Empieza mi ruta por África: el mono en la luna
Por Alfonso Rovira
El autor inicia un viaje que partiendo de Camerún quiere cruzar África de oeste a este, para terminar frente a las costas del Océano Índico. Puntualmente, compartirá sus experiencias con nosotros.
Camerún. Han pasado ya tres meses desde mi llegada. Finalicé mi proyecto de Gestión Hospitalaria con Fundación Recover, así que el momento de partir se acerca.
Creo que lo tengo todo. Miro mi mochila. Mis alforjas. He dejado mi maletín y mi corbata en España. Mis zapatos negros. Mis trajes... Mis reuniones. En completo, mi anterior vida de ejecutivo. Mis títulos de Ingeniero Industrial y mi MBA. Mi tarjeta de directivo. Son de escaso valor ahora. A mis 39 años vivo ya mi segunda o tercera juventud. Pero no es una circunstancia. Es una filosofía de vida. La mayoría de nuestras preocupaciones no importan. Son vacuas. Completamente carentes de sentido. Las autoimposiciones, las falsas necesidades, las “obligaciones” sociales... puras mentiras. Nos engañamos continuamente. Nos creamos nuestra propia rueda y nos cargamos las espaldas de kilos que no nos tocan. Lo que de verdad importa en esta vida, es tan solo vivirla, como nos dicta el corazón.
Un escalofrío recorre mi espalda… Los nervios afloran. Me empiezo a enfocar sólo en el VIAJE. En mayúsculas. De Camerún a Tanzania. En bicicleta… ¿Un imposible? No lo creo. ¿Quizás un sinsentido, una locura? Yo diría, más bien una aventura. Solidaria. Pues entre otras cosas, propondré proyectos para donar en ella durante la ruta.
Me gusta esta sensación. De apertura a lo desconocido.
Y adoro el continente. Recuerdo con cariño historias vividas aquí, antaño. Su ritmo particular… su tempo, con vida propia. Sus lugares, casi surrealistas. De ensueño.
Pero sobretodo me acuerdo de sus gentes. De sus historias. De las lecciones que me llevé a Occidente. Pues aquí moran pueblos con culturas milenarias, con sus fábulas… con sus leyendas. Algunos, como los pigmeos, seminómadas que siguen resistiendo las inclemencias no tan solo del continente, si no también del progreso.
Pigmeos Baka, el inicio
Pero no todo son tristezas. África se sirve cruda. Pero Las gentes más amigables del planeta se encuentran también aquí. Las sonrisas más amplias. Las personas
más puras… las lecciones más simples. Y por ello, más valiosas.
Vuelvo a la realidad. A mi VIAJE... tengo claro que no puedo esperar mucho... las lluvias acechan. En setiembre empieza la temporada de aguaceros aquí… Y está ya aquí a la vuelta de la esquina.
Dudo… Me río. Se me ocurre que quizás sería más práctico transformar mi bici en barca.
Mi equipaje, la ruta y el viaje
Mi mente se enfoca de nuevo a mi equipaje. Escaso. Como deber ser. Pocas prendas, muchos recambios. Y menesteres de acampada.
Ayer compré un hornillo de viaje en un bazar Indio… hasta en Camerún te encuentras a este gran pueblo comerciante. Negociadores donde los haya...a punto estuvieron de venderme un foco que no necesitaba… Admirable su empeño. Tengo que reconocer que era curioso. 500m de alcance y lámpara nocturna. Cargador solar y gran autonomía. Todo en uno. Admirable por igual el diseño del artilugio. Ajustable en tamaño. Cosas del progreso. Y también en precio. Cosas del comercio.
Finalmente me llevé sólo el hornillo… el más caro vendido en la historia de Camerún, seguro…pero satisfecho. Ya está. Ya lo tengo todo. Mi atención puede empezar a bascular al fin, hacia el viaje.
¿Qué me espera ahí? He planificado poco… pues África es salvaje. Y la mejor manera de planificar el viaje es no planificarlo. Disfrutar África a su ritmo. En suahili te dicen “pole pole”(tómatelo con calma), rápidamente seguido del célebre “hakuna matata” (No hay problema).
Sí, tengo mi ruta, mis “sitios a ir”, como el Río Congo… o los pueblos pigmeos… pero por lo demás tan solo quiero fluir con este continente mágico, que sigue siendo en gran parte virgen, lleno de desafíos. Donde el agua y las enfermedades representan un serio peligro a tener en cuenta.
Le Blanc, el Mono en la Luna
Curioso Camerún… distinto de los países de África del Este que visité anteriormente. Interesante y bello… aunque definitivamente menos amigable. Menos sonriente. Más desconfiado. No por eso desagradable… más bien es que la comparación es dura… frente a las gentes más sonrientes y amigables de la Tierra.
Allá voy
Recordando, disfruto unos segundos… Pero entonces me recuerdo otra vez que empiezo ya el viaje.
ÁFRICA es todavía en gran parte, un continente a explorar. A descubrir.
Y sí, soy el mono en la luna, la gota de aceite en el vaso de agua… el perro cojo bailando un Vals… Pero qué vals dios mío. No me importa ser lo que sea si tengo el placer de deleitarme con él.
Me siento feliz. Expectante. Por segunda vez, un cosquilleo agradable recorre mi cuerpo. Ya llega el momento. Mi bicicleta me espera. Impaciente. En pocos días emprendo la marcha.
África Central… espérame y sé indulgente conmigo, que allá voy.
Primer objetivo: GABÓN.
¡Gracias por leer el artículo! Espero que te unas a mi viaje… Que no es sólo un viaje… Es algo más… Descúbrelo conmigo AQUÍ.
Si te gusta la bicicleta y la aventura y dominas la fotografía y/o el vídeo, también puedes unirte a mi viaje físicamente, en Libreville (Gabón), o más adelante en Kinshasa o Brazzaville. Acabo de perder al fotógrafo que iba a viajar conmigo. Quien esté interesad@, que me escriba aquí.
(*) Todas las fotos del autor
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.