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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El auge de la extrema derecha

Detrás del auge que está experimentando la extrema derecha en Europa (en Francia el partido de Marine Le Pen podría ganar las elecciones al Parlamento Europeo que se celebran el próximo 25 de mayo) está sin duda la crisis pero, sobre todo, al menos desde mi modesto punto de vista, se encuentra el descontento generalizado que hay en la opinión pública sobre la clase política y sus innumerables casos de corrupción.

En las crisis económicas —y desde luego estamos inmersos en una de las más grandes que se han conocido— proliferan los extremismos de uno y otro signo. Crece el populismo y el antieuropeísmo y personajes como Mihaloliakos o el austriaco Christian Strache saltan a la arena política, con todo lo que ello significa.

La extrema derecha trata de culpabilizar a los inmigrantes de la alta tasa de paro que se registra en sus países y lanzan mensajes xenófobos y racistas contra la inmigración. Francia no es una excepción. Lo estamos viendo también en otros países como Grecia o Austria. Y la amenaza del extremismo más radical se va extendiendo a otros países del continente como una gran mancha de aceite que todo lo impregna.

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En Francia, el gran problema es la inmigración. De ahí que el Frente Nacional se perfile como el gran ganador de los comicios europeos. Si esto ocurriera, sería un fracaso absoluto de las democracias occidentales. No solo de Francia, de todas.

En España este fenómeno no se ha dado. Al menos, de momento, pero sí se ha producido un giro copernicano hacia posiciones independentistas como es el caso de Bildu en el País Vasco, donde el PNV siempre ha sido el partido más votado, o de ERC, que ganaría hoy las elecciones en caso de celebrarse en Cataluña, arrebatando a CIU la mayoría parlamentaria.

Incapaces de dar solución a los problemas de la gente, los partidos ultraderechistas se aprovechan de la situación y endurecen sus discursos. Si a eso añadimos la crisis económica, el cóctel es explosivo. Ojalá no nos explote en las manos.— Patricio Simó.

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