El legado de Diana de Gales pasa a manos de sus hijos
Guillermo y Enrique reciben los objetos personales de su madre, entre ellos, el traje de su boda La princesa dispuso que así fuera al cumplir el menor de ellos 30 años
Diana de Gales murió en un accidente de coche en París hace ahora 17 años pero aunque su fallecimiento fue algo inesperado dejó su legado ordenado. La princesa de Gales dispuso que sus hijos heredaran su patrimonio cuando cumplieran 30 años. Guillermo lo recibió hace tres y Enrique lo tendrá el 15 de septiembre, fecha en que festeja sus tres décadas de vida. No solo les dejó dinero, también muchos objetos personales que con el paso del tiempo se han revalorizado, entre ellos su vestido de novia, ese que lució el 29 de julio de 1981 en la catedral de St. Paul.
El diseño de estilo victoriano, que fue bordado a mano con más de 10.000 pequeñas lentejuelas y perlas y que tenía la cola más larga de todos los trajes de novia de las bodas reales, según informó la prensa en esos días, se ha convertido en toda una reliquia que se ha expuesto periódicamente en la finca de Althorp, en Northampton, propiedad de la familia de Diana. Tanto ese vestido como sus otros objetos estaban hasta ahora custodiados por el hermano de la princesa, el actual conde Spencer. Al pasar el diseño a ser propiedad de sus hijos, la prensa de Reino Unido asegura que el deseo de ambos es que este modelo, diseñado por David y Elizabeth Emanuel, sea exhibido a partir de ahora en el Palacio de Kensington en Londres, donde Diana vivió hasta su muerte.
El año pasado se celebró una gran subasta benéfica de parte del armario de la princesa y es que en la última etapa Lady Di se convirtió en todo un icono de moda. Los grandes modistos querían que vistiera sus modelos y muchos lo lograron. Pero fue Versace, uno de sus diseñadores de cabecera, quien con sus creaciones mostró el lado más sexy de la princesa. Entre los vendidos estaba el de terciopelo azul oscuro, diseñado por el inglés Victor Edelstein, que se puso en una cena en la Casa Blanca en 1985. Este traje y nueve más se vendieron por un millón de euros.
Tanto el príncipe Guillermo como el príncipe Enrique también heredarán fotos personales, cartas y joyas y hasta la versión que Elton John hizo de la canción Candle in the wind, que interpretó al piano en el funeral de la princesa de Gales.
Guillermo y Enrique siguen teniendo muy presente a su madre y luchan por mantener viva su memoria. El primero quiso que el anillo de zafiros y diamantes de ella fuera el de compromiso que regaló a Kate Middleton; además siempre que tiene ocasión la recuerda en público. Su hermano menor es quien ha heredado más el espíritu solidario de su progenitora y quien han mantenido en marcha algunos de los proyectos que ella puso en marcha antes de morir. Los británicos también la recuerdan. Buena prueba de ello es que el día 31 de agosto, cuando se cumplieron 17 años de accidente que le costó la vida, las verjas del palacio en el que residía amanecieron llenas de fotos y flores a modo de homenaje.
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