13 fotos14 cosas que nunca debería tirar a la basura si le importa algo su planeta¿Qué se hace con una barra de labios semi gastada? Todos estos residuos requieren un tratamiento especialCristina Bisbal Delgado19 may 2016 - 09:54CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlace“Estos productos tienen componentes tóxicos, irritantes, corrosivos o inflamables, y pueden presentar un riesgo significativo para el medio ambiente y las personas que gestionan los residuos”, comenta Mariano González, director general de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid: “No deben tirarse a la basura ni por el desagüe. Lo correcto es llevarlo a un punto limpio. Hay que hacerlo con los disolventes y con la pintura, tanto si es al agua, acrílica o de otro tipo; incluidos los envases vacíos”.Pedro PerlésEl textil es la fracción recogida selectivamente con más potencial de reutilización, superior al 90%. Lo dice Joan Carles Montes, de Humana Fundación Pueblo para Pueblo. Y añade: “La gestión del textil usado tiene un doble beneficio: medioambiental, porque cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de 3.169 kg de CO2, según datos de la Comisión Europea. Y social, porque hay entidades autorizadas para dicha gestión que priorizan el fin solidario de la ropa usada, por ejemplo, contribuir a proyectos de cooperación al desarrollo”. Lo que hay que hacer es, sencillamente, depositar la ropa que no se usa en los contenedores o puntos de recogida habilitados para ello.Pedro PerlésEl gesto de colocar una cápsula de café en una máquina se ha convertido en cotidiano. Como lo ha hecho el de retirarla y llevarla a la basura. Pero, ¿a qué contenedor? Los de Nespresso proponen que se traslade a sus más de 1.000 puntos de recogida. De ese modo, ellos mismos se hacen cargo de su reciclaje. Jaime de la Rica, director de Márketing de Nespresso: “Se trasladan a una planta de compostaje, donde el café se separa del aluminio mediante una maquinaria especialmente diseñada para Nespresso por Tradebe. El poso del café se utiliza para enriquecer el compost destinado a la fertilización de campos de arroz”. La cosecha es luego comprada por Nespresso y donada a la Federación Española de Bancos de Alimentos. Por su parte, el aluminio, un material infinitamente reciclable, se traslada a una planta en la que se procede a su refundición y reutilización. Otra opción es adquirir cápsulas 100% biodegradables, como las que ofrece Ethical Coffee Company.Pedro PerlésLo primero que hay que tener en cuenta es que los cartuchos de tinta no son considerados aparatos electrónicos, según la Directiva sobre gestión medioambiental de estos residuos (Directiva 2012/19/UE). De hecho, los convencionales no contienen sustancias peligrosas, pero no deben arrojarse a la basura ni al contenedor amarillo, ya que contienen residuos líquidos de tintas. José Pérez, de Recyclia, aconseja llevarlos a un punto limpio o contactar con los fabricantes. Muchos ofrecen un servicio de recogida gratuito.Pedro PerlésEs un producto tóxico y peligroso para la salud. Lo confirma Julio Barea, de Greenpeace: “Contienen sustancias nocivas que no se degradan. Por eso, se debe estar seguro de que no queda contenido en el envase y no tirar nunca a la basura de restos. Y a la de plásticos, solo si están vacíos. Lo correcto es depositarlos en el punto limpio; una vez allí, se gestionan como productos peligrosos y se llevan a un vertedero especial o se incineran”.Solemos tirar estas latas vacías en el contenedor de envases. Pero quizás no recordemos bien el motivo. Ahí va, en palabras de Nieves Rey, directora de Comunicación Corporativa y Márketing de Ecoembes: “La mayoría de las latas que usamos en la actualidad están fabricadas a partir de aluminio o de acero laminado. Su reciclaje resulta imprescindible: el aluminio sigue siendo un residuo sólido durante 500 años”. Este dato tiene su contrapunto en el hecho de que se puede reciclar de forma indefinida sin que pierda sus propiedades, algo que les permite tener infinidad de usos. Por ejemplo, con ocho latas de conservas se puede obtener una olla de cocina. Y 80 latas de refrescos se pueden transformar en una llanta de bicicleta.Pedro PerlésCada cierto tiempo, nos encontramos con el dilema de un electrodoméstico inútil del que toca deshacerse. Si es uno grande, como el frigorífico, y va a comprar uno nuevo, problema resuelto: en el comercio donde lo va a adquirir tienen la obligación de retirar el viejo y llevarlo a un punto limpio o una planta de tratamiento. Si, por el contrario, no lo va a sustituir por otro o se trata de un microondas, es usted el responsable de trasladarlo a un punto limpio u otra instalación municipal. Infórmese antes en su ayuntamiento, muchos ofrecen la recogida del mismo.Pedro PerlésEs uno de los objetos que con más frecuencia desechamos por el puro placer de estrenar otro. Pero tenga cuidado con dónde lo arroja. José Pérez: “Lo único que no se recupera de un móvil es la batería, que contiene sustancias muy contaminantes: la mayoría son de ion-litio, pero todavía hay algunas —antiguas— de níquel-cadmio o de níquel-metal hidruro, metales con una alta capacidad contaminante”. Del resto del aparato, se recupera hasta el 97%, así que compensa dejarlo en cualquier establecimiento de más de 400 m2. “Desde el año pasado, están obligados a recoger aparatos de dimensiones inferiores a los 25 cm de forma gratuita para los usuarios finales y sin la obligación de comprar un equipo equivalente”. Por su parte, Recyclia, a través de su entidad Tragamóvil, ha instalado 115 contenedores en superficies comerciales. “De ahí, se traslada a instalaciones de tratamiento donde son sometidos a diferentes procesos con la finalidad de descontaminarlos y recuperar las materias primas utilizadas valorizables”, concluye Pérez.Pedro PerlésNo debe usted tirarlas a la basura. El motivo lo da José Pérez, consejero delegado de la plataforma medioambiental Recyclia: “Contienen sustancias que, en una alta concentración, pueden resultar dañinas para la naturaleza. Aunque es cierto que, actualmente, una sola pila no es peligrosa. Es necesario que se acumule una gran cantidad de ellas”. Por suerte, es sencillo encontrar contenedores exclusivos para pilas. La entidad sin ánimo de lucro Ecopilas cuenta con más de 38.000 puntos de recogida en toda España que se pueden consultar en su página web. De los contenedores se trasladan a plantas de reciclado donde se separan según su tecnología. Una vez catalogadas, comienza el proceso de reciclaje y de recuperación de materiales. ”La mayoría de los metales y las materias primas que contienen pueden recuperarse y reutilizarse en la fabricación de nuevos productos. Es lo que en el sector llamamos 'la minería del siglo XXI”, comenta Pérez.Pedro PerlésJulio Barea, de Greenpeace: “Sucede lo mismo que con productos detergentes, limpiadores o lavavajillas. Si están gastados y el envase es de plástico, al contenedor amarillo. Si queda algo de producto, debe ir al punto limpio, porque salvo los ecológicos, los cosméticos llevan derivados del petróleo, micro plásticos que acaban en los ríos y en el mar. Se calcula que en 2050, el 100% de los peces y aves tendrán plásticos en sus estómagos”. En caso de que se trate de cosméticos comprados en farmacias, se pueden llevar al punto SIGRE, oficinas de farmacia que garantizan la recogida de estos envases y residuos.Pedro PerlésRaro es quien no acumula al menos un par de radiografías en casa. Y no siempre se sabe qué hacer con ellas, porque contienen metales que no deben arrojarse al vertedero. “Además, alguno de ellos, como la plata, tienen valor y pueden recuperarse. También se recupera el plástico que lleva. El resto se incinera”, comenta Julio Barea, de Greenpeace. Lo adecuado es llevarlas al punto limpio, pero también las recogen en ambulatorios y hospitales. Farmacéuticos sin Fronteras tiene una campaña de recogida de radiografías: las entregan a un gestor de residuos que les compra la plata que sacan de ellas a precio de mercado. Con ese dinero, la ONG financia sus proyectos de colaboración.Como decía don Sebastián en La Verbena de la Paloma, “hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”. Tanto, que los aparatos electrónicos (tabletas, ordenadores,faxes, impresoras, ratones, altavoces y aparatos de música) se quedan obsoletos pocos meses después de adquirirlos. Suelen contener materiales potencialmente peligrosos, como el plomo, el mercurio o el cromo hexavalente, que depositados fuera de control contaminan el entorno. Pero también otros valiosos: silicio, oro, plata o cobre, que son cada vez más escasos y cuya obtención genera un alto impacto ambiental. “El reciclaje de los equipos obsoletos permite recuperar dichos materiales, pudiendo ser utilizados en el proceso de fabricación de nuevos equipos y ahorrando así recursos naturales y energía. Del mismo modo, evita la sobreacumulación de residuos en los vertederos”, asegura María Pérez, responsable de Calidad y Medio Ambiente de la empresa Recytronica, gestor autorizado de residuos RAEES (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). Así que cuando decidamos cambiar de aparato, hay que llevar el viejo a un punto limpio o depositarlo en un contenedor autorizado. “De ahí se traslada a instalaciones de tratamiento donde son sometidos a diferentes procesos con el fin de descontaminarlos y recuperar las materias primas utilizadas valorizables”, concluye Pérez.Pedro PerlésLo peligroso de los termómetros —como de los tubos fluorescentes— es el mercurio que llevan en su interior. Por eso, Mariano González, de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, pide que se depositen siempre en el punto limpio. Este elemento, tratado debidamente, puede recuperarse por destilación y usarse nuevamente en la industria química.Pedro Perlés