Amaya Apesteguía: "Los valores de las cooperativas están de moda"

¿Es la crisis una buena noticia para el consumo responsable?La crisis nos ha hecho replantear el hiperconsumo y, en este sentido, sí que es una buena noticia. Llegados al punto en el que ya no basas tu nivel de vida en acumular y acumular, comienzas a tener otro tipo de comportamiento. Y, por otro lado, la crisis nos ha hecho ser mucho mas conscientes en nuestro dia a dia de la corrupcion generalizada que hay en el mundo empresarial. Actualmente, hay comportamientos que nos parecen inaceptables y eso nos lleva a elegir a otras empresas mas pequeñitas, mas modestas, pero que creemos que lo van a hacer mejor.

El cooperativismo puede sonar, para algunas personas, como una historia del pasado. ¿Desde la perspectiva del consumo se ve como una realidad con futuro?Para mí las cooperativas parten de valores sociales y culturales que son tradicionales, pero que se estan volviendo a poner de moda. Estos mismos valores, que siempre han existido, ahora estan adquiriendo una nueva pátina, como la colaboracion o las comunidades o el procomún, por ejemplo. Antes nadie hablaba de ello. Y ahora, en cambio, son tendencia.

Si el cooperativismo se basa en valores tan positivos y que están al alza, ¿por qué el consumidor no reclama más este modelo?
El mayor valor añadido que dan las multinacionales son las economias de escala. Cuando tu tienes economías de escala a estos niveles puedes reducir el precio unitario de tu producto muchísimo más de lo que cualquier cooperativa podrá hacer nunca. Debemos saber que el primer argumento de compra de los consumidores es el precio y, con un contexto así, tiene mala competencia. Sin embargo, dejando eso de lado, sí que hay una tendencia ahora mismo a preferir empresas más pequeñas, siempre que te ofrezcan un buen precio. El precio sigue siendo el primer criterio, pero es igualmente cierto que el consumidor prefiere cada vez más prestadores de servicios que sean eticos, que no le mareen, que no le digan una cosa y al final sea otra. 

¿Puede ser que las cooperativas no hayan crecido, en parte también, porque el ciudadano no se ha empoderado lo suficiente y no puede verse a sí mismo como miembro de una cooperativa?
Sí, sí, evidentemente. Es una exigencia. Es más compromiso. Estás acostumbrado a firmar un contrato, a recibir un servicio a cambio y luego te olvidas. Pero aquí exigen probablemente una ciudadanía más madura, mas responsable, que participe mas en la vida de la empresa.

Optar por lo local nos permite contaminar menos, pero ¿no nos hace un poco provincianos?
Las organizaciones de consumidores hace muchos años que reclamamos que etiqueten realmente el origen, donde se ha producido el producto, no el made in Spain o made in CE, que no aporta nada. Y la Unión Europea ha tumbado siempre sistemáticamente esta petición. Así que, actualmente, un made in Spain no te garantiza que las materias primas sean españolas ni mucho menos. Realmente, lo que es importante en algunos productos es de dónde vienen las materias primas. Por ejemplo, en la ropa, ¿cuál es el producto que tiene el mayor impacto medioambiental de todos? El algodón. ¿Y de dónde viene? Casi todo de Uzbekistán. Y en Uzbekistán todos sabemos como son las condiciones. ¿Alguna empresa de ropa te escribe en la etiqueta “algodón hecho en Uzbekistán” o “procedente de Uzbekistán”? Nunca, ninguna. Si esta informacion ya no la tienes, dificilmente podras hacer una opción de compra responsable. 

Extracto de la entrevista a Amaya Apesteguía publicada por la revista Coop., de las Cooperatives de Treball de Catalunya. Se puede leer en su totalidad en el siguiente enlace