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Tentaciones
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Invasión aguacate: ¿otro sinsentido hipster o el paradigma de la alimentación sana?

Hoy es el Día del Aguacate y por ello analizamos el éxito de este supuesto superalimento que arrasa entre 'healthies' y desayunos de Instagram. ¿Ha triunfado por ser sano o por su bonito color y su fotogenia?

vía instagram

Una idea que se me pasa por la cabeza muy a menudo es la de condenar a cadena perpetua al pusilánime que en su día dijo que el aguacate era lo más, os lo digo bien en serio. De ser una fruta exótica y de aspecto hasta fecal, el aguacate se ha convertido ya no sólo en uno más de la lista de esa estupidez de los superalimentos, sino que se ha transformado en el líder de toda una secta de borregos que veneran todo lo que esté de moda, aunque sea un chorizo entre dos galletas. Y a pesar de que hace años que ya venimos diciendo que sois unos pesados con el aguacate y sus propiedades, va siendo hora de que descubráis unos cuantos motivos por los que la susodicha fruta no mola nada.

- Cuesta una pasta

Invitas a unos amigos a cenar a casa. Optas por una receta nueva. Buceas por internet y encuentras un exótico plato que contiene media docena de ingredientes hipster que tanto se llevan ahora. Vale, es de cocina sencilla. Vas llenando el carro de la compra del súper hasta que llegas en tu lista al aguacate. Y entonces el cielo se nubla, sientes un escalofrío en las extremidades y un sudor frío te recorre la espalda. No, ¿por qué?, ¿por qué? ¿POR QUÉ? No quieres mirar los letreros. Cuatro tipos de aguacate con cuatro precios diferentes que oscilan entre los 3 y los 6 euros el kilo, algo así como un kilo de chuletas de cerdo (al menos las chuletas saben bien). Optas por los más baratos, casi a un euro la pieza. Teniendo en cuenta que más de la mitad del peso pertenece al gigantesco hueso que tiene dentro empiezas a maldecir. La cajera del súper te mira incrédula. Nunca más.

Cordon Press

- No sabe bien, lo diga quien lo diga

Y le pese a quien le pese. El aguacate no es una fruta que destaque precisamente por el sabor aterciopelado que nos deja en el paladar. Ya de por sí es un poco mal trago sostener una pieza con la mano, con esa desagradable piel rugosa que tiene un tacto grimoso. Realmente el aguacate es agradecido porque casa muy bien con otros sabores y otros ingredientes tanto por su peculiar sabor como por la versatilidad de su textura. Se puede hacer una crema con parmesano, tontear con jugos cítricos, hacer guacamoles y acompañar en ensaladas bien aliñadas. Pero por sí solo no vale nada. Eso, es así.

- Un superalimento que engorda

Desde que comenzó la tontería de los superalimentos, el aguacate ha estado en el top ten. Es justo reconocer que como alimento es bastante completo, pues tiene fibra, alto contenido en potasio, vitaminas B6 y E, ácidos grasos monoinsaturados y ácido fólico. El problema es que la moda de los superalimentos ha traído consigo a legiones de descerebrados que abusan de su consumo, incluso dotándolos de propiedades que no tienen. Un ejemplo es la estupidez de que adelgaza. Gran mentira; el aguacate contiene gran cantidad de grasa que, aunque sea monoinsaturada, no es recomendable para evitar el sobrepeso debido a la considerable ingesta de aguacate que tenemos hoy en día.

Cordon Press

De hecho ningún dietista recomienda tampoco el consumo de aguacate si lo que quieres es perder peso. Alerta para alérgicos, pues el aguacate no es muy tolerado por mucha gente. La espinaca es un alimento mucho más completo que el aguacate y tiene siete veces menos calorías. Pero no mola tanto, claro. Y, por supuesto, el aguacate no es afrodisíaco. Dejaos de tonterías

- Es otra moda que se ha ido de las manos

Mientras iban y venían las modas, el aguacate se convertía en la Madonna de la fruta, reinventándose cada dos por tres.

¿A qué se deben estas modas tan absurdas por determinados alimentos? Sinceramente creo que se debe a los nutricionistas de las celebrities. Se ha sacado del baúl del olvido a muchos alimentos que se llevan consumiendo desde que la mili se hacía con pilum y faldita y esto ha degenerado en lo que tenemos en el panorama actual. Ya os conté el año pasado cómo la Kardashian o Jessica Alba hicieron de brand ambassador de determinados superalimentos, porque había que estar a la última. Mientras iban y venían las modas, el aguacate se convertía en la Madonna de la fruta, reinventándose cada dos por tres. Instagram además ha ayudado mucho, porque es una fruta muy fotogénica, con su carne verde fosforito, más parecida a un vertido nuclear que a un superalimento. A algunas, como a Miley Cyrus, se les ha ido tanto la olla que hasta se han llegado a tatuar un aguacate en un brazo. ¡Basta ya!

Ahora nos vuelven a machacar con las tostadas con shaved avocado (aguacate en rodajas), un invento más antiguo que las pipas de girasol. Sólo os diré una cosa, hay vida más allá del aguacate. Si queréis una alimentación completa, empezad a pensar que tendréis que contar con pomelo, huevo, espinacas, avena, legumbres, acelgas, piña o pescado azul. Todos ellos, aunque no os lo hayan dicho, también son superalimentos. Hoy, como día internacional del aguacate, servidor va a comer lentejas. Y de postre, una manzana de las Pink Lady, que aunque son manzanas y no aguacates, están de moda. Así de claro.

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