Sonría, está usted detenido
Sonriente, peinado, como en una imagen de promoción. Así aparece Justin Bieber en su foto policial, tras ser arrestado el miércoles El documento, claro, ha dado la vuelta al globo. Es, desde ya, su retrato más inmortal Como los de tantos otros famosos cuyos posados ante la policía, o ‘mugshots’, fascinan al mundo
Sonreír para la foto es un arte que no está al alcance de cualquiera. Justin Bieber lleva haciéndolo a diario desde que fue descubierto en YouTube por un cazatalentos a los 14 años que le transformó en un ídolo mundial para adolescentes. Ahora, con 19 y jubilado, ni siquiera la policía ha sido capaz de borrarle esa sonrisa tan perfecta que engrosará la galería de famosos que tienen en su currículo la dudosa virtud de haber sido inmortalizados por las fuerzas del orden.
El mugshot —con ese término, que une las palabras en jerga para cara y foto, se conocen en inglés estos retratos de comisaría— ha dado la vuelta al mundo. Se realizó tras su arresto el pasado miércoles por conducir ebrio y hacer carreras en Miami, y muestra a Bieber de frente en un bello posado, impecablemente peinado, que bien podría pertenecer a una de sus fotos de promoción. Sin embargo, al ser tomada de madrugada en una comisaría y sin maquillaje a mano, la foto de Bieber le acerca un poco más al mundo de los mortales de su edad: tiene acné juvenil y los ojillos chispeantes de un adolescente con copas.
Siendo hijo del siglo XXI, la imagen ha inundado las redes sociales, donde ha sido objeto de deseo —Twitter está lleno de declaraciones de amor por lo guapo que sale en la foto— y también de mofa viral —abunda el photoshopeado cómico—. Pero la fascinación de la sociedad estadounidense por estas imágenes no es nueva: arranca a mediados del siglo XIX, cuando comenzaron a utilizarse en los carteles de Se busca en relación a criminales como Bonnie y Clyde. Sin embargo, no hay nada comparable al morbo que despiertan desde mediados del siglo XX en todo el mundo las imágenes de famosos posando ante la policía. Algunas se cuentan entre las fotos más célebres de sus protagonistas. Y parece que algunos de los nuevos retratados son muy conscientes de ello.
No es habitual que las celebridades sonrían frente a la policía con el desparpajo con que lo ha hecho Bieber. La juventud ayuda. Quizá porque sabía que algún día sería famoso y millonario, Bill Gates sonríe feliz en la foto que le tomaron en 1977 por exceso de velocidad en California. En el caso de Steve McQueen, arrestado en Alaska en 1972 por conducir con unas copas de más, quizá el alcohol le ayudó no solo a sonreír con picardía, sino a colar en la foto el símbolo de la victoria.
Paris Hilton, que se entregó a la policía en 2007 por romper los términos de su libertad condicional, aparece en su foto con los labios pintados de rosa y mirada fallida de devoradora de hombres. En esa línea también están las de Lindsay Lohan, aunque la larga colección de mugshots de esta actriz abarca expresiones de todo pelaje.
Hay algunas históricas e inolvidables, como la de Jane Fonda con el puño en alto en protesta contra la guerra de Vietnam, las dos de Elvis Presley (una real por exceso de velocidad en los cincuenta y otra tomada en una visita privada al FBI en 1970) o la de un jovencísimo Frank Sinatra, arrestado en 1938 por adulterio (era amante de una mujer casada). Además, todo rockero inmortal tiene la suya: Jimi Hendrix, Jim Morrison, Keith Richards, Mick Jagger, Janis Joplin... Drogas, alcohol, peleas o conducciones bañadas en alcohol son la nota dominante en este sector de población. Entre las fotos que gritan “¿por qué me hace usted pasar por esto?”, la más célebre es la del actor Hugh Grant, que dio la vuelta al mundo tras ser arrestado el actor por contratar a una prostituta en Los Ángeles en 1995.
También hay casuística española: la foto policial de Isabel Pantoja, fruto de su implicación en el caso Malaya, fue publicada por Interviú en 2007, muy a pesar de la folclórica. En España, esas imágenes son privadas. En EE UU están en archivos públicos y a menudo, como en el caso de Bieber, es la propia policía quien las publica... o las tuitea desde la comisaría.
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