Quema de libros
En la televisión pública catalana, en un programa preparado previamente y se supone que supervisado con antelación, se quema en directo la Constitución española vigente que, siendo por supuesto cambiable y mejorable, ha permitido el mayor periodo de continuidad democrática en la historia de nuestro país.
La quema de libros en público recuerda épocas infaustas de la historia reciente europea.
Y todavía hay gente que se enfada, cree que puede ser una exageración, no quiere ver o mira para otro lado cuando algunos llamamos a las cosas por su verdadero nombre.— Carlos Bravo Suárez.
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