“Las grandes farmacéuticas no se han interesado por el ébola porque el mercado es muy pequeño”
El investigador estadounidense persigue un tratamiento contra uno de los virus más letales "Experimentar fármacos en monos es necesario", asegura el científico
El estadounidense Christopher Basler jamás ha tenido el virus del Ébola en la mano, pero es una de las personas que más conocen al microscópico verdugo de más de 4.000 personas en lo que va de año en África Occidental. Basler, un microbiólogo nacido en Nueva York en 1966, lleva una quincena de años intentando averiguar por qué el ébola es tan letal. Hace un año, su equipo en el Hospital Monte Sinaí de su ciudad natal detectó una proteína del virus capaz de desactivar las defensas del organismo y dejar limpio el camino para la invasión del cuerpo humano. Ahora, el científico acelera para buscar un fármaco que bloquee esa proteína maldita, en colaboración con el virólogo Thomas Geisbert, que trabaja rodeado de monos con ébola en el Laboratorio Nacional de Galveston, en el estado de Texas.
Pregunta. ¿Cómo mata el ébola?
Respuesta. Nosotros fuimos los primeros en identificar el mecanismo por el cual el virus bloquea el sistema inmune. Una de las claves es que bloquea las defensas que tiene tu organismo para detener las infecciones víricas. Esto permite al virus diseminarse por todo el cuerpo y desencadena una respuesta inmune muy perjudicial, que es lo que probablemente acaba matándote. Desencadena una respuesta que normalmente controla el sangrado, pero lo hace de una manera que al final no es eficaz y de hecho promueve el sangrado. Permite que los fluidos escapen de los vasos sanguíneos.
P. ¿Cuáles son los puntos vulnerables del virus?
R. El ZMapp [un posible tratamiento identificado este año que ha ofrecido resultados prometedores en macacos] se ha administrado a unos pocos pacientes y parece muy efectivo en animales. Básicamente se dirige a unas proteínas en la superficie del virus necesarias para iniciar la infección. Si tienes como blanco estas proteínas puedes bloquear la capacidad del virus para empezar la infección. Pero hay investigadores estudiando otros aspectos. Nosotros estamos intentando encontrar fármacos que desactiven la capacidad del virus para bloquear la respuesta del sistema inmune, para que el enfermo tenga una mejor respuesta inmune y pueda controlar la infección.
P. Usted colabora con la empresa farmacéutica estadounidense Microbiotix en el desarrollo de este fármaco. ¿Cuál es la situación actual?
R. Estamos en unas fases muy iniciales. Acabamos de empezar. No estaremos listos a tiempo para enfrentarnos a la crisis actual.
P. ¿Quién será el dueño de la patente de este fármaco, si la hay?
R. Es muy pronto para saberlo.
P. ¿Por qué cree que todavía no se ha encontrado una cura para el ébola?
R. Es importante recordar que hace 10 años no había nada. Y en esta década hemos hecho progresos y tenemos unos pocos tratamientos que funcionan experimentalmente. Hemos progresado gracias a los gobiernos que se han interesado en financiar investigaciones, realizadas por laboratorios científicos y pequeñas empresas biotecnológicas. Las grandes empresas farmacéuticas no se han interesado por este tipo de virus porque hasta ahora eran muy poco comunes. El mercado es muy pequeño. Desde el punto de vista económico, no es compatible que las grandes farmacéuticas intenten desarrollarlos.
P. Algunas personas piensan que las grandes farmacéuticas son de alguna manera culpables del actual brote de ébola en África. ¿Qué piensa usted?
R. No creo que deban ser acusadas de ser culpables de nada. Hay muchas enfermedades para las que existen fármacos y las empresas tienen que centrarse en algo, porque no pueden hacer todo. Es bueno que los gobiernos hayan intentado apoyar la investigación de estos virus. Tenemos algunas pistas prometedoras para desarrollar fármacos y debemos desarrollarlas lo antes posible, además de buscar nuevos enfoques.
P. ¿El Gobierno de EEUU ha puesto suficiente dinero en la investigación del virus y el desarrollo de tratamientos y vacunas?
En EEUU habrá unos cinco laboratorios capaces de investigar con ébola
R. Siempre podríamos recibir más financiación, pero es importante que hayan hecho inversiones muy sustanciales en estas investigaciones. Nos gustaría haber avanzado más de lo que lo hemos hecho, pero hemos progresado significativamente y estamos más cerca de la solución.
P. ¿Cuáles son los principales desafíos científicos para encontrar una cura?
R. Primero tenemos que entender cómo funciona el virus, y eso es complicado. Y al final tienes que ensayar los tratamiento en células y en animales, y esto es complicado por los niveles de bioseguridad que se requieren en los laboratorios. Hay muy pocos laboratorios que puedan hacer estos ensayos, con muy poca gente preparada para llevarlos a cabo. En EEUU, ahora mismo, habrá unos cinco laboratorios capaces de hacer estas investigaciones.
P. ¿Tienen problemas para investigar con monos, si es necesario?
R. Nosotros tenemos colaboradores en Texas que pueden hacer este tipo de experimentos, pero es difícil. En los cinco laboratorios capaces de trabajar con ébola, no todos los investigadores pueden experimentar con monos. Experimentar fármacos en monos es necesario, porque es el único modelo que, creemos, puede predecir cómo va a funcionar un fármaco en una persona.
P. ¿Investigan ustedes ahora mismo con monos con ébola?
R. Yo no, pero trabajamos con Thomas Geisbert, que es líder en este tipo de ensayos. Él será el encargado de hacer experimentos con monos si llegamos al punto de necesitarlos.
Que el tratamiento fuera en pastillas, no inyectable, haría las cosas mucho más sencillas
P. ¿Qué más obstáculos existen hacia un tratamiento?
R. Creo que sabemos de una manera general cómo se disemina el virus por el cuerpo en una persona infectada, pero hay muchas incógnitas. Por ejemplo, cómo se multiplica el virus y cómo causa la enfermedad. Son cosas que realmente todavía no comprendemos.
P. Además, usted ha escrito que no sólo hay que llegar a un tratamiento. También sería ideal que fuera en pastillas, no una inyección en vena.
R. Esto haría las cosas mucho más sencillas y, probablemente, más seguras. Yo no diría que es absolutamente necesario, pero sería de mucha ayuda. Por un lado, si tienes que inyectar un fármaco, necesitas personal médico entrenado para administrarlo. Si tienes una pastilla que se puede tragar, es mucho más fácil de distribuir. Y, además, puedes reducir la exposición de los trabajadores sanitarios al virus.
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