Angela Merkel, a remojo en Italia
La canciller alemana es fotografiada dándose unos baños durante sus vacaciones en Isquia

Ni siquiera la mujer más poderosa del mundo puede evitar que la fotografíen cuando le da por bañarse en la piscina como “una turista más”. Aún así, Angela Merkel disfruta estos días junto a su marido, el catedrático berlinés de química Joachim Sauer, de la hospitalidad turística que tanto aprecian los alemanes entre sus vecinos mediterráneos. Por ejemplo la de Espedito Morieri. El director del hotel Miramare en la isla napolitana de Isquia colma de elogios a la jefa del Gobierno alemán en el diario Die Welt. La crisis o las posibles diferencias políticas no empañan en este caso la relación entre el anfitrión y unos huéspedes que, con o sin cargo institucional, son los reyes aunque no quieran: “ella es una visitante normal, muy humana”
Los medios alemanes son casi siempre muy respetuosos con las vidas privadas de sus políticos. Pero la línea editorial de Die Welt, del conservador grupo mediático Springer, suele ser muy próxima a Merkel, así que un hotelero mediterráneo entonando ditirambos sobre la canciller resulta demasiado goloso para ignorarlo. Más aún cuando solo faltan unos meses para las elecciones y Morieri abunda en las cualidades de Merkel que más aprecian los alemanes: es “humilde” y se conforma “con las cosas sencillas”. De todos los clientes del hotel, el matrimonio de Merkel y Sauer “es de los que menos peticiones especiales hace”. Resumiendo, “le gustan las cosas que les gustan a los huéspedes alemanes; Merkel es tan humana que no hay palabras, es increíble”.
Los simpatizantes de Merkel pueden alegrarse al leer estas líneas. Sus detractores pueden, por su parte, cliquear un “me gusta” bajo el vídeo de Stefano Caldoro, presidente de la región de Campania. Da la bienvenida pidiéndole, acto seguido, que “también mire los barrios problemáticos de la región”. Por cada joven parado en Alemania dice, “aquí tenemos 10”. El político del partido Popolo della Libertà, el de Berlusconi, solicita de Merkel que “cambie la política del rigor absoluto y de la austeridad absoluta” para Europa.

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