Un jarrón chino de agua fría
El primer intento de editar el genoma de un embrión humano se estrella
El garantismo ético de las legislaciones occidentales no tiene un equivalente exacto en el lejano oriente: cuatro laboratorios chinos están ya experimentando con la edición genómica en embriones humanos. Y, paradójicamente, el primero de esos trabajos pioneros ha salido fatal, con solo un 50% de embriones con su gen mutante corregido y un alto nivel de víctimas colaterales (off target mutations). Es un jarrón chino de agua fría sobre las técnicas de edición genómica en que los investigadores de todo el mundo cifran sus esperanzas de aliviar la enfermedad humana.
Para sortear los mayores obstáculos éticos, el equipo de Junjiu Huang, de la Universidad Sun Yat-sen en Guangzhou, ha utilizado 86 embriones donados por las clínicas de fertilidad que son inviables: son óvulos fecundados por dos espermatozoides, y que por tanto tienen tres juegos de cromosomas en lugar de los dos normales. Se dividen unas cuantas veces y mueren enseguida, por lo que nunca podrían producir un embarazo.
Huang y su equipo publican el trabajo en la revista Protein & Cell. Lo intentaron primero en Nature y Science, pero ambas rechazaron el trabajo por objeciones éticas y técnicas. La más importante de estas últimas es, justamente, que los embriones tienen un juego de cromosomas extra, y que esa puede ser la causa de que el experimento haya salido tan mal. Huang admite el punto, aunque no cree que sea una razón para rechazar su paper.
El científico chino sostiene que su trabajo es una llamada a la precaución para las investigaciones sobre edición genómica. Otros tres laboratorios chinos están investigando con la edición genómica de embriones humanos, aunque los detalles no han trascendido aún.
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