Mucho por cambiar

A mis 16 años no me considero una mujer muy feminista, pero la sociedad de hoy en día es machista y desigual. Podemos comprobarlo de infinitas maneras. Solamente leyendo la prensa encontramos numerosas noticias que ponen de manifiesto la falta de igualdad entre hombres y mujeres. Desde mitades del siglo XIX los grupos feministas que aparecieron en Inglaterra y en Estados Unidos lucharon por la obtención de la igualdad de la mujer frente al varón en términos de derecho de propiedad, igual capacidad de obrar u obtención de derechos políticos.

Así, hoy en día en el mundo occidental la mujer puede votar al igual que los hombres, puede acceder a la educación y al trabajo. Sin embargo, también hay que decir que las mujeres ganan de media un 16% menos que los hombres al año al realizar trabajos de igual valor, que hay tres mujeres por cada siete hombres en puestos jerárquicos o que durante 2014 murieron asesinadas en España 51 mujeres a causa de la violencia de género.

No obstante, la situación en España es un regalo comparada con las increíbles e inadmisibles desigualdades presentes en algunos países como China, Irán o India. En ellos la situación es todavía peor. En Arabia Saudí las mujeres no tienen permitido conducir; más de 30 universidades en Irán prohíben la presencia de mujeres en casi 80 carreras; una iraní no puede tener un pasaporte ni la posibilidad de viajar sin la aprobación de su tutor. Hoy por hoy, con toda esta información podemos afirmar que la desigualdad entre hombres y mujeres es una realidad evidente, y si no queremos que el alcance de la igualdad entre ambos sexos se convierta en una utopía habrá que hacer algo al respecto.— Celia González Agudo.