De atleta a icono trangénero
Caitlyn Jenner se ha convertido en la voz del colectivo LGTB tras hacer público este año su cambio de género
"A todos los efectos soy una mujer", confesó entre lágrimas Bruce Jenner (Nueva York, 1949) en una entrevista televisiva en abril. Cuatro décadas después de ganar una medalla de oro olímpica, el atleta confirmaba así su secreto más íntimo. Pero si hubo un antes y un después en su mediática revelación, fue la portada de Vanity Fair del número de julio —la más exitosa de 2015, según un informe de la revista Adweek—, que consiguió encumbrar a esta celebridad.
“Llamadme Caitlyn”, rezaba el titular de un número que vendió 400.000 ejemplares, muy por encima de la media habitual de la publicación, que es de 165.000. A este imperativo le acompañó una instantánea de Jenner luciendo sus nuevas curvas con un body de satén. La renombrada fotógrafa Annie Leibovitz capturó en una sensual imagen el debut de una mujer que se presentaba a sus 65 años tal y como se sentía. “Si estuviera en mi lecho de muerte guardando este secreto y no hubiera hecho nada para remediarlo, estaría pensando que eché a perder toda mi vida”, contó Jenner.
La corona como voz del colectivo transgénero no tardó en llegar. Pocas semanas después de la portada, Caitlyn recogió el premio ESPY al Coraje en la gala anual que homenajea al deporte mundial. Vestida con un diseño de Donatella Versace, la exatleta brilló cual diva ante un público que se rindió a sus palabras: “Mi misión desde el principio ha sido intentar explicar muchas cuestiones sobre la identidad de género. Y espero haberlo logrado”, dijo. Su familia, el famoso y televisivo clan de los Kardashian-Jenner, aplaudió la valentía de su pater familias convertido en su segunda mater familias.
La deportista llevó su misión más lejos todavía protagonizando I Am Cait; un reality show que documentó sus cambios en ocho capítulos emitidos de julio a septiembre. Caitlyn se estrenó en el primer episodio visitando a su madre, quien aseguró que había ganado una hija.
Alan Nierob, el artífice del cambio
Alan Nierob, el representante de Caitlyn Jenner, es el artífice de una de las historias más exitosas de los últimos años en Hollywood. Un televisado cambio de género que podría haberse convertido en un relato sensacionalista de mal gusto. Pero este asesor de estrellas tomó el mando de la narrativa y, en un estratégico movimiento, Nierob condujo a su cliente —antes de revelarse como Caitlyn— hasta la portada de Vanity Fair. Y consiguió justo lo que había planeado: que el público alabara a Jenner y, al mismo tiempo, que su transformación conquistara a periodistas y activistas transgénero.
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