo de community managers y ejecutivos dinámicos formados en el conteo de impactos, posts y clics, e hípereficientes en el reclutamiento de profesionales de todos los sectores, dispuestos a poner freno al cambio climático.

Si en París la misión era crear “ruido” para que los decisores oyeran las peticiones, como reconocen sus organizadores, ahora con más de cien países que han ratificado el acuerdo y con reconocidos líderes políticos y empresariales en mismo camino, la tarea es seguir alimentando la conversación global para trabajar juntos.

Anne Rosenthal es una de las community manager de veintitantos, con responsabilidades en varios frentes visibles de la Fundación, que nos da las cifras de esta edición: 34.000 posts en todas las redes sociales, con 875 millones de impactos que llegaron a 90 millones de personas de cien países.

Esta COP22 de la acción ha sido africana y muy joven, a tono con la sociedad marroquí de acogida. Expresiones como "futuro", "el planeta que dejamos", "nuestros hijos", "huella ecológica" y "porvenir" han estado presentes en la totalidad de los discursos de los líderes que se dieron cita en el Magreb. En la Zona Verde de la COP, se sucedían las actuaciones de escuelas secundarias europeas y marroquíes, mientras los estudiantes de Marrakech paseaban en familia. Otro ejemplo: el guiño del rey Mohammed VI con su hijo, el heredero Moulay Hassan, de 13 años, sentado a su derecha, durante el discurso de apertura de la Cumbre Africana de la Acción.

“Tenéis una manera de votar con vuestra huella, y con vuestras voces. Podéis hacer cosas reales”, fue el aliento del enviado especial de la Administración Obama, Jonathan Pershing, días atrás, en una de las acciones convocadas por #EarthtoMarrakech.

“Nuestros cien socios demuestran que hay muchas geografías, sectores e individuos involucrados", apunta Rosenthal. "Earthto.org, que es la plataforma que acabamos de crear, no es solo un lazo entre sociedad civil y administraciones, es un vínculo de todos con todos. La acción que proclama la COP ya está sucediendo y tenemos que poner en contacto a la gente que tiene algo único, habilidades únicas o recursos únicos, con la gente que necesita eso”.

Entre los destacados de la zona verde (la de libre acceso) en esta COP22, Rosenthal quiso mencionar la mesa sobre desplazamientos y cambio climático, el primer Facebook live de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) presentando su sección dedicada a la innovación en la acción humanitaria; la mesa de jóvenes líderes; el primer vuelo del avión impulsado a energía solar y Sostenia, el evento de las cien soluciones para el cambio climático en cien minutos.

En el ultimísimo evento de #EarthtoMarrakech participó Cyril Colin, un ecoemprendedor francés que, con su socio y compañero de estudios en UC Berkeley, en Estados Unidos, desarrollaron un programa informático para servir de cerebro a la gestión y comunicación doméstica e industrial de la energía.

La acción que proclama la COP ya está sucediendo y tenemos que poner en contacto a la gente que tiene algo único

Anne Rosenthal, community manager

Conlin comenta a Planeta Futuro que la pregunta que los llevó a investigar fue: “¿Si la generación y el manejo de la energía, en general, lo hacemos tan bien a nivel de Estados, por qué no pensar en una herramienta para controlar los sistemas energéticos de nuestras casas o en las fábricas o pequeñas instituciones?”. Crearon entonces la empresa Elum Energy, y de ella surgió Energy Os, el programa en cuestión, que ya se comercializa en el Norte de África. El invento informático recibió un premio a la innovación por parte de la asociación marroquí Rabat Initiative, que en la mesa estuvo representada por Rachida Yacoubi, también presidenta de la Asociación Entrelles de mujeres emprendedoras de la región de Rabat-Salé.

Cada una de estas iniciativas ha tenido público y repercusiones en las salas y los pasillos de la COP22. También a pequeña escala se alcanzan cumbres: 285 millones de individuos como estos ecoemprendedores están hablando de la Tierra solo en esta conversación global, una entre tantas.

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Sobre la firma

Analía Iglesias
Colaboradora habitual en Planeta Futuro y El Viajero. Periodista y escritora argentina con dos décadas en España. Antes vivió en Alemania y en Marruecos, país que le inspiró el libro ‘Machi mushkil. Aproximaciones al destino magrebí’. Ha publicado dos ensayos en coautoría. Su primera novela es ‘Si los narcisos florecen, es revolución’.

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