Así es el presente según Camper
Este verano, Romain Kremer –el director creativo de la firma– imagina un mundo digital que parece futurista pero que dice mucho sobre nuestra época
Pandemonia es una chica muy alta con una llamativa cabellera rubia. Nunca se quita las gafas de sol, siempre va maquillada y suele vestir de colores brillantes como rosa o amarillo. Es enormemente conocida y la invitan a desfiles de moda y fiestas en todo el mundo, pero pocos saben cómo es en realidad. Su imagen pública no presenta resquicios, principalmente porque es un personaje a medio camino entre la ficción y la realidad. Pandemonia, de hecho, no existe: es el personaje creado por una artista de perfomance que siempre va vestida de látex y lleva una enorme máscara. Como si un dibujo animado o, con más exactitud, la imagen digital de un diseño 3D se hubiera hecho real y pretendiera vivir entre nosotros.
Para Romain Kremer, el director creativo de la firma mallorquina de calzado Camper, Pandemonia bien podría pasar sus noches en Arelluf, una mezcla imaginaria entre las localidades baleares de Arenal y Magaluf, conocida por su ajetreada vida nocturna internacional, sus veladas interminables y su propensión al desenfreno internacional. Así lo ha plasmado en su campaña de Camper para este verano, que plantea una especie de viaje lisérgico a Mallorca a través de 11 personajes que, como Pandemonia, se mueven en un terreno intermedio entre lo físico y lo digital, y que corresponden a los 11 diseños de calzado esenciales de la temporada.
El resultado, traducido en carteles, material digital y vídeos, ya puebla espacios urbanos y digitales en todo el mundo, de Madrid a Hong Kong. Es un viaje imaginario a Mallorca, pero no uno basado en los tópicos de postal, sino uno surgido de la visión personal de un creador, Kremer, que tiene muy en cuenta la vanguardia visual de nuestro tiempo y que en esta ocasión ha colaborado con un dream team compuesto por el fotógrafo Daniel Sanwald, la estilista Anna Trevelyan (que trabaja con Rihanna, por ejemplo) y la maquilladora Isamaya Ffrench.
Los vídeos, productos de alta tecnología pensados para ser difundidos en las redes sociales, juegan con todos los éxitos visuales de 2016: la estética selfie, las secuencias fragmentadas de Snapchat y el hedonismo libre de prejuicios. Están planeados hasta el último milímetro, pero no lo parecen. Sus protagonistas son hombres y mujeres envueltos en un aura de irrealidad, levemente alienígena. El aspecto del futuro, según más de uno.
Aunque nunca como ahora Camper había abrazado la estética digital de un modo tan claro, también es cierto que la firma mallorquina cuenta con un amplio archivo de campañas que, en su momento, fueron pioneras a la hora de romper esquemas y reflejar la estética de su época. En 1984, el diseñador Carlos Rolando ganó el premio Laus de la DGFD de Barcelona con el cartel Japan, que marcaba la apertura internacional de la firma y acercaba dos mundos tan aparentemente opuestos como el diseño mediterráneo y el grafismo japonés.
Un año antes, había presentado sendos cartel que jugaban con el humor, los equívocos lingüísticos: Banana (un zapato que salía de una cáscara de dicho fruto) y Za-Patos (un jeroglífico con la sílaba “ZA” seguida de cuatro patos). Siempre a contracorriente, y siempre haciendo cosas distintas de las que se podía esperar de un gigante comercial como Camper, la firma mallorquina presentaba en 2002 un cartel de Martì Guixè que plantaba cara al consumismo en plena burbuja del lujo: “If you don’t need it don’t buy it” (No lo compres si no lo necesitas).
Desde la llegada de Romain Kremer a la dirección creativa, las campañas de Camper se han llenado de futurismo milénico. Por ejemplo, las líneas limpias fotografiadas por Nicolás Santos en 2014, o la campaña del pasado invierno, cuya vocación digital (eran casi memes sobre fondos oníricos) hacía prever lo que estaba por venir.
Aunque Camper mantiene intactos sus rasgos fundacionales –calidad, carácter práctico y diseño de vanguardia–, Kremer ha introducido una vocación claramente tecnológica en la firma. Muestra de ello son sus colecciones más recientes, llenas de materiales ultrasofisticados, pero también la línea que están adoptando las estrategias comerciales de la firma. Camper acaba de presentar en Barcelona (Rambla Catalunya 122) un nuevo concepto de tiendas equipadas con equipos digitales capaces de generar propuestas personalizadas para cada cliente.
La aplicación se llama Camper One y permite elegir hasta el último detalle del diseño de Pelotas, su legendario zapato híbrido (entre formal y deportivo) lanzado en 1995 y consolidado hoy como un icono de la marca. Es el zapato de siempre con la calidad de siempre, pero con un espíritu digital capaz de situar a la firma mallorquina en una posición envidiada por muchos: la de los que saben anticiparse al futuro.
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