17 fotosQué es lo peor que me puede pasar si...¿No sabe si es buena idea lavarse los dientes con el cepillo de otra persona? Le sacamos de dudasBuenaVida04 jun 2016 - 10:05CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceNada comparado a lo que pasa si tira de la cisterna con la tapa levantada: esta es la verdadera fuente de dispersión de bacterias. Sentarse quizá no haya sido la mejor idea, pero no tienen por qué saltar las alarmas, si su salud está en buen estado y el baño está más o menos limpio, probablemente habrá salido ileso. “Una persona sana que entre en un aseo público que mantenga unas condiciones de higiene normales, tiene una probabilidad bajísima de sufrir una infección [se siente o no]", contó a BUENAVIDA Miguel Vicente, presidente de la división de Bacteriología y Microbiología Aplicada de la International Union of Microbiological Societies (IUMS). ¿Y qué pasa en el baño de casa? Pues que, casi con toda seguridad, está más limpio que su teléfono movil: mientras que el asiento de un inodoro medio contiene unas 50 bacterias fecales por cada 6,45 cm cuadrados, su 'smartphone' multiplica la cifra por 10.Una reunión a la que no llega, alguien que le espera impaciente… Ay, las prisas.En este caso, debería darse la vuelta directo hasta el grifo. Aunque quizá este descuido le parece más inocuo, no se confunda, es todo lo contrario. Sobre todo si hemos usado un aseo que echaba de menos una buena limpieza, "las probabilidades de sufrir una infección aumentan. Gran parte de las infecciones intestinales se transmiten por vía digestiva, con los alimentos contaminados o con la suciedad de nuestras manos si han entrado en contacto con las heces de un enfermo”, añadía Miguel Vicente. No debemos olvidarnos de este gesto aunque no hayamos tocado la taza, puesto que, como explicaba el experto, hay numerosas superficies cotidianas, como grifos y encimeras, que albergan todo tipo de gérmenes.El exceso de obligaciones de los padres conduce, a veces, a que se salten sus propias normas.Si todos los habitantes de su casa gozan de buena salud, no se preocupe en absoluto: aclararlo bajo el grifo es suficiente. Según la hipótesis de la higiene, los niños que crecen cerca de granjas o en una familia numerosa (el contagio de enfermedades entre hermanos es lo más común), desarrollan un mejor sistema inmunológico. Aunque considera que no hay que dar ningún paso atrás en los avances en cuanto a higiene, Francisco Guarner, presidente de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos, contaba a BUENAVIDA que no se debería “abusar de la esterilización cuando realmente no hay un foco patógeno en la familia”. Es decir, para el experto, mientras no haya un enfermo en casa, es innecesario lavar los textiles con lejía o hervir los chupetes del crío. Y "conviene aumentar el contacto con la naturaleza”.Estaba tan rico… Y, probablemente, no quede más pan en la despensa.Mientras que no se le haya caído en el parque, que nada le enturbie el disfrute de su almuerzo. Jesús Rodríguez Huertas, director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada, contaba que las bacterias patógenas se transfieren de las superficies lisas con polvo al alimento, pero “el ser humano tiene contacto diario con bacterias y polvo”, por lo que comer lo que rozó el suelo del hogar “no tiene ninguna importancia” en cuanto a la toxicología de los alimentos. Y remarcaba, para que quedara claro lo intrascendente del accidente: “Si se cae el bocadillo en casa, yo se lo daría a mi hijo sin ningún remordimiento”. Eso sí, hablamos de una superficie que sepamos que está suficientemente limpia, si sucede en una granja, donde puede haber restos orgánicos, mejor tirarlo a la basura.Es lo que tiene dormir fuera de casa: uno echa de menos sus cosas.Se ha expuesto a enfermedades que se contagian fácilmente con el cepillado, como herpes y hepatitis c, sobre todo si hay sangrado de encías, según contó a BUENAVIDA el presidente del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Madrid (COEM) Ramón Soto-Yarritu. Son riesgos muy similares a los que entraña compartir cuchilla de afeitar. Si lo ha hecho porque no tenía el suyo a mano, mejor mascar chicle o usar enjuague bucal. ¿Incluso si el utensilio es de su pareja? Por supuesto. "Hay microorganismos que no se transmiten por un beso, pero sí al lavarse los dientes con un cepillos que no es el suyo”, aclara Moisés Robledo, secretario de información de la Sociedad de Médicos Generales y de Familia (SEMG).Tanto invierno, tanto invierno. Y ahora le da miedo mirar bajo la camisa.No tema, no le va a llegar nunca a la cintura. Probablemente el tamaño que tiene ahora será el que mantenga en adelante, si no hace nada al respecto. "El pelo no crece indefinidamente", es lo que afirmaba a BUENAVIDA el doctor Carlos Velasco de Aliaga, director de Svenson Medical: "El vello de las axilas tiene una fase de crecimiento que oscila entre tres y cuatro meses, después de los cuales, entra en fase de caída". Llegará a medir un máximo aproximado de 6 centímetros.Por supuesto, la mosca ya no estaba. Pero pasó un buen rato deambulando por su manjar.A menos que el filete estuviera crudo (pero, de verdad: no poco hecho), su organismo no va a notarlo, pero claro, seguramente el asco no se lo quite nadie. Hay que tener en cuenta que el hábitat del bicho (de la mosca común) es la inmundicia, y que puede llevar en sus patas restos de elementos putrefactos que deposita en el plato. “Si nos comiéramos una mosca limpia, no nos pasaría nada”, sentenciaba Mª Ángeles Marcos García, catedrática de la Universidad de Alicante y directora del Instituto Universitario CIBIO: “El problema es cuando los microbios que transportan entran en contacto con alimentos no cocinados y se dejan en condiciones favorables al cultivo de bacterias, por ejemplo, fuera del refrigerador”, señalaba a BUENAVIDA Enrique Baquero, zoólogo profesor e investigador de Biología Ambiental y Biodiversidad de la Universidad de Navarra. Si ha aterrizado sobre una fruta, tampoco hay peligro: "El azúcar que contiene retrasa la aparición de bacterias y, además, las que se crían en ella no son nocivas, a diferencia de los patógenos que se desarrollan en la carne o el pescado a temperatura ambiente".Entre los cortes de agua del edificio, aquel día que trabajó 12 horas y ese otro que no salió de casa… La culpa la tiene Netflix.No pasa nada, mientras se duche hoy. José Carlos Moreno, jefe del servicio de Dermatología del Hospital Reina Sofía de Córdoba, sostiene que para personas que no realicen una actividad física extrema, ducharse dos o tres veces a la semana puede ser más que suficiente, eso sí, no hay que olvidar mantener limpias las partes del cuerpo con más tendencia a sudar: “Lavarse por partes, incidiendo en las zonas problemáticas (pies, axilas e ingles)”.Usted le ha montado su camita en el suelo. Pero es tan cariñoso… ¿Cómo va a echarlo?Mientras que su mascota esté esterilizada y vacunada, ¡felices sueños (a ambos)! Si se cumplen estos requisitos, el riesgo de transmisión de enfermedades es muy bajo, como explicaba Manuel Lázaro, veterinario y miembro de la dirección del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid: “No existe ningún estudio que demuestre que la convivencia con mascotas en el hogar sea causa de una mayor incidencia de infecciones de cualquier tipo”. Un estudio publicado en el 'American Journal of Veterinary Research' añade que el riesgo de contagio de enfermedad en aquellos que tienen perros es mayor si los tocan sin pasar por el lavabo después de acariciarlos que en los casos de compartir cama o incluso dejarse lamer por ellos.