Aurelie Ortz tiene 24 años, es belga y está nerviosa porque es la primera vez. Se mira en el espejo y no deja de mirarse los pies. La música comienza a sonar y no sabe dónde colocar las manos. "Uno, dos, tres, básico, giro y chachachá", grita el profesor. El tiempo pasa, los músculos se relajan, se forman las parejas de baile y el ritmo fluye. Acaba de comenzar una nueva clase de baile latino, música que en menos de cinco años se ha convertido en parte de la banda sonora de Madrid. La ciudad cuenta con más de 30 salas de baile enfocadas a diferentes estilos de música latina. Además de ser la capital de España, Madrid también es la capital mundial de la salsa, la bachata e incluso del perreo.
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