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El acento
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Resistencia de la autoridad

Dos mandos de los Mossos, imputados por la pérdida de un ojo de un manifestante

Marcos Balfagón

La utilización de pelotas de goma sigue persiguiendo a los Mossos d’Esquadra. Dos cargos de la policía autonómica catalana, un sargento y un cabo, han sido llamados a declarar como imputados con relación a una actuación en la que presuntamente perdió su ojo derecho el joven italiano Nicola Tanno. El incidente se produjo en julio de 2010, durante las celebraciones por la victoria de la selección española de fútbol, y desde entonces la investigación judicial no ha podido lograr aún que los mandos policiales identificaran a los agentes que pudieron disparar las bolas de goma, por lo que el juez ha decidido imputar a los mandos.

En un cuerpo tan jerarquizado, resulta difícil creer que los mandos sean incapaces de identificar ante la autoridad judicial a los agentes que pudieron estar en el lugar de los hechos, para que el juez decida si han incurrido o no en conducta punible. La policía debería ser la primera interesada en aclarar rápidamente los hechos; por algo es una autoridad. Pero no parece que ese sea el afán de los mossos. Al contrario, su resistencia a colaborar con la investigación les ha llevado, en el caso de Ester Quintana —que perdió también un ojo en la manifestación celebrada en Barcelona el día de la huelga general del 14 de noviembre— a cambiar hasta cuatro veces su versión de los hechos.

Para poder obtener información, la investigación judicial ha tenido que sortear en este caso unos muros numantinos, que no solo retrasan la aclaración de los hechos, sino que añaden dolor al calvario de las víctimas.

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En su primera versión, el entonces consejero de Interior, Felip Puig, afirmó que no había policías en el lugar en que se produjo el suceso y que ni siquiera se habían utilizado pelotas de goma en esa manifestación. Puig llegó a insinuar que la pérdida del ojo pudo deberse a un objeto lanzado por los “vándalos” compañeros de protesta de la propia Quintana. Unos vídeos ciudadanos pusieron al consejero en evidencia, pues no solo mostraban que hubo policías en la zona, sino que dispararon. Ahora han sido identificados tres de los agentes, pero aseguran que solo dispararon salvas. Veremos si esta versión resiste el paso del tiempo, porque el informe forense que acaba de conocerse concluye que la herida pudo ser causada por una pelota de goma.

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