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Los cien mil hijos de Iniesta

Un estudio desgrana la relación entre grandes victorias deportivas y el repunte en nacimientos de niños nueve meses después

Sabíamos que Andrés Iniesta tiene una niña, Valeria, y que espera otro bebé con su esposa, Anna Ortiz. Pero ahora resulta que el ocho del Barça es también el padre putativo de miles de bebés que no hubieran venido al mundo de no ser por el gol que marcó en Stamford Bridge el 6 de mayo de 2009 y que provocó un aumento de la natalidad en Cataluña del 16%. Lo dice un estudio que ha publicado el British Medical Journal y que llevó a cabo un grupo de investigadores del hospital Althaia de Manresa.

Nueve meses después del pepinazo de Iniesta, se produjo un incremento en la natalidad

En febrero de 2010, es decir, 40 semanas gestacionales después del pepinazo de Iniesta, se produjo ese incremento en la natalidad y en marzo, cuando aún podría durar el efecto, hubo un 11% más de nacimientos. “Podemos inferir que, por lo menos entre la población estudiada, la euforia derivada de una victoria puede cultivar sensaciones hedonistas que resultan en celebraciones íntimas, las cuales pueden tener como consecuencia un número de embarazos no planeados”, detalla el estudio, que también habla del concepto You’ll Never Walk Alone: la sensación de pertenencia a la manada que lleva a los humanos a querer compartir la alegría. Entre otras maneras, copulando. Además, recuerdan, “la racionalidad no es siempre un factor clave en la concepción”.

A pesar de estar escrito con todo el rigor y el estilo de esta clase de publicaciones, el estudio no está exento de notas de humor. Entre otras cosas, recoge una divergencia de opiniones entre los investigadores del equipo médico que son culés y los que no. Los primeros sí creen que “un intenso y breve estímulo (las victorias del Barça en mayo de 2009) pueden ser la causa del incremento de los nacimientos”.

El director del estudio, el doctor Jesús Montesinos, explica que la idea de hacer el informe se les ocurrió cuando el hijo de 10 años de un compañero, el responsable de documentación clínica del hospital, le preguntó a su padre si era verdad lo que había oído en la radio. En febrero de 2010, la emisora catalana COMRàdio hizo su propio estudio de manera bastante menos científica, llamando a cinco maternidades de Barcelona. Todas confirmaron un aumento muy significativo de los nacimientos, de hasta un 45%. “En ese momento pensamos que muchas de estas leyendas no se intentan verificar y quedan en anécdotas y que nosotros teníamos la posibilidad de hacer un estudio lo mejor planteado posible para descartarla o no. Fue un desafío”, cuenta Montesinos.

Su hospital, además, jugaba con el Factor Pep. Guardiola, que entonces dirigía al Barça, nació en Santpedor, a tan sólo cinco kilómetros del centro, la maternidad de referencia para dos comarcas de la Cataluña interior, el Bages y el Solsonès. “De entrada parecería que somos más culés”, admite el médico, pero sin embargo en esa zona “existe un mayor número relativo de peñas del Real Madrid y del Espanyol que en la provincia e incluso en la ciudad de Barcelona”.

El final de 'Breaking bad', ¿llevó a las parejas a intentar llenar el vacío que les dejaba Walter White?

Las “sensaciones hedonistas” de las que habla el estudio sí han afectado tradicionalmente a la natalidad. En España, cuenta Montesinos, había dos picos históricos, el de marzo-abril (cuando llegan los bebés consecuencia de las “celebraciones íntimas” del verano) y el de septiembre, que en Estados Unidos se conoce como el Christmas Effect. Sin embargo, desde los años 90 la estacionalidad se ha ido reduciendo.

Los 100.000 hijos catalanes no son los únicos que se le imputan al bueno de Iniesta. Están también, claro, los del Mundial, concebidos tras la euforia de su gol en Suráfrica. Empezando por la propia niña Valeria. Cuando nació, el 3 de abril de 2011, los medios tardaron poco en sacar las cuentas: habían pasado nueve meses desde el 11 de julio, la fecha en la que España se proclamó campeona del mundo gracias a Iniesta de mi Vida. ¿Debería estudiarse también ese fenómeno, quizá en hospitales de La Mancha? Por supuesto, en nombre de la ciencia. Según el doctor Montesinos, “La única manera de acercarnos lo máximo posible a una concusión de causalidad con este tipo de estudios observacionales sería repetirlos analizando por ejemplo la primera Eurocopa o el Mundial en poblaciones y momentos en los que estos eventos tuvieran un gran impacto emocional. Y deja caer: “Imaginemos, por ejemplo, una liga del Atlético de Madrid…”. ¿Anticipando un Efecto Simeone?

Es difícil encontrar algo que genere tanta euforia como el fútbol pero por qué no ampliar el análisis, por ejemplo, a los visionados colectivos de series. El final de Breaking Bad por decir algo ¿llevó a las parejas a intentar llenar el vacío que les dejaba Walter White? O el capítulo de la Red Wedding de Juego de tronos. Más de uno pudo pensar que el mundo necesitaba repoblarse después de aquella sangría.

Cabe recordar, de hecho, que no sólo la euforia o, en este caso, la congoja llevan a la reproducción humana. También está ese viejo aliado de la natalidad, el aburrimiento. En Nueva Jersey se registró un notable aumento (con picos de hasta un 35% en algunos hospitales) de los nacimientos 40 semanas después del paso del huracán Sandy, que dejó a más de millones de hogares sin electricidad.

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