Luis Miguel cancela su gira en Estados Unidos por problemas de salud

Luis Miguel está resfriado. Este es el diagnóstico definitivo después de meses de incertidumbre: tiene rinofaringitis aguda y no se cura. Así lo han confirmado desde su página web en un comunicado reciente, que se suma a otros similares para justificar las ausencias y desplantes de conciertos anteriores, en el marco de su ambiciosa gira de este año. Los fans de Atlanta (Georgia), Charlotte (Carolina del Norte), Washington DC, Boston, Nueva York y Chicago que posean una entrada en sus manos tienen al menos algo claro: El Sol no saldrá a las tablas. Los que llenaron dos veces en vano el Auditorio Nacional de la Ciudad de México no tuvieron tanta suerte.

Luis Miguel da dos conciertos y cancela seis. Miami pudo verlo por última vez en el arranque de su segunda oportunidad en Estados Unidos, el pasado 12 de diciembre, después de una fatídica racha en la capital mexicana en la que tuvo que cancelar todos los conciertos tras abandonar el escenario en las dos primeras citas. Llegó a ofrecer dos espectáculos en una de las ciudades estadounidenses con más población latina del país. “El intérprete lució muy recuperado pero las canciones fueron más cortas para no forzar demasiado su voz”, señalaron los medios locales. El resto de conciertos en Estados Unidos han sido cancelados definitivamente.

"El día de ayer se presentaron de nuevo los síntomas que viene padeciendo las últimas tres semanas, por lo que los médicos procedieron a la revisión del cantante y han indicado la reprogramación de los siguientes compromisos", señaló la agencia del artista este lunes. Desde la consulta del doctor Ramón Pardo Martínez, quien redactó el primer diagnóstico para sus conciertos en la Ciudad de México el pasado 20 de noviembre, señalan que “no se ha realizado ninguna recomendación médica nueva ni el paciente ha recibido consulta alguna”.

Sacrificar a 40.000 compatriotas en México no salió gratis a uno de los cantantes más queridos en su país. Lo que la mayoría criticaron por las redes sociales fueron las formas que usaron para gestionar la crisis. Después de cuatro canciones y su espantá, culparon por megafonía al clima —en Twitter se mofaron: “No culpes a la lluvia”— y tras hacer esperar durante horas a un público impaciente en el segundo concierto, alegaron problemas de salud. Las contradicciones enfadaron a quienes habían pagado entre 2.000 y 5.000 pesos (115 y 290 dólares) por ver a un Sol efímero.

“Hay pocas cosas en la vida que Luis Miguel valore más que cantar sobre un escenario”, señala su biógrafa Martha Figueroa, autora de la biografía Micky, un tributo diferente (Aguilar, 2010) y quien ha seguido al cantante desde hace más de 25 años. Figueroa explica que para el artista es casi más importante la música que su familia o que cualquier otra motivo personal. “No arriesgaría jamás su carrera si no fuera por un problema grave”, apunta.

“¿Qué te pasa entonces, Luismi?”, se preguntan quienes lo adoraban y ahora lo miran con cierta compasión. A comienzos de esta nueva gira circularon miles de imágenes suyas con unos kilos de más. Al Rey lo acusaron de estar en baja forma y de engañar a sus seguidores con un cartel de una fotografía suya de hace 10 años. Las redes sociales lo exprimieron. Luis Miguel se convirtió en un chiste nacional. Desde entonces, los fotógrafos solo toman instantáneas de él en vertical.

Luis Miguel, que no ha sacado un disco nuevo desde hace cinco años, se había propuesto una gira de más de 90 conciertos en poco más de un año. “Se ha excedido con su voz y eso le ha pasado factura”, señala la biógrafa. La reprogramación de los espectáculos cancelados será anunciada en su página oficial.