10 fotosAunque no le guste el dulce, toma azúcar a diario (II)La cuenta de Instagram que deja al descubierto la cantidad de esta sustancia que contienen los alimentos. En algunos, es mucha más de la que pareceBuenaVida09 sept 2016 - 11:49CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl trabajo, realizado por un equipo de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), concluyó que la información de las etiquetas nutricionales, pese a estar regulada por la normativa europea, están indicadas para la complexión media de una mujer adulta, lo que convierte la recomendación en algo “totalmente inapropiado para niños”. “Aunque el etiquetado no debe tener un valor terapéutico, sí debe contribuir a evitar consumos irresponsables”, contó a BUENAVIDA Aitor Sánchez, dietista-nutricionista y miembro del comité científico de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas (FEDN): “Etiquetados más transparentes y mayores controles publicitarios se asocian a países con menores tasas de sobrepeso”.El estudio californiano, publicado en la revista especializada 'Obesity' (obesidad), asegura que una reducción del consumo de azúcar, incluso llevando una dieta que no disminuya la cantidad de calorías, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades crónicas, como el colesterol.Así que para superar este 'enganche', la nutricionista Ana Checa recomendaba tener a mano alimentos que resulten saciantes, pero no contengan azúcar: “Caramelos de sabores sin azúcar o refrescos light”. Pero no se fíe de los alimentos especiales para adelgazar: lea siempre la etiqueta.“El contenido de azúcar en las bebidas de frutas, incluídos los de frutas naturales, es inaceptablemente alto. Y de estos, los ‘smoothies’ son los más dañinos”, asegura Simon Capewell en su investigación publicada en ‘British Medical Journal’. El estudio analizó el contenido de azúcares en las bebidas de frutas especialmente indicadas para niños en el Reino Unido, y encontró que sus niveles estaban muy lejos de ser saludables. Además, según los investigadores, para conservar sus propiedades, la fruta debería comerse entera, no licuada.Es importante destacar que un bote de esta crema de chocolate y avellanas tiene 440 gramos en total, lo que significa que más de la mitad de su contenido es azúcar. Para Capewell, “los productos manufacturados deberían dejar de añadir innecesarias cantidades de azúcar y, por lo tanto, de calorías. Los niños están en riesgo por los beneficios de la industria”.No solo los alimentos dulces contienen azúcar. Un estudio de la Universidad de California (EE UU) asegura que el azúcar añadido a los alimentos es perjudicial, independientemente de su aporte calórico: “Contribuye al síndrome metabólico –cuadro médico que incrementa el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2- . Esta enfermedad no tiene que ver con las calorías que se ingieren ni con la obesidad”.Según afirmó a BUENAVIDA la nutricionista Vanessa Buitrago, las hamburguesas (así como las pizzas) no tienen por qué ser manjares prohibidos: "Lo malo es que han pasado de ser un alimento a convertirse en un menú. Las cadenas de 'fast food' las ofrecen con una cantidad excesiva de ingredientes: una ración grande de patatas fritas y refresco [y tanto esta bebida como las patatas, si son congeladas, tienen un gran contenido en azúcar]".En las mesas españolas, no obstante, disponemos de un dato esperanzador: España está a la cola de consumo de 'comida basura'. Solo gastamos 21,81 de euros de media al año en ella, según un estudio realizado por el Strategic Research Center de la EAE Business School, muy lejos de los 231 euros de Japón o los 205 de EE UU. Parece que por aquí somos más de ibéricos.Aunque es muy habitual hablar de la adicción al azúcar, lo cierto es que nada ha demostrado que se pueda ser adicto a un macronutriente. Como nos contaba José Antonio Cabranes, jefe de Psiconeuroendocrinología del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, "más que hablar de adicción, deberíamos referirnos al 'enganche' que nos producen todos los alimentos con sabor agradable, denominados 'palatables' en inglés".El azúcar actúa como conservante, por lo que acaba siendo ingrediente de muchos platos precocinados. Amén de los riesgos para la salud, el azúcar estropea la piel. Esto tiene que ver con la glicación, "una reacción espontánea de la glucosa sanguínea con las fibras dérmicas de colágeno y elastina que influye en el envejecimiento de la piel", contó Jesús Honorato Pérez, catedrático de Farmacología de la Universidad de Navarra. Tiene infinidad de razones para controlar su consumo de azúcar. Lea las etiquetas o, al menos, dese una vuelta por esta cuenta de Instagram.