Angelina Jolie, “desgarrada” ante los niños sirios refugiados
La actriz ha visitado este fin de semana varios asentamientos de desplazados en la Bekaa. Líbano acoge casi un millón de personas, 3.500 son menores que han perdido a su familia
Entre férreas medidas de seguridad y en el más absoluto secretismo, la actriz Angelina Jolie se ha pasado por Líbano para realizar una visita de dos días a los refugiados sirios asentados en el país. La también embajadora de Buena Voluntad de la ONU para crisis humanitarias y desplazamientos masivos de civiles ha conocido a niños y familias desplazadas por un conflicto que entra ya en su cuarto año y que ha dejado más de 130.000 muertos y 2,5 millones de exiliados en los países de la región. Solo en Líbano, casi 935.000 personas ha encontrado refugio tras huir de los bombardeos del régimen o de la represión de rebeldes radicales.
Jolie llegó la noche del sábado, según informaron varios medios locales que acusaron las extraordinarias medidas de seguridad en los alrededores del hotel en el que se alojaba en Zahle, en el valle oriental de la Bekaa, cerca de la frontera con Siria. Desde el domingo por la mañana ha recorrido algunas zonas donde se acumulan los asentamientos informales donde malviven los refugiados (el Gobierno libanés no ha accedido al establecimiento de campos) en tiendas de campaña o edificios abandonados, en ocasiones sin acceso a luz eléctrica o agua.
Como en ocasiones anteriores, la actriz ha mostrado su preocupación por la situación que atraviesan los desplazados, especialmente los niños que llegan solos a otros países. En Líbano, un país de poco más de cuatro millones de habitantes donde la población refugiada procedente de Siria supera el 20% de su población, viven al menos 3.500 menores que han sido separados de sus familias, según datos de Acnur. En declaraciones recogidas por la agencia de Naciones Unidas, Jolie, ha reconocido que su encuentro con los huérfanos del conflicto ha resultado una experiencia "desgarradora". "Han perdido a sus familias y la guerra les ha robado la infancia", ha declarado, "son tan jóvenes, y aún así soportan la carga de la realidad como si fueran adultos".
En su encuentro con el presidente, Michel Suleiman, y el primer ministro, Tamam Salam, la embajadora de buena voluntad de Acnur ha alabado una vez más los esfuerzos empeñados por la población y las autoridades. “La generosidad y solidaridad mostrados por Líbano y los libaneses hacia sus vecinos es un ejemplo para el mundo del que deberíamos estar agradecidos”, ha expresado, “todos deberíamos ayudar”.
Los esfuerzos no han sido baladíes. Líbano es un profundamente dividido por intereses sectarios, donde los refugiados sirios enfrentan no pocas situaciones de desamparo, racismo o explotación. El país acoge la mayor concentración de refugiados por habitante que cualquier otro lugar del globo en la historia reciente, lo que ha llevado a Naciones Unidas a calificar la situación como “la mayor operación desplegada por Acnur en todo el mundo”. En asentamientos donde llegan a convivir cientos de familias que no han recibido siquiera ayuda para levantar las tienduchas forradas de plástico en las que duermen hasta una docena de personas, los niños a menudo corretean ociosos en mitad de la nada.
El acceso a la educación es uno de los principales desafíos. Solo en Líbano, UNICEF, ha conseguido recolocar o facilitar clases para más de 110.000 niños y adolescentes. Muchos refugiados denuncian la falta de escuelas o apoyo para inscribir a sus hijos en un colegio. Eso, cuando no son directamente expulsados y tienen problemas con un currículo que no se ajusta a sus enseñanzas anteriores. Y aún así las anécdotas de jóvenes que siguen soñando con ser doctores o maestros hacen sonrojarse a visitantes como Jolie.
Es el tercer viaje que Angelina realiza a Líbano como embajadora de Acnur. En otros tours por la región ha visitado también los campos de refugiados en Hatay, Turquía y Zaatari, en Jordania.
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