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La familia real belga recibirá casi 3 millones de euros menos que en 2014

El Gobierno informa por primera vez de la cifra total del presupuesto destinado al monarca y su familia

Los reyes Matilde y Felipe de Bélgica, en un acto oficial la semana pasada.
Los reyes Matilde y Felipe de Bélgica, en un acto oficial la semana pasada.CORDON PRESS

Bélgica ya sabe cuánto costará la monarquía a las arcas públicas en 2015. El nuevo Gobierno, presidido por el liberal Charles Michel, ha desvelado este miércoles que, a partir de enero, la familia de Felipe de Bélgica obtendrá 36 millones de euros por parte del Estado federal, 2,7 millones menos que en 2014. Más del 60% de esta suma proviene de los diferentes departamentos públicos que financian las actividades del día a día de la monarquía belga, y el resto corresponde a la denominada dotación real, la cantidad de dinero dispuesta para pagar los gastos de funcionamiento de cada uno de sus miembros.

Hasta ahora, los ciudadanos que quisieran conocer el presupuesto anual de la familia real debían buscarlo en el conjunto del presupuesto federal, departamento a departamento. El exprimer ministro belga Elio Di Rupo agrupó, durante el pasado ejercicio, las dos fuentes de suministro provenientes del Gobierno en un mismo programa común. Además, pidió a los miembros de la familia real que declarasen, anualmente, sus gastos en materia de funcionamiento y personal a la Corte de Cuentas, órgano externo de control presupuestario —equivalente al Tribunal de Cuentas español—, y exigió al rey que pagase los impuestos correspondientes sobre la cantidad que se le asigna. Hasta la fecha, el dinero público que recibía estaba exonerado fiscalmente.

Las reformas convierten a la familia real belga en una de las más transparentes de Europa

Las políticas de austeridad del recién llegado Michel, que han generado fuertes protestas ciudadanas, también han alcanzado al palacio real de Bruselas. El pasado 23 de octubre se aprobó una ley que prevé disminuir un 2% anual el total del presupuesto estatal concedido a la realeza hasta 2019. Según Vincent Dujardin, profesor de la Universidad de Lovaina y experto en familia real, “tanto el control de la Corte de Cuentas como las reducciones de las dotaciones representan un progreso, un dispositivo que refuerza su imagen”. Aunque Felipe de Bélgica deba pagar impuestos a partir de ahora, la constitución del país prohíbe que se imponga cualquier tipo de reducción en su dotación. “Se redactó así para evitar que los políticos pudiesen presionar al rey e influir en sus decisiones”, explica Dujardin. En 2015 el rey Alberto II -que en alguna ocasión se ha quejado de no llegar a fin de mes- y sus otros dos hijos, Astrid y Lorenzo, perderán una pequeña parte de su retribución respecto al año anterior, así como la reina Fabiola, que ya se ha visto en la obligación de renunciar a dos tercios de la que le corresponde desde 2013. A su lado, Felipe no solo no ha perdido dinero, sino que su asignación ha aumentado de 11,6 millones a 11,8 en un año.

La cantidad que corresponde a la financiación de las actividades reales por parte de las entidades públicas es la parte del presupuesto destinado a la familia real más importante. De hecho, el total concedido es casi tres veces mayor que la fracción asignada a los gastos de funcionamiento y de personal. La policía federal, el órgano que vela por la seguridad de la familia, es la institución que más dinero gasta para servir a la casa del rey. La entidad pública que gestiona el patrimonio del Estado, la denominada Régie des Bâtiments, se encarga de cubrir los gastos de consumo de aquellas propiedades pertenecientes al Gobierno belga y habitadas por algún miembro de la realeza, como el Palacio de Laeken, residencia del rey. También el Ministerio de Defensa, el de Presidencia, el departamento de Política Científica y el de Asuntos Exteriores destinan parte de su presupuesto para cubrir las necesidades reales. En total unos 22 millones de euros, de los 36 que el Estado destina a la monarquía, provienen de estos órganos públicos.

El rey Felipe no solo no ha perdido dinero, sino que su asignación ha aumentado de 11,6 millones a 11,8 

Estas reformas convierten a la familia real belga en una de las más transparentes de Europa —el Gobierno neerlandés ya había implementado esta estrategia con anterioridad—, y también en una de las más económicas. En 2013, el informe sobre el coste de las monarquías europeas, publicado por el profesor belga Herman Matthjis, situaba a la casa del rey de Bélgica como la sexta más cara de la Unión Europea, de siete que hay en la Unión. Con respecto al total de la población de cada país, la de Luxemburgo es la más costosa y recibe al año 17,7 euros de cada uno de sus habitantes, mientras que la belga supone 1,25 euros anuales por persona.

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