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Tentaciones
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Richie Hawtin se corta el flequillo

Hablamos con el DJ, músico y productor que más años lleva en la cresta de la ola. Vuelve Plastikman

Abraham Rivera

Richie Hawtin, el hombre del flequillo, se nos hace mayor. Como si del abuelo cebolleta se tratase, necesita echar la vista atrás y contarnos las travesuras que realizaba hace mas de 20 años. Era la época en la que estaba al frente de Plus8, el sello de Ontario que durante la década de los noventa lideró un techno limpio, seco y rítmico. Con esa excusa, la del 25 aniversario de su primera discográfica -luego vendría M_nus-, Hawtin firma un álbum de dos horas de duración, From My Mind To Yours, que evoca el sonido de esos años.

Recuperando, a su manera, el eslogan que llevaban aquellos plásticos: “De nuestra mente a la tuya”. Fueron los días de auténticos rompepistas como Sheet One (1993) o Musik (1995) en los que Hawtin llevaba el pelo rapado al cero y unas gafas que le hacian parecer el más listo de la clase. El productor, nacido en Windsor y emigrado a Canadá junto a su padre, un trabajador de la General Motors, daría un vuelco a la electrónica que se facturaba en su vecina Detroit. Sonidos afilados y contenidos, con un punto de abstracción que no dejó a nadie indiferente.

Hawtin, en todo caso, no había abandonado el riesgo y la experimentación en estos años (aunque sus apariciones en los medios, más ciego y pasado que Villalobos, pudieran dar a entender lo contrario). EX (2013), sin ser su mejor trabajo, dejaba entrever un interés por alejarse de la fiesta y el hedonismo. Lo mismo puede decirse de Enter, la sesión que creó hace 4 años en Space Ibiza y que contó con artistas tan alejados del bombo facil como Mark Ernestus, Alva Noto, Vatican Shadow o Demdike Stare. Con este From My Mind To Yours regresa el mejor Hawtin, aquel que entiende el techno como un lugar para la experimentación y el baile. En la mejor tradición minimalista. El único pero que se le puede poner es que ha vuelto con un sonido ya conocido, perfeccionado, pero que no impresiona. El creador de Consumed (1998) no deja nada de lado en esta entrevista: su relación con el pasado, el auge y sobreexplotación de Berlín, la rentabilidad de la música, el uso de las máquinas y su interés por estar evolucionando constantemente. Lo primero que debo preguntarte es el porqué de esta mirada al pasado.

¿Era necesario volver sobre alias como FUSE, Circuit Breaker, Robotman o RHX, grabados hace tanto tiempo?

Me siento orgulloso de echar la vista atrás raras veces, por supuesto, y espero que cada movimiento que realizo sea un desarrollo de mis ideas en una nueva forma. Sin embargo, creo que en algún momento todos debemos mirar lo que hemos hecho, es necesario para poder avanzar. A principios de este año no podía quitarme de la cabeza dos cosas, 1) la creación hace 25 años de Plus8, que marcó el verdadero comienzo de mi carrera discográfica y 2) una vuelta al estudio para crear más música nueva. Con esto en mente me fui al estudio a trabajar de una forma que no probaba desde hacía mucho tiempo. No para crear un nuevo álbum o recopilatorio, tampoco para escribir nuevo material de FUSE o Circuit Breaker, sino para volver a aquellos primeros días, cuando el tiempo del estudio era divertido y experimentar te permitía la libertad de ir a cualquier lugar. A diferencia de las últimas sesiones de estudio, que estaban enfocadas a grabar un álbum, EX, Closer, DE9… estas sesiones de grabación fueron libres, divertidas y curiosas … con esa libertad me encontré para grabar con facilidad y de forma fluida. Supongo que al no haber reglas, ni compromisos de álbum, y con el aniversario en mi cabeza, era natural que mis investigaciones me llevaran de nuevo a algunos de los nombres clásicos.

Han pasado 25 años de la creación de Plus8. El comienzo de tu carrera como productor ¿Imaginaste en algún momento llegar hasta donde has llegado?

Los últimos 25 años se me han pasado en un abrir y cerrar de ojos, supongo que se debe a que mi pasión por la música y la tecnología continúa excitándome e inspirándome a diario. Esto me ha llevado a de un año a otro rápidamente: mi carrera se ha construido en torno a un verdadero amor por la electrónica. Algo que a veces es difícil destacar es que, como en cualquier otra carrera las cosas oscilan, cuando tienes picos de interés y excitación es porque los intereses son resultado normalmente de períodos de exploración y reinterpretación. Creo que he estado presente en diferentes períodos y desarrollos musicales: del techno de Detroit más clásico a los sonidos más agresivos de finales de los 90, o de los sonidos más minimalistas a los grandes eventos que estoy ahora mismo produciendo en todo el mundo. Es un estilo de vida muy loco, pero así es el techno... ideas desdibujadas, creatividad, inspiración; eso ha construido el "momentum" de esos 25 años.

Que opinión te merece la obsesión actual por el pasado ¿Crees que este revival permanente es un síntoma de la falta de ideas?

Me encuentro con mucha gente resucitando viejas fórmulas en este momento, y creo que esto puede ser peligroso. El punto importante es lo que hay detrás de estos artistas y sus nuevas creaciones. ¿Están intentando copiar discos viejos que sólo han escuchado una vez? O, ¿solo se están inspirando en el pasado para coger ideas para el futuro y darles un nuevo contexto? Por supuesto, es complicado para cada uno de nosotros conocer las razones que hay detrás de estos lanzamientos, así que por mi parte intento respetar las referencias anteriores y usarlas creativamente para mirar al futuro.

Fundaste un sello hace 25 años. Ahora llevas otro como M_uns ¿resulta tan excitante y atractivo como al comienzo?

Lanzar un sello discográfico supone un reto mucho mayor hoy que hace 25 años. Lo increíble es que nuestra música se ha popularizado mucho más de lo que hubiéramos pensado nunca, debido principalmente a la distribución digital y a los formatos de archivo. Paradójicamente, es mucho más difícil que nunca antes monetizar la música. Ese es el desafío para todos nosotros, trabajar por el cambio y conseguir que nuestra música continúe creciendo.

¿Como de importante es la parte analógica en tus composiciones?

Soy un productor de estudio analógico, todas mis grabaciones originales y el tiempo pasado en el estudio fue con sintetizadores de hardware y muchas manos en los controles. Esas manos son el aspecto más importante de cómo la música está hecha, no de donde proviene el sonido (analógico o digital): cómo puedo controlarlo y cómo puede convertir esa manipulación física y esos movimientos, capturarlos y grabarlos. Quiero escuchar la unión del hombre y la máquina, como cuando un pianista toca un piano, ahí es donde todo se vuelve interesante.

¿Qué te parece la sobreexplotación que están viviendo Berlín y Ibiza?

En todas las escenas hay una localización neurálgica a la que la gente siente que tiene que peregrinar para tener una experiencia de participación más profunda. No importa si es un nivel religioso, histórico o si sigues a tus artistas o músicos preferidos. Estos lugares ofrecen la oportunidad de profundizar más con el conocimiento de la música y establecer relaciones con gente interesada en el tema que incluso pueden materializarse en nuevas colaboraciones y amigos. Ibiza y Berlín, ambas, ofrecen innumerables posibilidades para los fans de la electrónica que quieren dar un paso más.

¿Como llevas lo de estar viajando siempre? ¿Vives en algún lugar fijo?

Estoy entre varias ciudades y localizaciones con amigos en todo el mundo, disfrutando el momento de una vida llena de nuevos lugares, caras y sonidos inspiradores.

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Sobre la firma

Abraham Rivera
Escribe desde 2015 para EL PAÍS sobre gastronomía, buen beber, música y cultura. Antes ha sido comisario de diversos festivales, entre ellos Electrónica en Abril para La Casa Encendida, y ha colaborado con Museo Reina Sofía, CA2M y Matadero. También ha presentado el programa Retromanía, en Radio 3, durante una década.

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