Muebles eróticos: hacer de todo en una silla sin fastidiarse la espalda
Aunque parezcan sacados de una feria de arte, el fin de estos cachivaches no es la contemplación, sino el uso desenfrenado
Cuando pensamos en cómo mejorar nuestra vida sexual buscamos múltiples soluciones. En ocasiones recurrimos a la mismísima ciencia, que ya hemos visto que puede ayudar a mejorar nuestro rendimiento sexual. Otras veces, es nuestra propia imaginación la que nos ayuda a avivar el deseo. Pero hay quién se pone culto y tira de biblioteca, para buscar aquellos libros en los que otras civilizaciones ya dejaron escrito cómo gozar más del sexo. Así podemos encontrarnos con clásicos como el Kamasutra, que entre otras cosas, nos anima a innovar con nuestras posturas sexuales.
El problema llega cuando intentamos poner en práctica algunas de esas posiciones y nos damos cuenta de que nuestros antepasados debieron ser más flexibles que nosotros, porque por mucha motivación que le pongamos, o no conseguimos atinar, o lo que conseguimos es una contractura muscular. De hecho, algunos accidentes sexuales pueden desembocar en esta clase de lesiones, como dolor de espalda, tirones musculares e incluso en raspado de rodillas por fricción, sobre todo si hemos decidido ser intrépidos y salir de cama. ¿Hay entonces alguna forma de salir de la rutina sin perjuicios mediante?
Existe una curiosa oferta de mobiliario erótico que puede ayudarnos a cambiar nuestras posturas o prácticas sexuales de forma no solo más segura, sino también más cómoda.
Así lo explica la sexóloga María Esclápez, que advierte en primer lugar que “para usar correctamente los muebles eróticos, hemos de informarnos sobre su buen uso, comprobando de antemano que podemos realizar las posturas adecuadamente y sin correr ningún riesgo”. Teniendo en cuenta esto, “si en mitad del encuentro la postura escogida no nos permite disfrutar, nos resulta molesta o nos hace daño en alguna parte del cuerpo, es mejor interrumpir la práctica y cambiar de posición”. Advertencias a parte, los beneficios de este tipo de muebles a nivel sexológico son diversos, ya que como explica la experta, “ayudan a aumentar el morbo y la pasión, que es un componente especial que no siempre está presente en todos los encuentros eróticos”. No solo se trata de muebles funcionales, sino de aquellos que "fomentan la imaginación al permitir la realización de posturas sexuales, que se realizan cómodamente gracias a la forma ergonómica del mueble”. Por otro lado, muchos de estos enseres permiten que el ángulo de penetración sea el más adecuado, "algo que repercute positivamente en el placer”.
Pero, ¿a qué consideramos un mueble erótico? Según el diseñador Andrés Amaya, pionero en la creación de estos artefactos, se entiende por mobiliario erótico “no solo a los que permiten mejorar la sexualidad en términos mecánicos, sino también aquellos que juegan con elementos relacionados con la imaginación, el deseo, la sensualidad, la contemplación, la belleza, la sexualidad y el amor”.
La ergonomía del placer
Más allá del concepto en sí, es interesante saber qué diferencia a este tipo de muebles de nuestro típico sofá, que de encuentros sexuales seguro que también sabe un rato. Poniendo un ejemplo práctico, Andrés Amaya comenta que su diseño más conocido, como es la silla Adela Chair, se distingue de otras sillas porque para su fabricación se ha estudiado “el ángulo de penetración, aunado a la fuerza del empuje del pubis, proporcionado por la firme sujeción de las manos de la mujer, que incrementa considerablemente el golpeteo púbico y por ende la sensación de placer”. Además, otra característica de este tipo de muebles es que “el erotismo ya no se esconde, sino que pasa a ser un manifiesto erótico dentro del hogar”.
Descubriendo un poco más cómo es el proceso de creación, Amaya relata que “primero tratamos de entender un imaginario colectivo, y así construimos varias maquetas a escala. Posteriormente, se analizan medidas y se realiza un prototipo, que se somete a pruebas por parte de varias parejas. Una vez recabada la información, se realizan los cambios pertinentes”. Este ha sido el proceso para crear piezas como “el mueble para felatio, para cunnilingus, una mesa acolchonada titulada ‘el cartero llama dos veces’ y, actualmente, también mobiliario especial para relaciones gay y swingers [individuos que intercambian pareja]”.
Al igual que existen diseñadores de muebles eróticos, existen tiendas especializadas donde poder encontrarlos. Es el caso de la tienda Portobello Street, cuyo gerente, Alberto Torres, declara que uno de los productos estrella sigue siendo sin duda la cama redonda. Desde su opinión, “este instrumento permite una movilidad corporal distinta, que nos predispone al juego con la pareja o quien sabe si con más de uno”. Respecto a los clientes más habituales, Torres relata que son muy variados, “desde el particular que desea tener en su hogar un lugar privado para el placer, a productoras de cine X, clubes de sexo, centros de intercambio de pareja, etc.”. La única desventaja es que dependiendo de la complejidad de la pieza, esta no siempre es asequible para todos los bolsillos.
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Hoteles para escarceos secretos
Que estos muebles no estén siempre a nuestro alcance, no quiere decir que no podamos disfrutarlos de vez en cuando. La empresa Margarita Bonita, que se hizo popular por la creación de mobiliario erótico, ha visto claro que gran parte del negocio está en crear suites especializadas en hoteles, para que así el placer de los muebles eróticos esté al alcance de todos. Dentro de sus suites Margarita Bonita, podemos encontrar productos estrella como la Movement Bed, una cama que en su interior esconde un sofisticado motor, capaz de reproducir el ritmo corporal de las relaciones íntimas. Todo ello además reproduciendo cuatro movimientos ultrasilenciosos, perfectamente graduables según la necesidad de cada cliente. Igualmente otro clásico es el Neotantra Sofá, que favorece las relaciones íntimas gracias a que sus curvas ergonómicas se adaptan a los cuerpos de la pareja. La compañía ofrece un listado de todos los hotels que hacen uso de este mobiliario.
Dando un paso más allá, también han surgido los hoteles que piensan sobre todo en la discreción y la intimidad para los “escarceos sexuales”. Es el caso del Hotel Loob, en Torrejón de Ardoz (Madrid), que ofrece habitaciones privadas en las que ni siquiera llegas a ver nunca a su personal. Desde el departamento de comunicación del hotel aportan que “la discreción y la privacidad son fundamentales para que la pareja (o trío) se encuentre en un reducto de intimidad. Acto seguido, están aspectos como el confort y la ambientación, como, por ejemplo, la graduación de la luz”.
Uno de los grandes atractivos del Hotel Loob, además del hecho de poder contratarse por horas, es que existe la posibilidad de alquilar un columpio sexual. Según explican, “realmente constituye un gran atractivo para clientes que están deseando probar cosas nuevas y romper con la monotonía en sus costumbres y hábitos. Desde nuevos juegos de posiciones, hasta el inigualable placer de quienes sienten morbo por elementos como el cuero, o verse completamente a la merced, suspendidos en el aire”. Poniéndonos técnicos, se trata de un columpio completamente ajustable, extra ancho, con soporte para los pies. Pese a ser de talla única, puede aguantar un máximo de 160 kilos, por lo que las correas de nailon, además de ser de alta resistencia, son ajustables a cualquier tamaño. Todo ello, además, pensado para que sea fácil de lavar y que pueda ser usado por varios clientes. “En todas las habitaciones dejamos un folleto con algunas de las posturas que pueden adoptarse en el mismo”, apuntan desde Loob, porque aunque la imaginación sea infinita, antes de tener un accidente, es mejor informarse sobre las posibilidades.
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