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DEFENSORA DEL LECTOR
Tribuna
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De Cristiano a De Gea

Dos artículos, uno sobre el astro del fútbol portugués y otro sobre el portero de la selección española, desatan polémica

Cristiano Ronaldo, estrella del Real Madrid y de la selección de Portugal, ha estado en el ojo del huracán estos días por su actuación en la Eurocopa. John Carlin le dedicó en Deportes un análisis bastante crítico titulado Cristiano: la grandeza, la tristeza y la ridiculez. Varios lectores, alguno de ellos compatriota de Ronaldo, se han sentido ofendidos por los calificativos que usa Carlin y por el tono del artículo. Pero ha sido una frase del mismo -“Su padre fue alcohólico, apenas estuvo presente en su vida”-, la que ha provocado verdadera indignación. La jurista Paz Andrés, catedrática de Derecho Internacional de la Universidad de Oviedo, me escribió para expresar su asombro. “Creo que divulgar este dato es una vulneración del derecho a la intimidad indigna e impropia de EL PAÍS”, decía. La misma queja me ha trasmitido María José Díaz Rodríguez, suscriptora que ha decidido darse de baja de inmediato.

John Carlin responde a los lectores lo siguiente: “En el documental Ronaldo, producido con su total colaboración y total aprobación, el propio Ronaldo dice: ‘Si me preguntan por qué mi padre fue alcohólico no lo sé. Quizá estaba frustrado con la vida. Yo quería un padre diferente que hubiera estado más presente y que hubiera visto mis logros’”.

Por motivos opuestos, un artículo sobre David de Gea, portero de la selección española, que se ha visto salpicado por el caso Torbe, ha desatado también polémica.

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“De Gea y la hipocresía”, firmado por Rubén Amón, parte de la base de que el guardameta no ha cometido ningún delito, ni está implicado en la investigación policial que se ha saldado, de momento, con el encarcelamiento del productor de vídeos pornográficos Ignacio Allende Fernández (alias Torbe), acusado de abusos sexuales y trata de mujeres. De Gea, según una testigo protegida de la investigación, se limitó a arreglar una cita sexual para dos futbolistas amigos con dos jóvenes supuestamente forzadas por Torbe a mantener dicho encuentro. Amón calificaba de “demagogo” al líder del PSOE Pedro Sánchez que declaró sentirse incómodo con De Gea vistiendo los colores de la selección española. “Es estrafalario que juzguemos al portero no por sus reflejos, sino por sus libertades encima de la cama”, escribía.

El artículo sobre De Gea no defendía conductas delictivas  

Varias lectoras -Remedios Crespo, Raquel Romero y Cristina Hernández, entre otras-, han visto en la defensa del futbolista un alarde de machismo. Hernández escribe: “En un sumario policial aparece que futbolistas de la selección pagaron por sexo a una persona que está en prisión acusada de comerciar con mujeres y niñas. Pagar por sexo con mujeres que están siendo coaccionadas, a un señor que está en la cárcel acusado de trata de mujeres, tiene muy poco que ver con la ‘libertad en la cama’”.

Otro lector, Pedro Luis Egea, dice: “La hipocresía, el tema del que trata el artículo de Rubén Amón (…) es un asunto de cada cual. Pero defender la libertad de que exista la prostitución y justificar a un acusado de abuso de menores, me parece muy grave. Más cuando con ello se está queriendo atacar a un político.”

Rubén Amón responde lo siguiente: “Ningún pasaje del sumario ni de la denuncia plantean que De Gea hubiera cometido abusos sexuales. De hecho, la testigo protegida menciona que el guardameta propició un encuentro sexual con otros jugadores al que ni siquiera asistió. La prostituta no era menor de edad. De Gea no está acusado ni investigado. Por eso resulta difamatorio atribuirle un papel delictivo en una red de explotación de menores. Y, por la misma razón, su comportamiento puede tratarse en el ámbito moral, pero no en el penal. Escribí y sostengo que los futbolistas no tienen por qué desempeñar un papel pedagógico. Me resulta estrafalario tener que explicar que cuando aludo a las libertades sexuales no estoy incluyendo entre ellas la comisión de delitos”.

Se puede discrepar de su tesis, pero Amón no defiende en su artículo ninguna conducta delictiva. El problema es que algunos titulares han creado confusión. El 10 de junio en elpais.com podía leerse: Muniain y De Gea, implicados por una testigo en un caso de abusos sexuales’. Y en el caso de Ronaldo, si el futbolista ha hablado del alcoholismo de su padre ante las cámaras, el periodista no vulnera su intimidad al repetirlo.

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