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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La música tiene el poder de cambiar los pensamientos, las tradiciones

Ninguna tradición ni religión puede justificar mutilación genital

En nuestra cultura hay un refrán que dice que a través de la música se puede amansar a una fiera salvaje. Y yo creo firmemente que así es. Estoy convencido de que la música tiene el poder de crear conciencia y cambiar conductas y comportamientos.

Mi nombre es Didier Awadi, soy músico y activista. Me considero africano y ciudadano del mundo porque en mi mente no hay fronteras entre países… ¿o debería decir entre las personas?

Mi música es mi pasión. Llevo cantando desde hace más de 25 años a lo largo de todo el mundo. He podido compartir mi música, mi cultura, mis opiniones y mi lucha personal con gente de todo el mundo.

Soy consciente de todo lo que la música puede ofrecer, sé lo que podemos llegar a cambiar con ella.

Estoy muy orgulloso de ser africano, es un continente precioso. Está lleno de maravillas asombrosas. Invito a todo el mundo a que venga a conocerlo y pueda sentir la calidez de nuestros paisajes. Para entender lo que siento es necesario vivir aquí y conocer el continente. Pese a que estoy enamorado de la tierra que me vio creer, soy consciente de que hay que modificar muchas cosas, tenemos que mejorar en aspectos como la gobernabilidad, la ciudadanía, o la erradicación de prácticas culturales abusivas que dañan la integridad de las niñas y las mujeres africanas.

El 6 de febrero, estamos conmemorando el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (MGF). Considero que es necesario promover un sistema de tolerancia cero hacia esta práctica y erradicarla. Para mí ha llegado el momento de eliminar este día del calendario de conmemoración de días internacionales. Arrancar esa página, significaría que ninguna niña más sufriría las consecuencias de esta práctica atroz.

Nuestras niñas y mujeres no merecen eso. Ninguna tradición o religión debe utilizarse como pretexto para justificar la MGF. Las niñas serán mujeres y posiblemente madres, por lo que necesitan un espacio seguro y saludable; necesitan prepararse para un futuro mejor, las niñas africanas necesitan educación de calidad y buena salud.

Los niños y niñas de todo el mundo y de África occidental, en particular, no deben seguir viviendo lo mismo que vivieron los niños de Poto-Poto [una campaña de sensibilización sobre los derechos de los niños en África lanzada por Plan Internacional y AURA (Artistas Unidos por el Rap Africana) en julio de 2006].

La MGF es una práctica que denunciaré con fuerza hasta que se agote mi aliento.

Mujeres como Khady en Senegal, Aminatou en Níger, o Adja en Malí o Rabiha en Egipto no deben seguir siendo víctimas de la escisión. Chicas como ellas no pueden seguir sufriendo las consecuencias y heridas de por vida que les provoca la ablación. Las niñas deberían dejar de sufrir por las decisiones de los adultos.

Mi arma es mi música, mis letras. Confío en ellas y sé que pueden cambiar y que han cambiado los comportamientos.

Mi experiencia trabajando con Plan Internacional ha sido muy gratificante. Con ellos he ayudado a promover los derechos de la infancia. Seguiré cantando para que la infancia tenga un futuro mejor. No me cabe duda.

La música puede superar las barreras de la palabra, la música llega a los corazones de la gente y rompe tabúes. Demos a las nuevas generaciones la garantía de que las cosas van a cambiar, de que nada será igual que antes y de que su salud y su bienestar es nuestra prioridad.

El texto de Didier Awadi es cedido por la ONG Plan España.

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