_
_
_
_
_

“Nuestro sexo con otras especies era recurrente”

El científico ha intentado insertar un gen humano neandertal en un ratón

El biólogo evolutivo Carles Lalueza-Fox, en su laboratorio de Barcelona.
El biólogo evolutivo Carles Lalueza-Fox, en su laboratorio de Barcelona.Massimiliano Minocri

Hace un par de años, el ADN neandertal estuvo a punto de resucitar cerca de una playa de Barcelona, 40.000 años después de la extinción de esta especie humana. El biólogo Carles Lalueza-Fox (Barcelona, 1965) intentó insertar un gen neandertal, presuntamente relacionado con una mayor cantidad de pelo, en un ratón. Pero el experimento, realizado en el Instituto de Biología Evolutiva, se canceló tras unos primeros resultados decepcionantes. El ratón con melena de humano neandertal nunca llegó a existir. El investigador del CSIC está volcado ahora con otros proyectos. Lalueza-Fox, uno de los principales expertos del mundo en ADN antiguo, acaba de presentar un estudio que muestra que los humanos modernos y los neandertales ya practicaban sexo y tenían hijos juntos hace más de 100.000 años. En aquella época, coexistían en la Tierra al menos cinco especies humanas diferentes: Homo sapiens, neandertales, Homo floresiensis, Homo erectus y denisovanos. Todo apunta a que fornicaban entre ellas sin muchos remilgos cuando se encontraban en un mismo territorio. Y esta orgía planetaria que empieza a conocerse obliga a redefinir el concepto de humanidad.

Pregunta. ¿Qué implicaciones filosóficas ve usted a que hace más de 100.000 años ya tuviéramos hijos en común con los neandertales?

Respuesta. Seguimos en la misma línea de desmitificación del modelo evolutivo. La evolución se tiene que percibir como una corriente de nodos interconectados, algunos de los cuales se vuelven a conectar en diferentes momentos. La evolución humana es claramente un acontecimiento de hibridaciones [sexo con descendencia fértil entre especies diferentes] sucesivas cada vez que se han encontrado las diferentes especies. Ahora vemos la última rama de todo un proceso de seis o siete millones de años. Los humanos modernos y los neandertales divergieron hace 500.000 años, pero más abajo hay seis millones de años más de los que no tendremos nunca datos genéticos. Si en estas dos ramas hemos detectado media docena de acontecimientos de hibridación, este fenómeno era recurrente.

P. ¿Cree que el sexo con los neandertales era esporádico?

R. Era esporádico en el sentido de que tenía que ocurrir un acontecimiento climático para que emigraran especies que estaban viviendo en sitios distintos. Los neandertales llevaban 500.000 años en Europa y los humanos modernos estaban encerrados en África. En ese sentido, era esporádico. Vivían en sitios distintos. Cuando se cruzan es cuando hay un cambio climático. Coincide con un Máximo Glacial: los neandertales van hacia el sur y se encuentran con los humanos modernos que son expulsados de África por la desertificación del Sáhara. Si se hubieran encontrado más veces, se habrían cruzado más veces. Los restos de un Homo sapiens hallados en Oase (Rumanía) tienen algunos rasgos raros y están datados en 37.000 años. Cuando lo analizaron vieron que tenía un 7% de neandertal. Correspondía a un híbrido de seis generaciones antes. Hibridación puede ser desde algo que implique a todos los humanos modernos no africanos hasta algo que implique a un solo individuo y que no haya llegado hasta el presente. A lo mejor encontramos los restos de un individuo en Próximo Oriente que sea híbrido al 50% de humanos modernos y neandertales, pero que no tuviera descendencia. Tenemos básicamente genomas antiguos de cinco individuos con datos suficientes y detectamos media docena de acontecimientos de hibridación. Si tuviéramos más datos, encontraríamos muchas más cosas.

"Los neandertales debían de tener sus propias creencias religiosas"

P. ¿Cree que encaja con los relatos religiosos de la Creación este modelo de varias especies humanas diferentes conviviendo, copulando y teniendo hijos juntas?

R. No, claro, los relatos de religión servían para explicar por qué una persona es diferente del resto. Incluso la judeocristiana es muy restringida: habla mal de los gentiles, del resto del mundo. El cristianismo se ha extrapolado a toda la humanidad, pero en su inicio era una cosa para cohesionar a los judíos. Cualquier cosa que implique esta universalidad de cruzamientos va en contra del principio religioso que consiste en explicar cuál es tu lugar en el mundo y por qué tienes un dios que te diferencia del resto del mundo. Es incompatible, pero en el fondo, aunque existan todos estos cruzamientos sigue habiendo un proceso evolutivo principal que lleva hasta nosotros. El hecho de que nosotros tengamos un 3% de neandertal no significa que nosotros genéticamente no seamos diferentes a los neandertales.

P. ¿Cree que los neandertales tenían sus propias creencias religiosas?

R. Cualquier persona que haya estado en la naturaleza bajo una tempestad con rayos cayendo tiene que elaborar un sistema para explicarlo. Tú eres tan insignificante y aquello es algo tan grande... En cualquier momento puede suceder algo que te liquide. Es inevitable que te forjes un sistema para entenderlo. Los neandertales debían de tener sus creencias, clarísimamente. Cuando dependes de la caza para tu existencia y llevas una semana sin cazar nada y muerto de hambre, es evidente que tienes que elaborar algo, algún Dios que te pueda favorecer en la caza al día siguiente. Yo desde luego sí lo pienso.

P. ¿Hay alguna razón para pensar que los neandertales no razonaban de una manera similar a la nuestra?

R. Yo creo que no. Su existencia durante 500.000 años, en condiciones terriblemente frías, es un prodigio de supervivencia. Al final fueron disminuyendo, eran muy pocos y se acabaron extinguiendo.

P. Las investigaciones dicen que los neandertales se adornaban con plumas, enterraban a sus muertos, cocinaban con fuego, sufrían cáncer.

"Los neandertales a nosotros nos deberían de ver monstruosos"

R. Lo veo razonable. Cuidaban a los heridos. A veces se comían unos a otros, porque la vida era muy dura. Hay bastantes evidencias de canibalismo. Son cosas que pueden parecer contradictorias, pero tan contradictorias como las que podemos encontrar en el ser humano moderno.

P. Los restos hallados en el yacimiento neandertal de El Sidrón (Asturias) muestran que se comieron sus cerebros.

R. Se comieron todo: las lenguas, los cerebros, el tuétano.

P. No parece un acto propio de una sociedad muy sofisticada.

R. No, pero pudo ser un canibalismo de supervivencia. Estás en medio del invierno atrapado en una tempestad, tu grupo está atrapado y aparece otro grupo que no te importa. Parece un caso de hambre extrema.

P. Da la sensación de que la sociedad no ha asumido todavía que hace no tanto había otra especie humana, muy parecida a la nuestra, que hablaba, que tenía una tecnología digna, pero que se ha esfumado de la faz de la Tierra.

R. Es que es una idea muy compleja. No solo había una más. Estaban los denisovanos, el Homo floresiensis, en África vete a saber lo que había y quizá había Homo erectus en el sudeste asiático. Es difícil de visualizar. Tú formas parte del relato y es difícil salirte de ti mismo para entenderlo. Hay gente que sería esencialmente parecida a ti, pero al mismo tiempo sería algo distinto. Aunque hablemos ahora de que tenemos genes de neandertales, como prototipo organizativo, morfológico y genético eran cosas distintas, aunque al mismo tiempo nos podíamos cruzar. Es una idea compleja.

P. En su último libro, Palabras en el tiempo, usted se preguntaba qué habría pasado si los neandertales no se hubieran extinguido, porque no estaban predestinados a extinguirse. ¿Qué cree que hubiera pasado si en su último reducto en Gibraltar hubieran sobrevivido 1.500 neandertales?

"Intentar crear una quimera de neandertal en el laboratorio es éticamente imposible"

R. Bueno, los habríamos extinguido en tiempos recientes sin duda.

P. En el libro comentaba que, si no se hubieran extinguido, quizá les hubiéramos dado derechos y habrían formado partidos políticos propios. Quizá sus escaños serían esenciales ahora para formar gobierno en España.

R. Antes de que ocurriera esto estoy seguro de que los habríamos liquidado. Los europeos expandiéndonos liquidamos millones de personas en África y en América, y eso que eran más parecidas a nosotros. No habríamos tenido ningún reparo en liquidar a los neandertales.

P. ¿Un blanco europeo se parecería más a un neandertal que a un negro?

R. Quizás en aspectos de pigmentación, porque ambos estamos adaptados a zonas de poca radiación ultravioleta. Pero, físicamente, el aspecto de un neandertal debía de ser algo memorable. Nos debería llamar poderosamente la atención, si es que no nos asustaría directamente, por la robustez increíble que tenían. No hay parangón. Por mucho que ahora intentemos humanizarlos, tenemos que imaginarnos su cara proyectada hacia delante. Algunos neandertales tienen los huesos nasales prácticamente horizontales, eso significa una nariz ancha y larga. Y con los arcos supraorbitarios extraordinariamente desarrollados. Los neandertales a nosotros también nos deberían de ver monstruosos, con el frontal vertical que tenemos. Debíamos de resultarles horribles, feos, con la cara plana para arriba. La percepción de la belleza debía de ser recíproca.

P. Usted ha intentado neandertalizar ratones.

R. Intenté hacerlo hace un par de años. Para neandertalizar ratones primero tienes que quitarle el gen correspondiente y luego insertarle el gen neandertal. Cuando quité el gen, uno que me parecía muy relevante, el ratón no manifestó ningún cambio. Eso indicaba que era un gen que no era tan importante como creía yo. Era el gen Rptn, que codifica la proteína repetina. La información existente decía que se expresaba en la raíz de los folículos pilosos y en la lengua. Parecía ser algo discernible a simple vista, que es lo que me interesaba a mí: ver menos pelo o más pelo. Me pareció lógico. Quizá los neandertales tenían más pelo como adaptación al frío. Era una hipótesis de partida. Después he visto alguna investigación que aseguraba que este gen intervenía en aspectos neuronales, aunque se expresa en la piel. Tendríamos que haber mirado en el cerebro del ratón, pero ni se me pasó por la cabeza. No llegué a insertar el gen neandertal y lo dejé porque es un tema muy caro y muy complejo, y tampoco es mi especialidad, entre otras cosas. Sé que Svante Pääbo [director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania)] también lo estaba intentando hacer.

El investigador intenta averiguar cuándo fue la primera vez que un humano cruzó el estrecho de Gibraltar y copuló con las poblaciones del otro lado

P. El genetista estadounidense George Church, de la Universidad de Harvard, sugirió en 2013 que se podría crear un neandertal en el laboratorio y que lo pariera “una mujer muy intrépida”. Con los avances de los últimos años, ¿cree que se podría conseguir ahora?

R. Bueno, ahora la tecnología del CRISPR [para cortar y pegar ADN] permite cambiar con exactitud y simultáneamente posiciones genómicas. Antes se podía ir cambiando de una a una y era un proceso increíblemente largo. Ahora se podría hacer ingeniería genética para transformar células con los 100 cambios más relevantes. Creo que el CRISPR permitiría hacer muchos cambios de golpe: crear una línea celular con un número limitado de cambios en cosas que son diferentes entre humanos y neandertales. Una vez que tienes una célula neandertal podrías meterla en un óvulo humano.

P. ¿Entonces ahora sí se podría crear un neandertal?

R. Sí, pero no sería un neandertal, un neandertal es algo más. Sería una quimera. La maquinaria celular sería la de un humano. Pero no tiene sentido. Un comité ético jamás lo permitiría y tampoco creo que haya ningún científico realmente interesado en esto. Podríamos coger a un elefante y hacer ingeniería genética para que tuviera un número de posiciones genómicas de mamut. Se podría hacer, pero sería una quimera, sobre todo en la regulación del genoma. Me parece reprobable, entre otras cosas porque el esfuerzo que dedicaríamos a hacer esta quimera se podría dedicar a proteger las especies que todavía existen. Creo que sería una especie de arrogancia tecnológica y éticamente es imposible de hacer. Tampoco creo que la información que nos proporcionara fuera relevante.

P. Church insinuaba que se podría hacer en China.

R. Ir a buscar un sitio donde éticamente se permita hacer cualquier cosa me parece una monstruosidad.

P. La paleogenética parece un mundo entretenido, según reflejaba en su último libro. Usted ha colaborado incluso con un sobrino de Osama Bin Laden, Jonas, un joven experto en ADN antiguo de la Universidad de Copenhague que ya ha dejado la ciencia.

R. Sí, hice un estudio con él. Osama Bin Laden tenía decenas de hermanos y muchísimos sobrinos. Pero Jonas es clavado a su tío. Creo que el servicio secreto lo seguía cuando estaba en Dinamarca. Solo lo vi un par de veces, mi contacto era su jefe.

P. En la actualidad usted está elaborando la historia genética de la península Ibérica. ¿En qué consiste el proyecto?

R. Tenemos analizados casi 100 genomas de todas las épocas y estoy recopilando muestras de periodos increíblemente recientes: la Edad Media, visigodos, Edad del Bronce, íberos, celtíberos. También Neolítico, Edad del Cobre. Son muestras que cuesta encontrar y el objetivo es ver cómo van cambiando las poblaciones ibéricas hasta conformar las actuales, desde el Paleolítico Superior hasta la actualidad. La península Ibérica es interesante por varios motivos: está en el extremo oeste de Europa cuando hay dos fenómenos muy importantes en la configuración genética de los europeos que entran justo por el este: el Neolítico y la migración de las estepas en la Edad del Bronce. Está bien para entender el alcance final de estas migraciones justo en el punto más alejado de la entrada. También tiene otra peculiaridad: el posible contacto con el norte de África, aunque esto claramente creo que ocurre en tiempos históricos.

P. ¿Van a poder averiguar cuándo fue la primera vez que un humano cruzó el estrecho de Gibraltar y copuló con las poblaciones del otro lado?

R. Sí, tenemos muestras califales, nazaríes, almorávides, tenemos muestras de todo el periodo musulmán. Las muestras todavía no están analizadas. Hay un gran debate sobre cuándo cruzamos el Estrecho. Hay gente que sostiene que era un sitio de paso y gente que sostiene que era una barrera natural enorme. Yo soy más bien partidario de lo segundo: está muy cerca, pero por cuestiones de corrientes oceánicas yo creo que tradicionalmente, durante la prehistoria, fue una barrera.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Manuel Ansede
Manuel Ansede es periodista científico y antes fue médico de animales. Es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Licenciado en Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid, hizo el Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medioambiente y Salud en la Universidad Carlos III

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_