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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Rajoy debe rectificar con el PNV

El ninguneo del PP a las propuestas de Urkullu puede tener serias consecuencias

Rajoy conversa en La Moncloa con Urkullu, en 2012.
Rajoy conversa en La Moncloa con Urkullu, en 2012.CRISTÓBAL MANUEL

Si Mariano Rajoy hubiera aplicado una política inteligente, habría recorrido la mitad del camino para llegar a un pacto con el PNV. Insuficiente a la hora de completar la mayoría que le falta, pero necesario en algunas de las combinaciones posibles. Por no haber hecho a tiempo la mitad del camino, ahora puede tocarle recorrerlo entero.

Editoriales anteriores

Tras los años de plomo del terrorismo etarra y la irrupción soberanista de Juan José Ibarretxe, la gestión pragmática del lekendakari Iñigo Urkullu ha aportado un admirable periodo de estabilidad al País Vasco y ha desactivado un foco de conflictos, al descartar la vía separatista azuzada en Cataluña durante la pésima etapa de Artur Mas. Esta situación convertía a Urkullu y a su partido, el PNV, en los mejores aliados nacionalistas que podía esperar un Gobierno de España.

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Sin embargo, Rajoy y el PP no escucharon las propuestas de Urkullu para gestionar el final definitivo de ETA, llenas de sentido común. Consciente de que subsisten problemas en el terreno de la paz y la convivencia, el lehendakari pidió perdón a las víctimas por el trato recibido de anteriores Gobiernos vascos y exigió a la banda su desarme y disolución final. Pero también planteó un plan conjunto del Gobierno estatal y del vasco para acabar con la dispersión de los presos y aplicar una política de reinserción mucho más activa, además de otras cuestiones de índole territorial.

El ninguneo de Rajoy lleva aparejadas serias consecuencias. El PNV sufre el desgaste de no obtener frutos de su política moderada y sensata, superado en votos y escaños por Unidos Podemos el 26-J. La dinámica electoral vasca, diferente de la del resto de España, complica la posibilidad de un pacto para el Gobierno estatal en el que pudiera participar el PNV, sobre todo a pocos meses de las elecciones autonómicas. Rajoy debe darse cuenta de que no es demasiado tarde para rectificar.

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